La UE se plantea pedir a Duisenberg que siga medio a?o m¨¢s al frente del BCE

Wim Duisenberg, el todopoderoso presidente del Banco Central Europeo (BCE), tiene muchas posibilidades de ver incumplido su deseo de dejar el cargo el pr¨®ximo 9 de julio, al cumplir 68 a?os. Los l¨ªderes europeos, que se re¨²nen hoy y ma?ana en Bruselas, se han planteado ya la conveniencia de pedir al holand¨¦s Wim Duisenberg que contin¨²e al menos medio a?o m¨¢s al frente del BCE, seg¨²n confirmaron ayer fuentes diplom¨¢ticas y altos funcionarios en Bruselas. Incluso no se descarta que los Quince hagan p¨²blica esa petici¨®n ma?ana, al t¨¦rmino de la cumbre europea.

Al dar ese paso, los Quince intentan evitar que el pr¨®ximo verano se produzca una compleja situaci¨®n derivada de la siguiente coincidencia: Duisenberg anunci¨® su marcha para el 9 de julio, el mismo d¨ªa que cumple 68 a?os, pero el franc¨¦s Jean-Claude Trichet, gobernador del Banco de Francia y te¨®ricamente el hombre con m¨¢s posibilidades de sucederle, no ver¨¢ despejado o taponado el camino hasta que la justicia francesa dicte el 18 de junio la sentencia sobre el caso Credit Lyonnais, que le ha salpicado gravemente.

Dado que entre el 18 de junio y el 9 de julio no habr¨¢ tiempo suficiente para reaccionar, los l¨ªderes europeos han optado por solicitar esa pr¨®rroga a Duisenberg. Era una petici¨®n de los propios jefes de Gobierno, como ha dicho p¨²blicamente en dos ocasiones el pol¨ªtico holand¨¦s, la ¨²nica que le har¨ªa cambiar de opini¨®n.

El Gobierno franc¨¦s, indican fuentes oficiales de este pa¨ªs, mantiene que Trichet sigue siendo la mejor alternativa para suceder a Duisenberg. Pero sus responsabilidades como ex director general del Tesoro cuando en 1992 estall¨® el esc¨¢ndalo del Credit Lyonnais (entonces un banco p¨²blico en el que se descubrieron graves irregularidades contables) lo llevaron ante los tribunales. Como posible alternativa, Par¨ªs tambi¨¦n ha manejado la baza de Christian Noyer, el franc¨¦s que hasta la primavera del a?o pasado fue vicepresidente del BCE, aunque en el propio banco central se han analizado los posibles inconvenientes reglamentarios que podr¨ªa tener esta opci¨®n.

Duisenberg fue nombrado por los Quince presidente del BCE para un mandato de ocho a?os. Pero, ya entonces, el propio holand¨¦s admiti¨® que no agotar¨ªa los ocho a?os "por razones de edad", mientras el presidente franc¨¦s, Jacques Chirac, declaraba que Duisenberg se ir¨ªa "una vez puesto en marcha el proceso del euro" y que el segundo presidente del BCE ser¨ªa un franc¨¦s. Era el arreglo, una vez que el canciller alem¨¢n Helmut Kohl hab¨ªa impuesto al holand¨¦s frente a las tesis de Chirac, que ya pugnaba entonces por colocar a Trichet.

El 7 de febrero del a?o pasado, lanzado ya el euro y en medio de especulaciones sobre su posible relevo, Duisenberg destap¨® sus cartas y, en un alarde de poder¨ªo e independencia, cont¨® que, tras haber consultado s¨®lo con su esposa, hab¨ªa decidido marcharse el 9 de julio al cumplir "una edad respetable", y que s¨®lo aguantar¨ªa "un poco m¨¢s" si se lo pidieran los l¨ªderes europeos.

En Bruselas, un destacado funcionario se?al¨® ayer que, debido a la complejidad que est¨¢ rodeando la probable sustituci¨®n de Duisenberg por un franc¨¦s en este a?o, Par¨ªs contin¨²a plante¨¢ndose otra hip¨®tesis que podr¨ªa resultarle m¨¢s pr¨¢ctica, y que consistir¨ªa en que en los pr¨®ximos meses se analizara la posibilidad de que el siguiente presidente del BCE sea nombrado de nuevo para un mandato de ocho a?os, olvidando el compromiso de que Duisenberg y un franc¨¦s se dividieran el actual.

Los l¨ªderes europeos estudiar¨¢n tambi¨¦n en Bruselas la propuesta presentada para determinar la nueva f¨®rmula por la que se regir¨¢ el Banco Central Europeo a consecuencia de la ampliaci¨®n de la UE. La propuesta consiste en que, cuando en la Uni¨®n Econ¨®mica y Monetaria haya m¨¢s de 15 pa¨ªses (ahora son 12, todos menos Reino Unido, Suecia y Dinamarca), no todos los pa¨ªses podr¨¢n estar representados de forma permanente, con derecho a voto, en el Consejo de Gobierno del BCE. Por eso se pondr¨¢ en marcha un complejo sistema rotatorio.