But¨¢n, el secreto del Himalaya
Entre lo ancestral y las innovaciones, un lugar m¨¢gico sin apellidos ni sem¨¢foros
Espiritualidad en los monasterios fortaleza, o dzongs, que custodian las ciudades, y en los templos que salpican las aldeas. Los molinos rezan con el agua de los arroyos, y las banderas de plegaria con el viento junto a la carretera. Un pa¨ªs distinto en la cordillera m¨¢s alta del planeta.
Un reino cerrado al mundo hasta hace tres d¨¦cadas y ahora abierto a golpe de parab¨®lica (la televisi¨®n e Internet llegaron en 1999). Junto a las nieves eternas conviven la rueca y el ordenador, el traje tradicional obligatorio y el vaquero de tapadillo. Las distancias se miden en tiempo, y el tiempo avanza o retrocede en cada curva del camino. Como anta?o, la joven Dechen teje a la puerta de casa. M¨¢s all¨¢, Thinley tensa su arco infantil (la punter¨ªa es el deporte nacional). Ya en la capital, Thimpu, el veintea?ero Dhendup maneja el rat¨®n con el pelo engominado. La tradici¨®n sobrevive y la modernidad se asoma. Mientras, los amuletos antidemonios se mantienen como art¨ªculo de primera necesidad. La magia forma parte de la vida.
En busca de Sangri-La
La publicidad tur¨ªstica suele presentar But¨¢n con el alias de Sangri-La. Pero si se llega por v¨ªa a¨¦rea, vale m¨¢s no recordar Horizontes perdidos, la pel¨ªcula que consagr¨® ese para¨ªso de la novela de James Hilton. El vuelo desde Katmand¨² incluye la compa?¨ªa espectacular de los techos del planeta. El Everest, el Makalu y el Kanchenchunga, por el ala izquierda. Un deleite hasta que los ¨¢rboles aparecen al alcance de la mano. En Paro, el ¨²nico aeropuerto butan¨¦s, los aviones no aterrizan: se encestan entre monta?as. La entrada por tierra desde la frontera con la India en la ciudad de Phuentsholing ofrece otra emoci¨®n: la de encaramarse, a velocidad punta de 30 kil¨®metros por hora, desde la escasa llanura butanesa hasta los valles a m¨¢s de 2.000 metros. En ellos se asientan casi todos los n¨²cleos de la escasa poblaci¨®n: unos 700.000 habitantes para una superficie similar a la de Arag¨®n (46.500 kil¨®metros cuadrados) y custodiada por varios sietemiles.
Una vez dentro, surge la extra?eza. But¨¢n no es Shangri-La, pero logra ser un pa¨ªs ¨²nico. Conserva su identidad budista (arrasada en el vecino T¨ªbet, invadido por China), sus bosques de altura (deforestados en el cercano Nepal) y su soberan¨ªa (perdida en el colindante Sikkim, ya parte de la India). En aras del acervo, la tradici¨®n es obligatoria en el vestir (el gho, una prenda hasta la rodilla para los hombres, y la kira, que cubre a las mujeres hasta los pies). Tambi¨¦n lo es en la construcci¨®n de edificios, con ventanas de madera decoradas y abundantes s¨ªmbolos m¨¢gicos en tejados y fachadas. Como los grandes falos para ahuyentar los malos esp¨ªritus. En aras de la identidad, tambi¨¦n, resulta oneroso viajar aqu¨ª. El alto precio impuesto a la estancia de los visitantes limita a unos 6.000 el n¨²mero de turistas anuales.
Tan caro destino ofrece espect¨¢culos impagables. Como la aparici¨®n del nevado Chomolari (7.431 metros), unas curvas despu¨¦s de la ciudad de Paro, o la del cercano monasterio de Takshang (El Nido del Tigre), colgado en una pared vertical a 3.140 metros de altura. Alcanzarlo supone tres horas de subida bajo los pinos para salvar casi un kil¨®metro de desnivel. Al llegar, al viajero le quedan 60 escalones para asomarse al v¨¦rtigo de la monta?a mientras escucha los mantras que rezan los monjes junto a las l¨¢mparas de mantequilla.
Om mani padme um (la flor est¨¢ en el loto), una oraci¨®n omnipresente tambi¨¦n en las construcciones m¨¢s representivas de But¨¢n, los dzongs. Son las fortalezas que comparten el poder civil y el clero, herencia de la diarqu¨ªa implantada durante siglos. El de Trongsa, instalado en un risco, es el m¨¢s imponente: anta?o era la llave entre el Este y el Oeste. Sin embargo carece de la refinada decoraci¨®n que ha hecho famoso al de Punakha, la antigua capital. S¨®lo el de la nueva, Thimpu (46.000 habitantes), permanece cerrado al turismo. Es la oficina del rey, Jigme Singye Wangchuck, el ¨²nico butan¨¦s que, con su familia, disfruta de apellido. Pero la principal ciudad ofrece otros atractivos arquitect¨®nicos (biblioteca nacional, museo de tradiciones populares, templos con bellas pinturas...) o sociales (aqu¨ª recalan butaneses de numerosas etnias). Adem¨¢s debe de ser la ¨²nica capital del mundo sin sem¨¢foros.
'Videoclips' entre monta?as
Una vez al a?o, la mayor¨ªa de los dzongs y numerosos monasterios butaneses albergan los festivales religiosos (tseshu), la gran fiesta. Danzas y m¨¢scaras en honor de Guru Rinpoche, quien trajo el budismo en el siglo VIII. Comenz¨® a revelar su doctrina en el valle de Bumthang, considerada a¨²n la zona m¨¢s sagrada del pa¨ªs (por eso est¨¢ prohibido vender tabaco). Es tambi¨¦n una de las m¨¢s bellas para caminar por bosques de rododendros y descender por laderas a m¨¢s de 3.000 metros donde pastan los yaks.
En las aldeas de Bumtang, con sus casonas decoradas y sus yuntas de bueyes, la sensaci¨®n de recorrer un gigantesco museo se quiebra al pasar frente a una televisi¨®n con un videoclip. Milagros de una parab¨®lica que tambi¨¦n sirve para tender la ropa. La peque?a pantalla comienza a llegar a las aldeas. Es la distracci¨®n de moda, la caja por la que entra el mundo de m¨¢s all¨¢ de las monta?as. En But¨¢n, que tiene a gala medir, adem¨¢s del producto interior bruto, la "felicidad nacional bruta", lo viejo y lo nuevo empiezan a librar batalla. Y el escenario es grandioso.
GU?A PR?CTICA
C¨®mo ir
La compa?¨ªa a¨¦rea nacional, Drukair (dos aviones), es la ¨²nica que vuela a But¨¢n. Tiene vuelos desde Delhi, Katmand¨², Bangkok y Calcuta. El ¨²nico acceso por tierra es la frontera con la India en Phuentsholing.
Con qui¨¦n ir
But¨¢n no permite a los turistas viajar por libre. Deben hacerlo, solos o en grupo, a trav¨¦s de una agencia butanesa. El precio por d¨ªa (gesti¨®n del visado, desplazamientos, hotel, comidas y gu¨ªa incluidos) es de unos 200 euros diarios en temporada alta y 165 en baja. Agencias:
- Chhundu Travels www.chhundu.com.bt
- Etho Metho Tours www.ethometho.com
M¨¢s informaci¨®n
- Departamento de turismo de But¨¢n (www.tourism.gov.bt)
- www.bootan.com.
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