Bush no quiere al embajador de M¨¦xico

La tarde del jueves, los diplom¨¢ticos de Naciones Unidas estaban pendientes, como todo el mundo, de la televisi¨®n. Pero, como los c¨®cteles nunca faltan, algunos se acercaron a la sede de la misi¨®n griega. Era la despedida del embajador italiano ante la ONU, Sergio Vento, que en adelante ser¨¢ el nuevo embajador italiano en Washington. Aunque la invitaci¨®n lleg¨® sobre la marcha, varios embajadores se acercaron para saludar a su colega. La misi¨®n griega sirvi¨® el vino tradicional del pa¨ªs, el retsina, y otros tragos. Pero no fue el efecto de la bebida lo que activ¨® la adrenalina de los diplom¨¢ticos. Ya ven¨ªan cargados. El asunto de cotilleo favorito: que se cargan a Adolfo Aguilar Z¨ªnser, el embajador de M¨¦xico.

Los problemas de Aguilar Z¨ªnser no son de ayer. Ya en octubre, este acad¨¦mico en relaciones internacionales, de 54 a?os, que ha pasado por las universidades de Harvard y Georgetown, fue objeto de un comentario lapidario que le hizo del presidente George W. Bush al presidente de M¨¦xico, Vicente Fox.

?Qu¨¦ pas¨®? Aguilar Z¨ªnser interven¨ªa activamente en la elaboraci¨®n de la resoluci¨®n 1.441 sobre Irak junto con el entonces embajador franc¨¦s ante la ONU, Jean-David Levitte, actual representante diplom¨¢tico de Francia ante Washington.

El embajador mexicano sosten¨ªa que no se pod¨ªa concebir una resoluci¨®n que autorizara impl¨ªcitamente el uso de la fuerza si Sadam Husein no cumpl¨ªa las exigencias de la resoluci¨®n que se pretend¨ªa aprobar. Despu¨¦s de ocho semanas de trabajo a uno y otro lado del Atl¨¢ntico -entre el canciller franc¨¦s, Dominique de Villepin, y el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell- la resoluci¨®n sali¨® adelante. Y Aguilar Z¨ªnser aport¨® su grano de arena.

Las tensiones volvieron a flor de piel la semana pasada, cuando, en una reuni¨®n del consejo, Aguilar Z¨ªnser fue el ¨²nico de los embajadores que cuestion¨® la legalidad de un ataque militar sin que el asunto fuera decidido por el Consejo de Seguridad. Seg¨²n explic¨® a sus colegas, la 1.441 -al menos tal cual lo hab¨ªan explicado el 8 de noviembre de 2002 los embajadores de Estados Unidos, John Negroponte, y del Reino Unido, Jeremy Greenstock- no ten¨ªa gatillo oculto alguno. Pero la realidad es que s¨ª lo hab¨ªa, y Estados Unidos no escondi¨® desde hac¨ªa largos meses su deseo de activarlo.

A comienzos de esta semana, los embajadores d¨ªscolos -Aguilar Z¨ªnser y Juan Gabriel Vald¨¦s, de Chile- fueron advertidos, seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas solventes, desde sus respectivas canciller¨ªas de que deb¨ªan olvidarse del verbo "condenar". Se pod¨ªa "lamentar" todo lo que se quisiera la deriva hacia la guerra, pero condenar, no. A su manera, el embajador Vald¨¦s lo reconoci¨® en un emotivo discurso el pasado martes. "No es ¨¦ste el momento de las recriminaciones", dijo.

"Que los norteamericanos se lo quieren cepillar, no hay duda. Que Aguilar Z¨ªnser es un hombre inteligente, con peso pol¨ªtico, tampoco. Pero, seguramente, sus enemigos en M¨¦xico est¨¢n aprovechando la hostilidad de los norteamericanos hacia ¨¦l", dijo una fuente diplom¨¢tica espa?ola. "Quiz¨¢ todo sea un intento de condicionarle ahora que M¨¦xico asume la presidencia del Consejo de Seguridad y el asunto de Irak est¨¢ caliente", a?adi¨®.

El embajador espa?ol ante la ONU, Inocencio Arias, mencion¨® en sus telegramas a la ministra Ana Palacio que Aguilar Z¨ªnser y Vald¨¦s se opon¨ªan con mayor fuerza a la guerra que sus respectivos Gobiernos. "Cuando Chencho vio que los norteamericanos estaban atiz¨¢ndoles a ambos, dej¨® de mencionarles. No quer¨ªa que le utilizaran", dijo la fuente.

Aguilar Z¨ªnser, antiguo zar de la Seguridad Nacional del Gobierno mexicano y amigo personal del presidente Fox, es consciente de que Estados Unidos y sus enemigos quieren quitarle. "?l no cree que el presidente Fox le vaya a abandonar", dijo una fuente diplom¨¢tica.