"La Gran Librer¨ªa Mundial del Raval"
Un entusiasta preg¨®n de Enrique Vila-Matas inaugura el nuevo local de La Central, que ofrecer¨¢ 100.000 libros
-?Qu¨¦ pasa aqu¨ª, que hay tanta gente?
-Inauguran una librer¨ªa -responde el escritor.
-?Pero si aqu¨ª ya hab¨ªa una!
Diez minutos antes de las ocho de la tarde de ayer, una peque?a multitud se arremolinaba, impaciente, ante la fachada de la antigua capilla de la Miseric¨°rdia de la calle de Elisabets n¨²mero 6 de Barcelona. Acud¨ªan a la inauguraci¨®n de la nueva librer¨ªa La Central del Raval, que desde anoche complementa la oferta cultural de Ciutat Vella.
Unos minutos despu¨¦s se abr¨ªan las puertas. Y todos, en tropel, empezaron a indagar entre las mesas y las estanter¨ªas. Aunque seg¨²n record¨® a la concurrencia Antonio Ram¨ªrez, responsable de la librer¨ªa, la cosa s¨®lo hac¨ªa que empezar: "Faltan muchos libros. Una librer¨ªa que empieza hoy es como una p¨¢gina en blanco o como los bloques de plastilina a los que un ni?o tiene que dar forma". Por ahora ofrece unos 45.000 libros, pero llegar¨¢ a albergar 100.000.
En los escaparates, que ocupan los laterales del acceso, libros sobre la guerra y sobre la lectura, la memoria y la tolerancia, tema de la revista que los responsables de la librer¨ªa entregaron a los asistentes a la fiesta.
Escritores, editores, libreros, much¨ªsimos lectores, acompa?aron ayer el nacimiento de La Central del Raval. Aunque si tenemos que hacer caso a Enrique Vila-Matas, que pronunci¨® el preg¨®n inaugural encaramado al altillo que divide en dos la altura de la nave, quiz¨¢ m¨¢s de uno la empiece a llamar la "Gran Librer¨ªa Mundial del Raval".
Antes de este bautizo laico oficiado por el autor de El mal de Montano, hubo tiempo para inspeccionar el local. En efecto, La Central del Raval, hermana de la librer¨ªa especializada en humanidades La Central, de la calle de Mallorca de Barcelona, sustituye en la antigua capilla de la Miseric¨°rdia, construida en el siglo XVII, a dos tiendas de libros, el Hogar del Libro y la Llibreria del Raval. Esta ¨²ltima era propiedad del Grup 62, que mantiene el 40% del accionariado de la nueva. La librer¨ªa ten¨ªa que haberse inaugurado el pasado oto?o, pero las obras, dirigidas por el arquitecto Enric Granell, se retrasaron.
Ayer por la ma?ana los operarios todav¨ªa daban los ¨²ltimos retoques. Y cuando la masa lectora -ayer fue exactamente eso, por lo menos en relaci¨®n con sus 800 metros cuadrados- accedi¨® al interior a¨²n ol¨ªa a pintura.
A pintura blanca, que junto a una disposici¨®n m¨¢s despejada de mesas y librer¨ªas y el entarimado de madera oscurecida que tambi¨¦n luce La Central de la calle de Mallorca, son sus se?as de identidad. Y un mayor aprovechamiento del espacio en comparaci¨®n con sus antecesoras. A la izquierda de la nave se abre una nueva ala, antes reservada a almac¨¦n. All¨ª se suceden las secciones hasta llegar al espacio dedicado a discos -m¨²sica cl¨¢sica y jazz- y a la cafeter¨ªa. Por el camino se pod¨ªa adivinar el s¨®tano, donde se ubicar¨¢ la sala de actos. El bar, en una de cuyas paredes se pod¨ªan ver unas animaciones realizadas por ordenador por el artista Arnal Ballester, tiene entrada por la calle de Ramalleres.
En fila india, y echando mano a los canap¨¦s y las copas en cuanto se ten¨ªa la menor oportunidad, los asistentes iban cruzando comentarios con los que circulaban en direcci¨®n contraria. Algunos, seguramente esos sospechosos estudiantes que est¨¢n tomando las calles y algo m¨¢s en los ¨²ltimos d¨ªas, aprovechaban para preguntarse si ma?ana se encontrar¨ªan "en la autopista".
A las ocho y media, percusiones a cargo del grupo A Paso de Cebra. Hab¨ªa tanta gente que muchos tem¨ªan, cuando terminaron al ritmo de algo que se parec¨ªa a una conga, que a alguien se le ocurriera ponerse a bailar. Tambi¨¦n hubo teatro, con la representaci¨®n de fragmentos de los cl¨¢sicos Romeo y Julieta, La vida es sue?o, La metamorfosis y Esperando a Godot por la troupe Bida. Luego llegaron las palabras de Vila-Matas, que compar¨® la imagen de hace unos d¨ªas de la librer¨ªa, a¨²n en construcci¨®n, con esa foto de una biblioteca que resisti¨® a los bombardeos sobre Londres en la II Guerra Mundial. Los tres hombres de la foto, dijo, "tratan de salir adelante pese a las dificultades, afirmando el derecho de todos a preguntar y tratar de entender". "Como nosotros lo hacemos en esta librer¨ªa que ya est¨¢ en marcha", continu¨®. Recordando a dos autores como Franz Kafka y el Joseph Conrad de Nostromo, Vila-Matas celebr¨® que la literatura tiene "la capacidad, como algunos relojes, de adelantarse" a los acontecimientos. "Que estemos aqu¨ª echa por tierra la idea de que la literatura no sirve para nada". Al final, m¨¢s m¨²sica con Tandoori Lenoir. Y ma?ana, y pasado, m¨¢s.
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