Refinado, pero perezoso

El Mazda 2 es un utilitario de estilo refinado y con una agradable sensaci¨®n de amplitud en el interior. Es m¨¢s alto de lo normal y permite ir sentado de forma m¨¢s natural, pero el volante s¨®lo se regula en altura y no se puede acercar o alejar como en otros rivales. Por lo dem¨¢s, tiene todos los mandos a mano y un tacto m¨¢s fino de lo habitual entre los coches de este tama?o.

Bien en ciudad y justo en carretera

Aunque el motor 1.4 16v. de 80 CV es la versi¨®n intermedia en gasolina, se queda justo para el tama?o y peso del coche. Tiene un funcionamiento suave y silencioso, y responde con fuerza casi desde el ralent¨ª, lo que permite circular con agilidad en ciudad. Sin embargo, el cambio manual de cinco velocidades lleva las marchas muy largas y le resta br¨ªo. Si a esto le unimos un peso elevado, una carrocer¨ªa voluminosa y las ruedas opcionales m¨¢s anchas (195/50/ 15) que montaba la unidad de pruebas tendremos unas prestaciones justas y una respuesta perezosa en carretera.

El Mazda 2 tarda en acelerar y ganar velocidad, se queda en las subidas obligando a reducir y le falta nervio al adelantar. Tampoco es brillante por encima de 4.500 revoluciones, porque le cuesta llegar al r¨¦gimen m¨¢ximo -6.000 vueltas-, aunque puede mantener velocidades de crucero correctas si se utiliza el cambio con decisi¨®n. Adem¨¢s, la palanca queda muy a mano y tiene un accionamiento r¨¢pido y preciso que facilita su uso.

Estas carencias se trasladan a los consumos porque para mantener ritmos vivos hay que estirar las marchas m¨¢s de lo normal. As¨ª, gasta unos 7 litros en conducci¨®n tranquila, sube a 9 en ciudad y puede pasar de 10 si se le exige.

Estable y preciso

El peque?o Mazda ofrece un comportamiento din¨¢mico equilibrado, con un tacto preciso y un toque deportivo que permite disfrutar conduciendo y no sacrifica el confort. En carreteras amplias y autopista circula con el aplomo y seguridad de coches m¨¢s grandes: absorbe bien los baches, da sensaci¨®n de solidez y mantiene los trazados con fidelidad. Y en zonas viradas es ¨¢gil, apenas acusa las inercias de su voluminosa carrocer¨ªa y se mueve con soltura.

El conjunto se completa con unos frenos que paran bien el peso e incluyen ABS de serie. Y el resultado es una conducci¨®n suave y agradable que permite afrontar trayectos largos con comodidad. Las ruedas anchas opcionales aumentan el agarre y hacen dif¨ªcil que pierda la trayectoria en los virajes, incluso a ritmos r¨¢pidos. Pero s¨®lo aportan esta ventaja y no son una opci¨®n recomendable con este motor.

Por lo dem¨¢s, se echa de menos una mejor insonorizaci¨®n porque deja sentir algunos ruidos aerodin¨¢micos y de rodadura. Y el control de estabilidad ESP, que de momento s¨®lo est¨¢ disponible como opci¨®n en los motores 1.6 gasolina y 1.4 turbodi¨¦sel.