"Nuestra informaci¨®n se aprovecha como propaganda"

A pocos metros de la sede de Al Yazira en Bagdad caen bombas que hacen saltar los cristales de las viejas ventanas de ese peque?o edificio de tres plantas a orillas del Tigris. Rodeado de varios ministerios, su posici¨®n es estrat¨¦gica. En la azotea, los c¨¢maras de televisi¨®n se resguardan con los sacos de arena que siguen all¨ª desde la primera guerra del Golfo. Lo cuenta Diyar al Oman, corresponsal permanente en Bagdad de la citada emisora ¨¢rabe, que desde Qatar, v¨ªa sat¨¦lite, llega a m¨¢s de 30 millones de espectadores.

Para la cobertura de la guerra, Al Yazira ha reforzado su equipo con otros tres periodistas: un palestino en la capital, un sirio en Basora y un jordano en Mosul. Este ¨²ltimo fue detenido recientemente, durante cinco horas, por el Partido Democr¨¢tico de Kurdist¨¢n. "Se produjo un malentendido acerca de una informaci¨®n que hab¨ªa difundido. Afortunadamente se aclar¨® a tiempo", explica el reportero iraqu¨ª Diyar al Oman. ?l mismo, hace unos meses, tuvo problemas cuando el Ministerio de Informaci¨®n de Irak prohibi¨® a Al Yazira seguir trabajando. Hab¨ªa dicho "r¨¦gimen" en lugar de "Gobierno" de Irak, seg¨²n una fuente cercana. En respuesta, Al Yazira cerr¨® sus estudios en Bagdad durante tres d¨ªas. Finalmente, y tras muchas presiones, el Ministerio de Informaci¨®n iraqu¨ª cedi¨®, y el corresponsal Diyar al Oman pudo mantenerse en su puesto.

Al Oman afirma que "mucha gente" ve las emisiones de Al Yazira en Irak a pesar de que est¨¢ prohibida la televisi¨®n por sat¨¦lite. Es cuesti¨®n de dinero. "Hay iraqu¨ªes que instalan la antena parab¨®lica de forma clandestina. Si las autoridades lo descubren, ponen una multa y confiscan el aparato". El corresponsal niega, sin embargo, que sean encarcelados. Otros sostienen lo contrario.

En el edificio de Al Yazira se captan por sat¨¦lite cadenas extranjeras. Pero ya no se ve CNN. Las autoridades expulsaron a los corresponsales y bloquearon la recepci¨®n de la emisora. Diyar al Oman prefiere el estilo de la BBC, que considera "muy objetivo". No le hacen mella las cr¨ªticas del extranjero contra la emisi¨®n de im¨¢genes de soldados prisioneros estadounidenses vistas en todo el mundo a trav¨¦s de Al Yazira, cadena a la que se ha culpado de violar la Convenci¨®n de Ginebra. "Tambi¨¦n ellos muestran los prisioneros y las v¨ªctimas iraqu¨ªes. Nosotros informamos, son otros los que aprovechan nuestra informaci¨®n como propaganda, ya sea por un lado o por el otro".

Al Yazira tuvo que comprar las im¨¢genes de los prisioneros de guerra a la televisi¨®n estatal. Aunque lo solicit¨®, no obtuvo de las autoridades iraqu¨ªes el permiso de filmar por sus propios medios a los soldados norteamericanos capturados. Iraqu¨ªes en el exilio lamentan que en los ¨²ltimos tiempos la cadena de noticias ¨¢rabe se haya puesto del lado de Sadam y emita las arengas del dictador para incorporarse a la lucha.

Desde el inicio de la operaci¨®n militar, la labor de los corresponsales las coordina el delegado en Bagdad de Al Yazira, Faisal al Yasiri, por tel¨¦fono desde Damasco. No regresa a Irak porque, seg¨²n sus palabras, "ya ha habido varios muertos por los bombardeos en la carretera que va desde la frontera con Siria".

Al Yasiri, iraqu¨ª chiita, estudi¨® en Alemania Oriental y en Austria y es un reconocido cineasta. "El r¨¦gimen iraqu¨ª no obstruye la labor de los periodistas de esta televisi¨®n sat¨¦lite como lo hacen otros Gobiernos de pa¨ªses ¨¢rabes. Es el caso de Siria, donde a Al Yazira no se le permite siquiera la instalaci¨®n de una oficina", dice.