Los generales Milans del Bosch y Armada, destituidos tras el fracaso del golpe militar
Medios militares de toda solvencia y alta responsabilidad nacional declararon ayer a EL PAIS que el golpe de mano
contra el Congreso de los Diputados no puede sustanciarse con el f¨¢cil recurso a la audacia de un loco: el teniente coronel Tejero. Hay que sacar las consecuencias en profundidad, se?alaron con toda energ¨ªa, y proceder a practicar la cirug¨ªa. que el caso reclama. Esta ha sido la actitud adoptada por el Gobierno, que destituy¨® ayer a los generales Milans del Bosch y Alfonso Armada. El comportamiento, del teniente general Milans del Bosch se enjuicia en esos medios castrenses con la mayor severidad. Los datos que por todas partes afluyen confirman que los planes del hasta ahora capit¨¢n general de Valencia estaban en clara conexi¨®n, por anticipado, con la acci¨®n de los sediciosos. Soldados encuadrados en la divisi¨®n Maestrazgo
n¨²mero 3, con sede en Valencia, han confirmado que oficiales de estas unidades anticiparon a las cinco de la tarde del lunes que el capit¨¢n general de la regi¨®n se propon¨ªa dictar un bando unas horas m¨¢s tarde.
Tambi¨¦n testifican que los tanquistas comenzaron a preparar la puesta en marcha de los carros a su cargo minutos antes de las cinco de la tarde, y que su salida hacia la capital del Turia tuvo lugar no m¨¢s tarde de las 17.15 horas, casi hora y media antes de la irrupci¨®n de los golpistas.
El teniente general Milans del Bosch no cumpli¨® anoche la orden de arresto personal que le dio el jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito de Tierra, general Gabeiras, a quien debe sumisi¨®n y disciplina, como m¨¢xima autoridad que es en la cadena de mando militar. Seg¨²n los, t¨¦rminos de esa orden, el capit¨¢n general de Valencia deber¨ªa haber resignado el mando en el gobernador militar de la plaza, general Caruana, y haberse recluido en su propio domicilio.
El general Caruana, que fue destituido en el d¨ªa de ayer, se neg¨® a arrestar al teniente general Milans
del Bosch el pasado lunes, por lo que la Junta de Jefes de Estado Mayor decidi¨® entregar el mando de la III Regi¨®n Militar al responsable de la IV, con sede en Barcelona, teniente general Pascual Galmes. S¨®lo a las seis de
la ma?ana de ayer se logr¨® de Milans la revocaci¨®n de su bando de estado de sitio, y en unos t¨¦rminos equ¨ªvocos y en absoluto satisfactorios, por la reticencia que encierran y las medidas fuera de lugar que continuaba adoptando en la regi¨®n a que se extend¨ªa su jurisdicci¨®n. No acaban aqu¨ª
los fallos ni las tibiezas Inaceptables en el acatamiento disciplinario y constitucional de las altas jerarqu¨ªas militares, seg¨²n las fuentes que valoraron la situaci¨®n para EL PAIS. No s¨®lo los medios castrenses, sino
algunos de los miembros que ayer, como subsecretarios o secretarios de Estado, asumieron excepcionalmente el gobierno de la naci¨®n, coinciden en se?alar la actitud del general Alfonso Armada, reci¨¦n nombrado segundo jefe
del Estado Mayor del Ej¨¦rcito, como claramente favorable a los golpistas, por lo que fue destituido. Frente al comportamiento r¨¢pido y sin titubeos de los tenientes generales de la IV Regi¨®n -con sede en Barcelona-, Pascual
Galmes, de la VI -con sede en Burgos y que incluye en su jurisdicci¨®n a las tres provincias vascas-, Luis Polanco Mejorada, y de la I -con sede en Madrid-, que desmont¨® el dispositivo de la Divisi¨®n Acorazada Brunete, se anota el silencio de Valladolid. C¨ªrculos muy solventes precisan que hasta las 4.30 horas de ayer las regiones militares de Zaragoza y Sevilla se manten¨ªan en dudas. Respecto de la actitud favorable y leal que finalmente adopt¨® la primera, se atribuye una intervenci¨®n clave al director para la
Seguridad del Estado, Francisco La¨ªna, a quien todos reconocen como el mejor hombre de la jornada, junto al Rey. El an¨¢lisis del golpe arroja tambi¨¦n graves responsabilidades sobre los serviciosde informaci¨®n. En
primer lugar, los propios de la Guardia Civil, bajo la autoridad del jefe del Estado Mayor del Instituto, coronel Toquero, que adem¨¢s se encontraba ausente en viaje por Sur¨¢frica. Luego, los del Ej¨¦rcito y los de la Defensa
(CESID), cuya divisi¨®n de involuci¨®n ha tenido un fracaso imperdonable.
Otros observadores se?alan que el lunes, a las diez de la noche, en los s¨®tanos del Cuartel General del Ej¨¦rcito, donde tienen su sede los servicios de informaci¨®n, se daba por ganador al teniente coronel Tejero. Quienes en las ¨²ltimas horas de la tarde del lunes pudieron abandonar el
recinto del Congreso de los Diputados encontraban al otro lado de los muros de granito una situaci¨®n confusa y desordenadaque recordaba lameritablem ente a la que ofrec¨ªan los efectivos poco aguerridos y disciplinados del
teniente coronel Tejero. La chapuza Tejero encontraba un cierto correlato en la acera del hotel Palace. Las fuerzas de la Guardia Civil desplegadas en primera l¨ªnea parec¨ªan en trasvase casi permanente con sus companeros golpistas del interior del Congreso. Hab¨ªa quienes reflejaban, en
ocasiones, simpat¨ªas no disimuladas. Cuando horas antes lleg¨® a las puertas del Congreso el director de la Guardia Civil, general Aramburu Topete, todav¨ªa algunos de los n¨²meros integrados en las huestes de Tejero no
hab¨ªan abandonado los autobuses en que fueron transportados, y po parec¨ªan dispuestos a participar. S¨®lo la intervenci¨®n pistola en mano de un teniente resolvi¨® sus dudas con precipitaci¨®n. Actitud suicida El director
del Instituto Armado intent¨® parlamentar con Tejero, que reaccion¨® amenaz¨¢ndole de muerte. ?Primero te mato y luego me pego un tiro?, asegur¨® el temente coronel sedicioso. Entonces, el coronel Alcal¨¢ Galiano, que acompa?aba a Aramburu Topete y que ten¨ªa a su mando las unidades de Polic¨ªa Nacional desplegadas en segunda l¨ªnea, forcej¨® con uno de los acompanantes de Tejero, ante lo cual otro de los rebeldes, el capit¨¢n Mu?ecas, puso su pistola sobre la espalda del jefe de la Polic¨ªa. En el cuartel general del
hotel Palace la confusi¨®n, el entrecruce de responsabilidades, la anarqu¨ªa del despliegue, donde se daban cita unidades de todas las procedencias, armamentos ligeros de todos los calibres, sin una estructura de mando bien definida, permiti¨® el hecho Incre¨ªble de que casi una compa?¨ªa de Polic¨ªa Militar de la divisi¨®n acorazada Brunete pasara sin dificultad a sumar sus efectivos a los sediciosos. Evitar las deserciones Los paseos intermitentes
del general Aramburu Topete por las l¨ªneas de la Guardia Civil ten¨ªan, al parecer, por objetivo evitar los travases antes mencionados entre los efectivos sediciosos y el cerco exterior. Luego, en el despacho del director del hotel, junto al general S¨¢enz de Santamar¨ªa y algunos
colaboradores, se analizaban las posibilidades de acci¨®n para liberar a los rehenes mediante un asalto. Las condiciones de esa operaci¨®n ten¨ªan sobre todo en cuenta la existencia en el interior de trescientas bocas de fuego
hostiles y de m¨¢s de trescientos rehenes, cuyas vidas deb¨ªan preservarse ante todo. Todo ello aconsejaba a losresponsables de la Polic¨ªa Nacional a demorar esa intervenci¨®n. Por otra parte, el comportamiento valiente y
ejemplar del teniente general Guti¨¦rrez Mellado, puesto de manifiesto por las c¨¢maras de televisi¨®n, podr¨ªa asegurarle su continuidad como vicepresidente para la Defensa en un pr¨®ximo Gobierno, estimaban anoche
medios pol¨ªticos en Madrid.
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