Disidentes

Un socio fundador y un ex ministro viajero que ha recorrido el N¨ªger aparecen como disidentes del PP, contrarios a la pol¨ªtica belicista del aznarismo y de supeditaci¨®n a las malas compa?¨ªas, Bush la peor, seg¨²n sagaz razonamiento de Pastor Ridruejo. Pimentel es un caso aparte en nuestra nueva derecha, capaz de retirarse por problemas de sensibilidad moral, ayer frente a la ley de extranjer¨ªa del PP y ahora con el ¨¢nimo da?ado por esta guerra de matones. Pastor Ridruejo es uno de los fundadores del PP y sus argumentos contrarios al belicismo aznarista podr¨ªan ser los mismos que los de cualquier militante de Comisiones Obreras o miembro de ONG de primera l¨ªnea. Y es que todos esos argumentos se resumen en uno: la repugnancia ante lo que es repugnante.

Cabe suponer que cabeza tan equilibrada y enriquecida por fosfatos naturales, no saharianos, como la de Herrero de Mi?¨®n ha de pronunciarse un d¨ªa de estos con la misma lucidez e independencia que suele exhibir en la cuesti¨®n vasca. Y por ah¨ª deber¨ªa comenzar la ascensi¨®n hasta el nivel del mar de los populares, desde el infierno o el limbo en el que les ha metido su presidente, para pronunciarse disidente y autocr¨ªticamente sobre su corresponsabilidad en esta guerra tan sucia como preventiva.

Como sujeto colectivo pr¨¢cticamente de la tejerista obediencia ciega, el PP se ha situado de espaldas a un 91% de los espa?oles, una mayor¨ªa natural interclasista, plural, que rechaza la guerra, la doble verdad, el doble lenguaje y sin duda la doble contabilidad con que ha sido asumida por Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y su mariachi de urgencia.

La c¨ªnica percepci¨®n de que la contestaci¨®n civil de hoy no va a influir en las elecciones municipales, ni en las auton¨®micas y generales, obliga a los tramoyistas de la protesta a introducir el factor memoria. Que prospere la pena, pero no el olvido. Cuando llegue la hora de votar habr¨¢ que recordar cu¨¢ntos disidentes demostraron que el PP no se comport¨® como una monol¨ªtica asociaci¨®n de guerreros de sal¨®n dispuestos a matar sin pegar ni un tiro, obedientes a dirigentes como Bush y Aznar, librados de la mili por carencias convictas y confesas.