Consecuencia colateral
En estos d¨ªas trabajar en las proximidades del Congreso se ha convertido en una desgracia. Yo tengo la "desgracia" de trabajar muy cerca, en el Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas. Por ello, desde hace m¨¢s de un mes, estoy obligada a soportar los cercos policiales, en todas las calles adyacentes, durante cada una de las comparecencias de Aznar. El estupor de los primeros d¨ªas se ha transformado en indignaci¨®n cuando hoy mi acreditaci¨®n no ha sido suficiente ("en estos d¨ªas no se puede uno fiar de nadie") y me han tenido deambulando, de una calle a otra, durante 20 minutos hasta que por fin me han "cre¨ªdo" y he podido pasar. ?Habr¨¢ influido el hecho de que llevara un cartel de "No a la guerra"? ?Por qu¨¦ otros cortes de "calzadas importantes" son ilegales e incluso merecedores de la intervenci¨®n desmesurada de los antidisturbios y estos cortes continuos no?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.