'Fuenteovejuna' o la par¨¢bola de la justicia del pueblo soberano

Anteanoche, la capital de Murcia celebr¨® en el teatro Romea la inauguraci¨®n de su X Cumbre Flamenca, que organiza la Caja de Ahorros del Mediterr¨¢neo. Para esta sesi¨®n inaugural fue elegida la obra Fuenteovejuna, del Ballet Nacional de Espa?a, ciertamente un espect¨¢culo de belleza dif¨ªcil de superar en los escenarios espa?oles de hoy d¨ªa. La obra fue interpretada por el Ballet Nacional, dirigido por Elvira de Andr¨¦s.

La Cumbre Flamenca de Murcia, en su d¨¦cima edici¨®n, ha despertado m¨¢s expectaci¨®n que ninguna otra anterior, hasta el punto de que las localidades para los cuatro d¨ªas de espect¨¢culos se agotaron con notable antelaci¨®n.

Respecto a la sesi¨®n inaugural, hemos de decir que Fuenteovejuna es la ¨²ltima obra maestra de Antonio Gades, la cual afirma en cada nueva representaci¨®n su condici¨®n de cl¨¢sico. Un cl¨¢sico vivo, lleno de fuerza, con el vigor de las criaturas destinadas a permanecer por los tiempos de los tiempos.

El vigor y la belleza. Fuente-ovejuna parec¨ªa destinada a tomar cuerpo en el ideario pol¨ªtico y est¨¦tico de Antonio Gades, quien la hace posible ahora con su coreograf¨ªa y direcci¨®n. Singularmente, los g¨¦neros folcl¨®ricos tienen una relevancia y un sentido dram¨¢tico extraordinarios. Ah¨ª el flamenco tiene partes de una dimensi¨®n tr¨¢gica escalofriante, como en la escena de la violaci¨®n, que contemplamos sobrecogidos mientras o¨ªmos los terribles ayes siguiriyeros de Palac¨ªn y sus compa?eros.

Antonio Gades ha realizado una obra m¨¢xima en todo lo que de alguna manera forma parte de mundo tan complejo. No son s¨®lo las m¨²sicas y las danzas, es tambi¨¦n la armon¨ªa y coordinaci¨®n sin un solo fallo con que han sido realizados. No es s¨®lo la belleza del vestuario, es el colorido y la funcionalidad de que ha sido dotada, esos tonos ocres tan de la tierra que lo convierten en un elemento dram¨¢tico m¨¢s. No es s¨®lo la luz que ayuda a pintar lo que estamos viendo, es adem¨¢s una luz pict¨®rica que da vol¨²menes y nos recuerda obras inmortales que hemos visto colgadas en los museos.

El Ballet Nacional as¨ª, en bloque, se hace acreedor a una calificaci¨®n ¨¢urea. Y Fuenteovejuna nos deja, una vez m¨¢s, la conciencia de que ese pueblo que ha sido agredido es en verdad el soberano y ejerce como tal la justicia que corresponde. Una reflexi¨®n que, quiz¨¢, podr¨ªamos hacernos ahora mismo cuando el poder parece sordo al clamor del pueblo soberano que llega de la calle.