El cad¨¢ver de Aldo Moro, encontrado ayer en el centro de Roma
En una furgoneta, maniatado y con doce impactos de bala
El asesinato de Aldo Moro, consumado ayer por las Brigadas Rojas tras haber sometido al dirigente democristiano italiano a 55 d¨ªas de cautiverio, presiones y manipulaciones de toda ¨ªndole, ha paralizado la vida pol¨ªtica de Europa. El estupor, la indignaci¨®n y la voluntad de encarar con m¨¢s firmeza y cohesi¨®n la lucha contra el terrorismo han sido puestos de manifiesto por gran parte de las capitales europeas, sobre todo las del Mercado Com¨²n. Algunas han respaldado tambi¨¦n la decisi¨®n de la Democracia Cristiana y del Gobierno italiano de no negociar con los terroristas la vida de su l¨ªder. Al cabo de casi dos meses de angustias y vacilaciones, los partidos y Los sindicatos italianos preparan para hoy una serie de concentraciones en apoyo de la Rep¨²blica y de la democracia.
El cad¨¢ver ensangrentado y atado de pies y manos del ex primer ministro italiano fue hallado a las 12.30 (13.30 hora espa?ola) en el maletero de un coche estacionado entre las oficinas centrales de la Democracia Cristiana y las del Partido Comunista, en pleno centro de Roma. La polic¨ªa, que demor¨® una hora en informar oficialmente sobre el hallazgo, indic¨® que el cuerpo de Moro presentaba entre doce y catorce impactos de bala e iba atado de pies y manos con cadenas. En el coche se encontraron cuatro cartuchos. El Instituto M¨¦dico-Legal de Roma anunci¨® anoche que la autopsia del cad¨¢ver se efectuar¨¢ hoy En principio se cree que su muerte se produjo entre diez y veinticuatro horas antes de la del hallazgo, es decir, entre la medianoche anterior y la madrugada de ayer. La polic¨ªa ha anticipado que Moro recibi¨® una descarga de metralleta en el coraz¨®n, no se sabe a¨²n si en el interior del coche o en una ?c¨¢rcel? del extrarradio de la ciudad. La familia de Aldo Moro hizo saber ayer que, de acuerdo con los deseos que le fueron comunicados por la propia v¨ªctima en una de sus ¨²ltimas cartas, a sus funerales no deber¨¢n asistir los dirigentes de los partidos ni los miembros del Gobierno. La familia Moro no desea, pues, que se realicen funerales oficiales. Las manifestaciones sindicales y pol¨ªticas tendr¨¢n, en consecuencia, s¨®lo un car¨¢cter popular, no religioso. Las reacciones de los partidos, de los sindicatos y de la Iglesia han sido un¨¢nimes y dram¨¢ticas. La radio oficial del Vaticano difundi¨® ayer a todo el mundo, en 32 idiomas, la informaci¨®n del asesinato con el t¨ªtulo de ?la terrible noticia?. L'Osservatore Romano se?al¨® que no basta con condenar la violencia; es necesario -afirma- crear una nueva ?pedagog¨ªa de paz?. Al enterarse de la muerte de Moro, el Papa se retir¨® en silencio a su capilla privada. Anoche, a las ocho, el presidente de la Rep¨²blica, Giovanni Leone, dirigi¨® por televisi¨®n un mensaje a la naci¨®n en el que afirm¨® que las Brigadas Rojas ?han intentado destruir una de las democracias m¨¢s importantes del mundo?. El secretario general del Partido Comunista, Enrico Berlinguer, manifest¨® que los terroristas, al dejar el cad¨¢ver de Moro en las inmediaciones de las oficinas del PC y de la Democracia Cristiana, han querido ?herir la solidaridad entre las fuerzas democr¨¢ticas m¨¢s significativas". El dirigente socialista Bettino Craxi, que en los ¨²ltimos d¨ªas reclam¨® una ?negociaci¨®n humanitaria? para salvar la vida de Moro, afirm¨® que el jefe democristiano ha sido ?v¨ªctima inocente de una crueldad feroz?. Ugo La Malfa, presidente del Partido Republicano, declar¨® que Moro es el ?primer ca¨ªdo heroico de una guerra desatada contra un Estado debilitado. Aceptamos -anticip¨®- el desaf¨ªo y la guerra?.
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