Hermanas
EN LA CASA de Bernarda Alba, la espeluznante obra teatral que Federico Garc¨ªa Lorca concluy¨® en junio de 1936, tras la presentaci¨®n de los personajes, "mujeres de luto", el autor a?adi¨® este lac¨®nico comentario: "El poeta advierte que estos tres actos tienen la intenci¨®n de un documental fotogr¨¢fico". Al margen de cu¨¢l fuera el pensamiento de Lorca al embutir semejante advertencia al comienzo de esta tr¨¢gica obra sobre el amor y la muerte, cuya violencia estalla en el coto cerrado de un grupo familiar femenino, el de Bernarda Alba y sus cinco hijas, es curioso que algunas de las mejores representaciones art¨ªsticas de ese insondable misterio de la fratr¨ªa femenina se hayan realizado en clave fotogr¨¢fica y cinematogr¨¢fica. Tales fueron los casos, por ejemplo, de las tres hermanas de Gritos y susurros (1972), de Ingmar Bergman, y de Hanna y sus hermanas (1985), de Woody Allen, o, m¨¢s recientemente, de las cinco hermanas Lisbon en Las v¨ªrgenes suicidas, la novela de Jeffrey Eugenides que Sof¨ªa Coppola llev¨® al cine con el mismo t¨ªtulo hace un par de a?os.
De todas formas, no creo que hubiera reparado en nada de esto sin haber contemplado la impresionante serie fotogr¨¢fica, 'Las hermanas Brown', inserta en el libro antol¨®gico de Nicholas Nixon (Tf Editores), en el que este fot¨®grafo estadounidense, nacido en Detroit en 1947, nos presenta una formidable secuencia de 27 retratos colectivos, en la que posan, de manera frontal y con el mismo orden, a?o tras a?o, entre 1975 y 2002, su mujer Bebe y sus tres cu?adas Mimi, Laurie y Heather, las cuatro hermanas Brown. Seg¨²n la muy sumaria y modesta explicaci¨®n de Nixon, "las fotograf¨ªas de las hermanas Brown fueron totalmente causales. A todos nos gust¨® mucho una fotograf¨ªa y de ah¨ª el impulso del que sali¨® la idea. La misma que se le ocurre a la mayor¨ªa de los padres".
Aunque sus or¨ªgenes datan de antiguo, la representaci¨®n pict¨®rica de grupos familiares se puso de moda en la Inglaterra del siglo XVIII, llegando a constituir un g¨¦nero aut¨®nomo, el de las Conversation Pieces, una expresi¨®n que cabe traducir como "escenas de conversaci¨®n", porque su pretensi¨®n es que en ellas predomine el efecto natural de una intimidad cotidiana sorprendida sobre cualquier intenci¨®n her¨¢ldica. Desde entonces, sea por v¨ªa de la novela, de la psicolog¨ªa o de los nuevos medios, el mundo contempor¨¢neo no ha podido a¨²n sustraerse de la fascinaci¨®n ante los vericuetos de la profunda trama familiar.
Uniendo la melanc¨®lica introspecci¨®n de los autorretratos de Rembrandt y esa fr¨ªa mirada objetiva, como de "documental fotogr¨¢fico", Nicholas Nixon, con sus "Brown sisters", nos ha mostrado, desde un presente hist¨®rico, todos los tiempos, pasado, presente y futuro, que hay en el Tiempo, lo cual es como, nunca mejor dicho, "revelarnos" el misterio de la existencia mortal, un privilegio de la fotograf¨ªa, g¨¦nero art¨ªstico cuyo origen Roland Barthes emparent¨® con el teatro por su com¨²n naturaleza funeraria.
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