Los santuarios

Ahora EE UU est¨¢ apuntando a Siria e Ir¨¢n. Una vez m¨¢s, nos piden a los de las naciones del mundo que nos unamos contra ellos: son terroristas, distribuyen armas de destrucci¨®n masiva y, en definitiva, son culpables del 11 de septiembre. "No habr¨¢ descanso, ni respiro, ni reposo hasta que los terroristas hayan sido vencidos. Nunca olvidaremos lo que nos hicieron el 11 de septiembre, y haremos todo lo que sea necesario para derrotar a los responsables de ello", dice Powell, en un art¨ªculo bastante asequible, porque lo public¨® Abc el jueves. Volvemos a esa tr¨¢gica fecha como casus belli. Hay personas bastante tontas, como yo mismo, que nos sentimos heridos por Nueva York como por Irak o por Afganist¨¢n: que no est¨¢ exento de amenazas nuevas, porque el General Ministro dice que hay all¨ª residuos de Al Qaeda, que los m¨¢s incr¨¦dulos piensan que no existe. No sabemos a¨²n qui¨¦n hizo la operaci¨®n de septiembre.

Hace raro pensar que, con las dificultades con la guerra de Irak, ellos piensen en extenderla a Ir¨¢n y a Siria y a otros pa¨ªses en la t¨¢ctica de "fichas de domin¨®" que ya sali¨® en Vietnam: L¨ªbano dice que un ataque a Siria ser¨ªa tambi¨¦n contra ¨¦l. Hay otros recuerdos de aquella guerra: cuando no se pod¨ªa ganar en Vietnam se ampli¨® a Camboya, a Laos: se aplic¨® la idea de los "santuarios", la de que esos pa¨ªses serv¨ªan de refugio y de abastecimiento de armas y material a los vietnamitas. Se aplic¨®, tambi¨¦n, la t¨¢ctica de "escalada": aumentar los golpes a medida que aumentaban las resistencias. Fueron estrategias dise?adas por ordenadores de Harvard que comenzaron a fracasar en el instante en que se aplicaron, y condujeron a la derrota que se dijo que fue la primera de EE UU.

Quiz¨¢ la historia encuentre otras, y probablemente la retirada de Corea sin deshacer la zona comunista fue una derrota que ahora tambi¨¦n quieren vengar. Parece que los ordenadores no se han desactivado: Afganist¨¢n dio idea de otra cosa, con su guerra rel¨¢mpago -y ahora vemos que no termin¨® nunca, y que a¨²n mueren soldados americanos-, pero Irak hace renacer la sensaci¨®n de escalada y de la invasi¨®n lenta, con m¨¢s material del previsto y, desde luego, sin el triunfalismo previo. Desde el pensamiento civil no parece pr¨¢ctico, como todas las venganzas, pero el pensamiento civil muere cuando empieza el militar; y muere el civil mismo si no escapa a tiempo.