Carta a Alicia Moreno

Quiero expresar mi profunda decepci¨®n por la decisi¨®n tomada por la consejera de las Artes, Alicia Moreno, de aceptar su participaci¨®n en la candidatura a la alcald¨ªa en las listas del PP. La decepci¨®n es tanto mayor cuanto que yo, como tanta gente, s¨ª hab¨ªa cre¨ªdo hasta ahora en la integridad moral de Moreno. Causa tristeza verla en las listas de un partido responsable de la organizaci¨®n de la invasi¨®n de Irak, junto a personas como Alberto Ruiz-Gallard¨®n, que no ha pronunciado una sola palabra de condena contra esta guerra, o de Ana Botella, que, incluso, ha expuesto expl¨ªcitamente no tener ning¨²n problema de conciencia ante los acontecimientos que estamos presenciando.

Para Fraga lo importante no son los muertos, ya que, si no, habr¨ªa que suprimir el tr¨¢fico. El argumento de Alicia Moreno no es tan obsceno. Habla de independencia, libertad y otras palabras bonitas como justificaci¨®n de su embarque en el partido de la guerra. Moreno no puede creerse lo que dice.

Habitualmente se trata de desprestigiar a los pacifistas tach¨¢ndolos de d¨¦biles y pusil¨¢nimes. Sin embargo, esos d¨¦biles y pusil¨¢nimes, tantas veces an¨®nimos, poseen una fibra moral m¨¢s dura que el acero, y el ejemplo de Alicia Moreno, al renunciar a la integridad moral frente a un confuso argumentario de fidelidad al jefe, lo demuestra una vez m¨¢s.

Dentro de alg¨²n tiempo esta guerra habr¨¢ terminado. Irak habr¨¢ sido conquistada seg¨²n los planes de los invasores. Sadam Husein habr¨¢ sido expulsado del poder. La democracia de los vencedores reinar¨¢ felizmente en Irak. Los opositores a la guerra habr¨¢n sido convenientemente sometidos al escarnio p¨²blico y Alicia Moreno, que ha sabido situarse con anticipaci¨®n en el lado bueno, ser¨¢ la progresista e independiente organizadora de conmovedores conciertos y espect¨¢culos por los damnificados de la guerra.