D¨ªa del Libro

Pronto ser¨¢ el D¨ªa del Libro en Espa?a. Y volver¨¢ a leerse el Quijote en el C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid durante dos d¨ªas. Y tambi¨¦n en ese C¨ªrculo ser¨¢ la final del concurso de lectura en alto para colegiales que organiza la Asociaci¨®n de Editores. Se comprar¨¢n algunos libros m¨¢s por el descuento en las calles y librer¨ªas, especialmente en Barcelona, que gozar¨¢ de un clima maravillosamente abrile?o. Pero creo que donde debe celebrarse es en las bibliotecas y en los institutos de ense?anza secundaria. Mayor n¨²mero de bibliotecas de cualquier tipo que est¨¦n m¨¢s cerca de la gente en los barrios, con m¨¢s fondos en sus estantes para prestar y m¨¢s personal para poder abrirlas en fines de semana enteros y m¨¢s salas de estudio para estudiantes abiertas incluso hasta altas horas es lo que necesitamos en Espa?a. Ya lo dec¨ªa Emilia Pardo Baz¨¢n (1851-1921), la m¨¢s grande lectora espa?ola que conocemos (salvo Men¨¦ndez y Pelayo, seg¨²n dicen), en un art¨ªculo de 1910 en La Ilustraci¨®n Art¨ªstica: "El cerebro nacional est¨¢ tan necesitado de que lo desmonten, aren y siembren como los eriales y los enormes descampados del centro de Espa?a. Porque necesitamos leer, y de la lectura saldr¨¢ la reflexi¨®n, y de la reflexi¨®n, la extirpaci¨®n de muchos y muy b¨¢rbaros errores...". La escritora espa?ola m¨¢s cosmopolita sab¨ªa de lo que hablaba. Y ella, a la que no se le ha honrado con ocasi¨®n de ser hace dos a?os su 150? aniversario, y a la que no se le reconoce ahora, como no la admitieron en la Real Academia en su ¨¦poca, su defensa de la igualdad de la mujer ante la ley, en la instrucci¨®n codo a codo con los compa?eros masculinos o en el derecho al trabajo para mantenerse dignamente, deber¨ªa recibir el peque?o homenaje (que ella disfrutar¨ªa much¨ªsimo) de que se leyeran, por ejemplo, algunos de sus numerosos cuentos en esos institutos o salas de bibliotecas.