Ca¨®tico reparto de ayuda en el puerto de Um Qasr
El Ej¨¦rcito espa?ol tuvo que interrumpir ayer el suministro de agua y alimentos a los iraqu¨ªes ante la avalancha humana
Los soldados espa?oles se dejaron la piel. Conten¨ªan como una muralla humana a los cientos de iraqu¨ªes que trataban de alcanzar una botella de agua y un paquete de comida. Los reten¨ªan durante un rato. Pero de nuevo empujaban los iraqu¨ªes. Ganaban ¨¦stos terreno a los soldados. Hombres y mujeres. Ancianos y ni?os. Una muchedumbre que trataba de obtener agua y comida. Manos alzadas hacia el agua. Hacia los soldados. Forcejeos. Un gran tumulto. Hubo buena voluntad. Pero se hizo mal. Como los anteriores repartos: caos. Aunque en esta ocasi¨®n el pillaje pudo evitarse. S¨®lo 20 horas despu¨¦s de que el buque anfibio Galicia atracara en el puerto iraqu¨ª de Um Qasr, el Ej¨¦rcito espa?ol comenz¨® ayer el reparto de ayuda tra¨ªda de Espa?a. Pero se qued¨® a medias. Tuvo que abandonar.
Durante algo menos de 60 minutos los infantes de Marina del Primer Batall¨®n de la Armada con base en San Fernando (C¨¢diz) lucharon para tratar de que la entrega de las raciones especiales de comida para musulmanes tra¨ªdas desde Espa?a fuera digna. Pero no lo lograron. Aunque ellos aseguraban que hubieran resistido. Pero recibieron ¨®rdenes de retirarse ante el color que estaban adquiriendo los acontecimientos. "?Dile al capit¨¢n Picallo que aqu¨ª hay dos tipos dando mucha murga!", gritaba un sargento a otro pidiendo refuerzos. El de la murga era un listo. Como muchos de los espabilados iraqu¨ªes que ayer pasaron hasta cinco veces por el cami¨®n en el que se daba ayuda a cada iraqu¨ª. El problema es que no hab¨ªa fila. No hab¨ªa listas. S¨®lo hab¨ªa gente, una muchedumbre queriendo obtener algo. Lo que fuera, y que fuera reconocible para ellos. Por eso tiraban, nada m¨¢s abrir el paquete, las tabletas potabilizadoras de agua y las pastillas para encender fuego.
Desde dos camiones del Ej¨¦rcito, cuatro soldados entregaban la botella de agua y la raci¨®n de campa?a a quienes poco a poco iban dejando pasar sus compa?eros de filas. Se eleg¨ªa a la gente al azar. No hab¨ªa otra manera. Los infantes de Marina hab¨ªan creado un c¨ªrculo humano con el que proteg¨ªan los veh¨ªculos cargados con el reparto. Pasi¨®n Portillo, 21 a?os, natural de Villamart¨ªn (C¨¢diz), rescataba a ni?os de los brazos de sus familiares, que los ofrec¨ªan a la soldado para acercarlos hasta la ayuda. Con el fusil de asalto cruzado sobre el pecho, manejaba ni?os a toda velocidad. "?Aqu¨ª, Pasi¨®n!", le gritaba otro soldado para que Portillo fuera a hacerse cargo de otro peque?o, esmirriado. "?Se nos van a echar por tres frentes!", advert¨ªa un teniente. "?C¨®mo organizas esto? Dime t¨² c¨®mo organizas esto", preguntaba un oficial a otro. Con cara de circunstancias, un oficial de Marina se excusaba: "Llegamos ayer". Como se excus¨® el almirante Juan Antonio Moreno Susanna: "He decidido retirar a mis hombres ante el cariz que tomaban los acontecimientos y para evitar males mayores". A partir de ahora, indic¨® el almirante, "continuaremos con el reparto a trav¨¦s de la autoridad local".
Un padre iraqu¨ª con su ni?ita en brazos fue conducido por los soldados espa?oles al buque que porta dos hospitales completos. La ni?a ten¨ªa heridas en la cabeza como consecuencia de que se hab¨ªa desplomado el tejado de su vivienda tras una explosi¨®n. Hani sali¨® del barco con una venda nueva en la cabeza. Su padre llevaba en la mano una gasa empaquetada y un botecito de betadine.
Acceso restringido al buque 'Galicia'
Andrew Bonfante es el hombre que ayer hizo posible la asistencia de los periodistas espa?oles a la entrega de la ayuda enviada desde Espa?a. Mayor del Ej¨¦rcito brit¨¢nico, act¨²a con profesionalidad y educaci¨®n. Con una sonrisa atiende a la multitud de periodistas que cada d¨ªa se vuelcan sobre el mostrador del centro de prensa en Kuwait pidiendo respuestas. Este oficial brit¨¢nico realiz¨® ayer su trabajo. Facilit¨® que los informadores espa?oles acreditados en Kuwait pudieran llegar hasta el buque anfibio Galicia atracado en el puerto iraqu¨ª de Um Qasr. Franque¨® la frontera. Gestion¨® los salvoconductos que dejaron v¨ªa libre a los periodistas para pasar los controles del Ej¨¦rcito de Kuwait que impiden cruzar a Irak. Bonfante es de Gribaltar. Por eso, ayer algunos reporteros espa?oles le dijeron en broma, como gui?o de agradecimiento a su labor, "?Espa?a gibraltare?a, Andrew!". Bonfante hizo el trabajo que no realiz¨® el Ministerio de Defensa espa?ol. Si no hubiera sido por Bonfante, los periodistas habr¨ªan contemplado el reparto de ayuda a los iraqu¨ªes a trav¨¦s de televisi¨®n. TVE s¨ª tuvo acceso al Galicia. El resto de la prensa, no. El representante de Defensa ante la prensa, Manuel Rodr¨ªguez, inform¨® a los reporteros que el "acceso no estaba permitido". Quiz¨¢ Bonfante s¨ª consiga que todos los periodistas espa?oles puedan visitar el buque que ha traido la ayuda enviada desde Espa?a.
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