?Democracia sin ira?

La publicidad aparecida en la p¨¢gina 15 del diario el mi¨¦rcoles 9 de abril me ha dejado estupefacto. Resulta ahora que no se justifica la ira (ni la indignaci¨®n, c¨®lera o exasperaci¨®n, ll¨¢menlo como quieran) que hemos sentido la inmensa mayor¨ªa de quienes vivimos en este pa¨ªs al ver lo mal que mienten nuestros gobernantes y lo est¨²pidos que creen que somos. Que si un avi¨®n militar "pudo o no pudo repostar" sobre territorio espa?ol, que "si a m¨ª me pidieran mi opini¨®n sobre la guerra, yo tambi¨¦n dir¨ªa que estoy en contra", que el hotel Palestina "estaba tomado por iraqu¨ªes", y tantas otras obscenidades con las que estos se?ores y se?oras nos han querido vender la bondad e inevitabilidad de esta guerra.

Recomiendo a cualquier persona de bien que lea (o relea), tres p¨¢ginas m¨¢s atr¨¢s en el mismo diario, la muy reveladora entrevista con Hans Blix, y que me diga despu¨¦s si le cabe en el cuerpo otra sensaci¨®n que no sea la ira. Nunca hab¨ªa comprendido tan bien como hoy por qu¨¦ se dice con tanta frecuencia que la democracia es la "menos mala" de todas las opciones pol¨ªticas. Porque ?en qu¨¦ se convierte la pobre democracia, cuando el gobernante de turno pretende ampararse en ella para justificar lo injustificable?