La 'jet' jubila al Concorde
El avi¨®n m¨¢s r¨¢pido deja de volar por las cuantiosas p¨¦rdidas
Llorado por un peque?o universo de artistas, top models, hombres de negocios y pol¨ªticos, el Concorde se convertir¨¢ muy pronto en pieza de museo, v¨ªctima de la crisis econ¨®mica y del accidente del 25 de julio de 2000, cuando 113 personas murieron al estrellarse uno de esos aparatos cerca de Par¨ªs. A la jet ya no le apetece pagar 8.000 euros por un billete de ida y vuelta a Nueva York y esto acelera la jubilaci¨®n: los de Air France dejar¨¢n de volar el 31 de mayo y British Airways los mantendr¨¢ hasta el 31 de octubre, como m¨¢ximo.
Muere as¨ª una de las grandes aventuras tecnol¨®gicas de los ¨²ltimos decenios, para la cual no hay relevo. El Concorde es el ¨²nico avi¨®n supers¨®nico civil que existe y ning¨²n fabricante tiene previsto sustituirlo. Los vuelos entre 16.000 y 18.000 metros de altura, observando la curvatura de la Tierra y duplicando la velocidad del sonido, ser¨¢n historia muy pronto.
S¨®lo 12 personas tomaron ayer este avi¨®n supers¨®nico para viajar desde Par¨ªs a Nueva York
Fue la gran apuesta tecnol¨®gica del general De Gaulle y del primer ministro brit¨¢nico Harold McMillan. Ha sido la vitrina de una cierta Europa, gozosa de la expectaci¨®n que rode¨® el primer vuelo de prueba, en 1969, el mismo a?o en que Estados Unidos envi¨® su primera tripulaci¨®n a la Luna. La euforia acumul¨® pedidos para construir hasta 72 aparatos, pero casi todos hab¨ªan sido cancelados cuando se estrenaron los vuelos comerciales entre Par¨ªs y R¨ªo de Janeiro, hace 27 a?os: acababa de producirse la primera crisis del petr¨®leo, una mala noticia para un avi¨®n muy goloso en combustible.
Lejos quedan los tiempos de la elegante silueta del supers¨®nico en Caracas, M¨¦xico o Dakar, impulsado por cuatro reactores Rolls Royce y cuyo fuselaje es casi tan largo (62,10 metros) como los de los aviones comerciales de gran capacidad (70,51 metros del Boeing 747, por ejemplo). Lejos, tambi¨¦n, el r¨¦cord de velocidad alcanzado por un Concorde F-BTSD, el m¨¢s ligero de la flota, que dio la vuelta al mundo el 16 de agosto de 1995 volando hacia el este: 40.402 kil¨®metros en 31 horas y 27 minutos.
Era dif¨ªcil sobrevivir al accidente que se produjo hace casi tres a?os al despegar del aeropuerto de Par¨ªs, cuyas causas aparentes -estallido de un neum¨¢tico por culpa de una pieza met¨¢lica en la pista de aterrizaje- no convencen del todo a nadie. Tras 14 meses de cuarentena por el grave percance, el a?o y medio de servicio ya prestado arroja un saldo de cinco problemas de motor y dos p¨¦rdidas de piezas del tim¨®n en pleno vuelo.
Ninguno de ellos ha sido grave, pero el n¨²mero de incidentes es elevado para un avi¨®n que se usa muy poco, limitado en la actualidad a cinco enlaces semanales Par¨ªs-Nueva York-Par¨ªs y cuatro Londres-Nueva York-Londres, adem¨¢s de algunos vuelos a las islas Barbados. S¨®lo 12 personas viajaron ayer en el que cubri¨® la ruta entre la capital francesa y Nueva York, con otras 80 plazas vac¨ªas.
Este magn¨ªfico p¨¢jaro era rentable cuando sobrevino el accidente de Par¨ªs. Forzoso es reconocer que tampoco tuvo suerte despu¨¦s: los vuelos comerciales se reanudaron a las pocas semanas del 11 de septiembre de 2001 y se han tragado toda la crisis de la aviaci¨®n comercial, un problema agravado ahora con la guerra en Irak. La falta de renovaci¨®n de la flota la condenaba a envejecer, con gastos de mantenimiento cada vez m¨¢s altos. La compa?¨ªa brit¨¢nica aseguraba recientemente que pensaba mantener el Concorde en el aire, pero la prosaica perspectiva de perder entre 30 y 50 millones de euros por a?o ha sido el argumento alegado por Air France para forzar la suspensi¨®n.
Al general De Gaulle, que se invent¨® el nombre del avi¨®n, no le habr¨ªa gustado una rendici¨®n tan pragm¨¢tica. Por fortuna para los que creen en la capacidad de Europa, el t¨²nel bajo el Canal de la Mancha -fruto de la decisi¨®n de Fran?ois Mitterrand y de Margaret Thatcher- responde con un buen servicio a otra proeza tecnol¨®gica de pesada digesti¨®n financiera. Claro que, en realidad, todas estas aventuras son del siglo pasado. En los inicios del XXI -signo de los tiempos- una de las haza?as tecnol¨®gicas franco-brit¨¢nicas en perspectiva consiste en construir... tres portaaviones.
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