Mosul se rinde sin entrar en combate
La violencia se apodera de la mayor ciudad del norte, tomada por tropas kurdas y de EE UU
Decenas de miles de soldados iraqu¨ªes, todo el 5? Cuerpo del Ej¨¦rcito, se rindieron ayer y abandonaron al amanecer Mosul, la principal urbe del norte de Irak. Unos pocos centenares de milicianos del Partido Democr¨¢tico del Kurdist¨¢n (PDK) controlaron poco despu¨¦s los accesos por carretera, mientras un pu?ado de comandos de las fuerzas especiales de EE UU se acantonaba en la periferia sin dejarse ver. El centro de Mosul era al mediod¨ªa de ayer una ciudad sin ley, azotada por la locura del pillaje y la violencia, donde la vida no val¨ªa nada.
El miedo era patente en los barrios ¨¢rabes, donde todos los locales ten¨ªan los cierres echados
La barbarie de los saqueadores se ceb¨® en los edificios p¨²blicos, como el Banco Central o la sede del Gobierno provincial, pero tambi¨¦n alcanz¨® a bibliotecas, hospitales, teatros y universidades. A falta de un despliegue efectivo de fuerzas de la coalici¨®n, las calles cayeron en manos de incendiarios e integristas de toda cala?a, que aprovecharon el vac¨ªo de poder para ajustarse las cuentas a tiros.
La ca¨ªda de Mosul -ciudad de m¨¢s de un mill¨®n de habitantes, dos tercios de ellos ¨¢rabes, y el resto, kurdos, turcomanos y cristianos- deja s¨®lo en manos del agonizante r¨¦gimen iraqu¨ª la ciudad de Tikrit, lugar de nacimiento y feudo de Sadam Husein. Vestidos de paisano y con las manos en los bolsillos, los soldados de reemplazo del 5? Cuerpo caminaban en direcci¨®n al sur del pa¨ªs. La cadena estadounidense CNN mostr¨® im¨¢genes de centenares de militares descalzos por la carretera que lleva a Bagdad, a 400 kil¨®metros. Muchos sonre¨ªan, a pesar de todo, por haber logrado escapar con vida de un infierno de bombardeos a¨¦reos masivos que ha durado tres semanas, y ha dejado su huella de destrucci¨®n en el cuartel general del Ej¨¦rcito, situado en la margen izquierda del r¨ªo Tigris.
Frente a la alegr¨ªa que mostraban la v¨ªspera los habitantes de Kirkuk tras la entrada de los peshmergas (milicianos kurdos), en Mosul no parec¨ªa que nadie tuviera nada que celebrar despu¨¦s de la marcha de los soldados iraqu¨ªes. Por eso las continuas detonaciones de armas autom¨¢ticas resultaban m¨¢s bien inquietantes.
El miedo era patente en los barrios ¨¢rabes, donde todos los locales de negocios ten¨ªan los cierres echados. "Por favor, den¨²ncielo usted, los peshmergas me han robado a punta de pistola mi camioneta marca Toyota, matr¨ªcula Diala-13.278", se quejaba el granjero Mohamed Yasin, de 26 a?os.
En la plaza del Gobierno provincial, coraz¨®n de Mosul, las oficinas de la compa?¨ªa el¨¦ctrica ard¨ªan en medio de una densa humareda tras haber sido desvalijadas. Saqueadores de seis o siete a?os se disputaban la calderilla en el Banco Rashid, mientras tipos mal encarados se paseaban en coches robados con el ca?¨®n del Kal¨¢shnikov asomando por la ventanilla.
La cadena de televisi¨®n ¨¢rabe Al Yazira inform¨® de que algunos valiosos incunables de la biblioteca de la Universidad de Mosul hab¨ªan ardido, mientras los responsables de dos hospitales denunciaban que los milicianos kurdos hab¨ªan robado a punta de fusil varias ambulancias. El caos era tal que los saqueadores se arrebataban unos a otros billetes de dinares del r¨¦gimen de Sadam Husein que ya no tienen valor.
Para evitar otra caravana de Al¨ª Baba como la que el d¨ªa anterior llev¨® desde Erbil hasta Kirkuk a miles de ladrones, los milicianos del PDK establecieron severos controles en la autov¨ªa a Mosul, lo que no impidi¨® que numerosos civiles y peshmegas llegaran a la mayor ciudad del norte de Irak en taxi para regresar despu¨¦s a la capital del Kurdist¨¢n iraqu¨ª en coche propio cargado con, por ejemplo, muebles, ventiladores o el frigor¨ªfico del minibar de un hotel de lujo.
En Kirkuk, mientras tanto, las fuerzas estadounidenses enviadas para tomar el control de la ciudad ocupada por milicianos kurdos, y azotada por una ola de saqueos, decidieron desplegarse primero en los pozos de petr¨®leo que la rodean, seg¨²n informaron ayer las agencias France Presse y Reuters. Un batall¨®n, unos 500 soldados, de la 173? Brigada Aerotransportada de EE UU tiene la misi¨®n de ocupar Kirkuk (700.000 habitantes) tras la salida de los peshmergas de la Uni¨®n Patri¨®tica del Kurdist¨¢n (UPK), que, como aseguraba anoche la cadena brit¨¢nica BBC, empezaban a regresar ya hacia Suleimaniya.
Los yacimientos de petr¨®leo de Kirkuk producen unos 900.000 barriles diarios, un 40% de la producci¨®n total de Irak, que cuenta con las reservas de petr¨®leo m¨¢s importantes del planeta despu¨¦s de Arabia Saud¨ª. Salvo un par de pozos que siguen ardiendo con densas columnas de humo negro tras los bombardeos a¨¦reos de EE UU sobre la zona, los yacimientos del norte de Irak y los del sur parecen seguir intactos.
Para Turqu¨ªa, que va a enviar observadores militares a Kirkuk y Mosul con el visto bueno de EE UU, una ca¨ªda de los pozos de petr¨®leo del norte de Irak en manos de las milicias kurdas ser¨ªa considerada como una amenaza. Por ahora, no parece que los peshmergas vayan a disponer de oro negro para financiar un Kurdist¨¢n independiente. Pero ni el Gobierno ni los generales de Ankara han podido evitar que los 12 millones de kurdos que viven en Turqu¨ªa hayan visto por televisi¨®n las im¨¢genes de la celebraci¨®n de liberaci¨®n de Kirkuk por unos milicianos que se retiraban ayer hacia sus bases con ca?ones, lanzacohetes y todo tipo de armas y veh¨ªculos capturados al Ej¨¦rcito de Irak.
En Mosul se respiraba ayer el mismo ambiente asfixiante que el d¨ªa anterior en Kirkuk. Pero sin ning¨²n poder que mantuviese al menos una apariencia de control de la situaci¨®n. Un miliciano kurdo apostado en una avenida de una barriada exterior de Mosul se excusaba por el caos que reinaba en la ciudad: "Tenemos ¨®rdenes de no intervenir".
Como otros periodistas que pretend¨ªan cubrir la informaci¨®n sobre el pillaje en Mosul, este enviado sufri¨® tambi¨¦n ayer las amenazas de una masa de integristas que desfilaba airada al grito de "Al¨¢ es grande" cerca del Gobierno provincial. "Muerte a los norteamericanos", orden¨® corear el que parec¨ªa ser el jeque del grupo.
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