Decenas de miles de viajeros usan metrosur el d¨ªa de su inauguraci¨®n

"El metrosur convierte la zona sur de Madrid en la tercera ciudad espa?ola, por delante de Valencia, Sevilla o M¨¢laga". As¨ª se expres¨® el presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, durante la inauguraci¨®n de su gran promesa electoral para la presente legislatura: el metrosur, un anillo de metro de 41 kil¨®metros de largo y 28 estaciones que une Alcorc¨®n, Fuenlabrada, Getafe, Legan¨¦s y M¨®stoles, entre s¨ª y con la capital, a trav¨¦s de la ampliaci¨®n de la l¨ªnea 10. El recorrido dura 58 minutos, ya que los trenes, de ¨²ltima generaci¨®n, alcanzan hasta los 110 kil¨®metros por hora.

El presidente regional recibi¨® ayer por la ma?ana un mensaje en su tel¨¦fono m¨®vil. Era de su consejera de las Artes, Alicia Moreno. Textualmente le dec¨ªa: "Mucha mierda", que en el argot teatral significa mucha suerte. ?sa fue la antesala de la inauguraci¨®n que protagoniz¨® Ruiz-Gallard¨®n, al ver cumplido su principal proyecto para esta legislatura. Y se le notaba al l¨ªder del Ejecutivo regional. Iba muy sonriente, dando la mano a todo el mundo y de extraordinario humor.

El acto arranc¨® a las 10.30 en la estaci¨®n Colonia Jard¨ªn, donde un tren llev¨® al s¨¦quito inaugural hasta el intercambiador de la l¨ªnea 10 y el metrosur, en la parada Puerta del Sur, ya en Alcorc¨®n. A su lado iban la candidata del PP a la presidencia regional, Esperanza Aguirre; el vicepresidente, Luis Eduardo Cort¨¦s, y el delegado del Gobierno, Francisco Javier Ansu¨¢tegui, junto al alcalde de Madrid, Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano, cariacontecido por la sentencia que le condena a devolver 103.000 euros. Pero se echaron en falta algunas personalidades: no acudi¨® nadie del Gobierno central ni tampoco la n¨²mero 3 de su candidatura para el Ayuntamiento, Ana Botella, esposa de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar.

El recorrido en el metrosur sigui¨® el sentido de las agujas del reloj para ir recogiendo a las autoridades locales en las estaciones m¨¢s importantes de cada municipio. El viaje dur¨® una hora y el vag¨®n se fue llenando de pol¨ªticos, periodistas y personal de Metro.

De nuevo en Alcorc¨®n, el flamante tren par¨® unos instantes para que se bajaran los periodistas y el resto de autoridades. En la cabina se qued¨® Emilio Leal, el conductor; Ruiz-Gallard¨®n, y su vicepresidente, Luis Eduardo Cortes. Una cinta cubr¨ªa de lado a lado las v¨ªas. El tren arranc¨® despacio y una lluvia de flashes ilumin¨® el crucial momento de la inauguraci¨®n. El reloj marcaba las 12.22.

El presidente regional subi¨® a buen ritmo a los andenes de la l¨ªnea 10 de la estaci¨®n Puerta del Sur y, con un gesto sonriente y en cierto modo nervioso, tir¨® del cord¨®n rojo y dej¨® ver una placa conmemorativa. Lo primero que hizo fue besar a su esposa, Mar Utrera. Despu¨¦s se gir¨® y dio un caluroso abrazo a Cort¨¦s.

Sin embargo, el momento ¨¢lgido lleg¨® con las declaraciones. Alberto Ruiz-Gallard¨®n aguant¨® impert¨¦rrito los discursos de los seis alcaldes que le acompa?aban, a pesar de que algunos criticaron el sistema tarifario del metrosur. Cuando le lleg¨® el turno, Ruiz-Gallard¨®n sac¨® de su bolsillo unos folios perfectamente doblados, pero decidi¨® hablar "m¨¢s cerca del terreno de las emociones que de las declaraciones". Y es que su discurso son¨® para muchos como una despedida anticipada de la presidencia del Gobierno, a pesar de seguir¨¢ ocupando la sede de la Puerta del Sol hasta el 25 de mayo.

Y el semblante lo dec¨ªa todo. La emoci¨®n que le embargaba hizo que le saliera un discurso donde las personas ten¨ªan m¨¢s presencia que los hechos. Agradeci¨® de forma pormenorizada los esfuerzos de todas las personas que han participado en el metrosur, una obra que ha costado 2.600 millones de euros y que ha tardado cuatro a?os en ser realidad. Calific¨® de "c¨®mplices" a los alcaldes, ya que "han llegado m¨¢s lejos de lo aconsejado por su procedencia pol¨ªtica" [cuatro de ellos son socialistas] y destac¨® el alt¨ªsimo porcentaje de inmigrantes que han participado en las obras y "que est¨¢n haciendo con nosotros el nuevo Madrid". "Hace cuatro a?os, los madrile?os me encargaron con sus votos esta obra. Yo s¨®lo he sido el encargado de hacerla y he tenido la gran suerte de administrarla", concluy¨®.