Dudas y certezas en las pensiones

Hasta los expertos m¨¢s agoreros reconocen que la Seguridad Social atraviesa un periodo sin presiones demogr¨¢ficas, por la llegada a la edad de jubilaci¨®n de unas generaciones escasamente numerosas, los nacidos durante la guerra civil y los primeros a?os de la posguerra. Incluso los m¨¢s optimistas admiten que los problemas empezar¨¢n dentro de 15 a?os. Las discrepancias vienen a la hora de definir la intensidad de esos problemas y el calado de las medidas.

El dato objetivo es que las tensiones por el envejecimiento de la poblaci¨®n (demograf¨ªa y mayor esperanza de vida) estallar¨¢n hacia el a?o 2015, y ser¨¢n m¨¢s agudas desde 2030, por la jubilaci¨®n de las generaciones del baby boom, nacidas a finales de los sesenta y en los a?os setenta del siglo XX. A partir de ah¨ª, las soluciones son distintas.

Trabajo prev¨¦ super¨¢vit para 13 a?os m¨¢s, que es el margen de maniobra para adoptar medidas

Los partidos quieren tener la renovaci¨®n del Pacto de Toledo para el fin de esta legislatura

Nueve pa¨ªses de la UE calculan la pensi¨®n sobre toda la vida laboral o prev¨¦n hacerlo

"Hay que reducir gastos y aumentar ingresos". ?sa es la f¨®rmula, aparentemente sencilla, a juicio de Javier Alonso Meseguer, experto de la Fundaci¨®n de Estudios de Econom¨ªa Aplicada (FEDEA). En su criterio, "es urgente tomar medidas y, cuanto antes se tomen, menor ser¨¢ el problema que tendremos despu¨¦s". Y aboga por estas medidas prioritarias: "Si se decide seguir con el sistema de reparto, que es cuestionable, lo que hay que hacer es que las pensiones se correspondan con las cotizaciones pagadas, con un aumento de los a?os para calcular la pensi¨®n a todo el historial laboral. Y aumentar los ingresos, sobre todo en los reg¨ªmenes especiales de aut¨®nomos, ya que el general se brinda menos a la picaresca".

La trayectoria de d¨¦cadas pasadas demuestra que las proyecciones y previsiones con un mayor grado de acierto son las que han venido realizando los t¨¦cnicos de la Seguridad Social, sea cual fuere el partido que estuviera en el Gobierno. En los documentos que han enviado a la comisi¨®n parlamentaria para la renovaci¨®n del Pacto de Toledo, sostienen que "hay margen de maniobra" para empezar a adoptar medidas, y argumentan que las proyecciones a un plazo m¨¢s largo sobre los ingresos por cotizaciones, influidos directamente por el empleo que tiene un comportamiento err¨¢tico, arrojan dudas sobre su cumplimiento.

Su estudio muestra que "hasta 2015 la evoluci¨®n de las cuotas en relaci¨®n al gasto en pensiones dan unos resultados de que se mantendr¨¢ una situaci¨®n econ¨®micamente saneada que proporciona un margen de maniobra temporal suficiente para completar la reforma y modernizar el sistema".

El momento cr¨ªtico lo sit¨²an a partir de 2030, con el retiro de las generaciones con una tasa de natalidad que se situaba en el 21,13 por 1.000 habitantes, m¨¢s del doble que la actual tras el descenso continuado que se ha producido en los 20 ¨²ltimos a?os. Es decir, al aumento vertiginoso de jubilados (pasivos), con una mayor esperanza de vida, se unir¨¢ el progresivo descenso de personas en edad de trabajar (activos). Y la norma incuestionable en Seguridad Social es que, en un sistema de reparto, si no hay cotizantes suficientes entre los activos, no hay dinero suficiente para pagar las pensiones.

Esa gravedad se ha matizado por un elemento nuevo no anticipado por los expertos: la entrada masiva de inmigrantes, que se han convertido en una importante fuente de nuevos cotizantes de la Seguridad Social, y en los ¨²ltimos dos a?os ha supuesto que uno de cada cuatro nuevos cotizantes es extranjero. En 2000 entraron un total de 360.000 inmigrantes y el Gobierno estima que esa cifra se ir¨¢ reduciendo hasta 2005 y a partir de entonces se mantendr¨¢ en 160.000 incorporaciones anuales. Esas personas compensan la reducci¨®n de activos que se ha producido por la ca¨ªda de la natalidad.

En la evoluci¨®n de las pensiones, los c¨¢lculos de Trabajo indican que el n¨²mero tendr¨¢ un incremento reducido hasta 2005 (0,46% de aumento anual), pasar¨¢ a ser moderado hasta el a?o 2020 (1,07%) y los mayores incrementos se producir¨¢n entre 2020 y 2030 (2,07%), para reducirse en periodos posteriores (1,64%).

Pero la clave est¨¢ en si ese coste se puede permitir. La Seguridad Social (cuyos datos son los ¨²nicos que est¨¢n elaborados a partir de carreras profesionales ciertas) cree que el gasto se mantendr¨¢ en torno a un 8% del producto interior bruto (PIB) hasta 2020, subir¨¢ algo m¨¢s de un punto en los diez a?os posteriores y llegar¨¢ al 12% en 2040. [Ver gr¨¢fico].

Otros informes vaticinan una quiebra del sistema p¨²blico precisamente en ese horizonte. Los elaborados por el Servicio de Estudios del Banco de Espa?a, BBVA, FEDEA y La Caixa elevan considerablemente la cifra de gasto en pensiones y estiman que se situar¨¢ muy por encima, entre el 15% y el 18% del PIB a partir de 2040. Adem¨¢s del envejecimiento de la poblaci¨®n y una baja natalidad, auguran un insuficiente n¨²mero de personas en edad de trabajar, una acusada reducci¨®n en la recaudaci¨®n de cotizaciones y un escaso crecimiento econ¨®mico del 1,7%.

Asimismo, el Comit¨¦ de Pol¨ªtica Econ¨®mica del Consejo de la UE, que ha apremiado con reiteraci¨®n a Espa?a a aplicar reformas, estima que el gasto en pensiones se elevar¨¢ desde el 9,3% actual del PIB al 17,7% para 2050, el mayor de la comunidad. Su previsi¨®n es que el efecto del envejecimiento en Espa?a se producir¨¢ a partir de 2020. Detecta margen de maniobra en la posibilidad de aumentar el n¨²mero de cotizantes incrementando la tasa de empleo, que es de las m¨¢s bajas de la UE; reduciendo el paro, el m¨¢s alto de la comunidad, e integrando la mano de obra extranjera.

El impacto ser¨¢ menor si se cumplen los objetivos de la cumbre de Lisboa de pleno empleo en 2010, aunque tambi¨¦n Espa?a tendr¨ªa el mayor aumento y el gasto llegar¨ªa al 15,8% del PIB en 2050. Ese estudio asegura que incrementos entre el 4% y el 5% del gasto en pensiones ponen en peligro las cuentas p¨²blicas.

El Servicio de Estudios del BBVA da por buenas las proyecciones de gasto de la Comisi¨®n y considera que las anteriores reformas de la Seguridad Social espa?ola no eliminan las incertidumbres, porque estima que en 2050 las personas de m¨¢s de 65 a?os representar¨¢n en torno al 50% de la poblaci¨®n en edad de trabajar, el doble de la proporci¨®n actual.

Los expertos de la entidad califican el problema de "estructural" y creen que un nuevo acuerdo "debe orientarse fundamentalmente a la contenci¨®n del gasto en pensiones en t¨¦rminos del PIB". Para ello recomienda un aumento de la edad legal de jubilaci¨®n (65 a?os), ampliar a toda la vida laboral el c¨¢lculo de la pensi¨®n y la transici¨®n hacia un sistema de pensiones mixto (p¨²blico y privado).

La investigaci¨®n de FEDEA, elaborada por Jos¨¦ Antonio Herce y Javier Alonso Meseguer, comparte muchos puntos en com¨²n en sus previsiones. Con un matiz: parte del reconocimiento de que la mayor¨ªa de los informes que se elaboraron en 1995 (cuando se gestaba el primer Pacto de Toledo) "han fallado a corto y medio plazo" en sus proyecciones, con "un balance sensiblemente peor al registrado" por la Seguridad Social, y admite que los actuales, "con toda seguridad", volver¨¢n a fallar. De hecho, seg¨²n Alonso Meseguer, en estos momentos preparan una revisi¨®n de datos, que tiene en cuenta la entrada masiva de inmigrantes.

Pero mantiene la misma preocupaci¨®n por el futuro m¨¢s lejano. Su escenario demogr¨¢fico es que la poblaci¨®n espa?ola, de los 40 millones de habitantes de principios de este siglo, disminuir¨¢ a poco m¨¢s de 34 millones en 2050. El n¨²mero de afiliados a la Seguridad Social no dejar¨¢ de crecer hasta 2020, "para descender despu¨¦s de manera vertiginosa". Su previsi¨®n es que la cifra de pensionistas mantendr¨¢ "un crecimiento especialmente intenso entre 2015 y 2040, para disminuir a partir de 2045".

Para FEDEA, el actual super¨¢vit se mantendr¨¢ hasta 2015, que "se podr¨ªa trocar en un d¨¦ficit equivalente al 6,15% del PIB en 2050". Su augurio es que, desde 2025, "la obtenci¨®n de recursos desde fuera del sistema provocar¨¢ distorsiones crecientes en el conjunto de la econom¨ªa". Tambi¨¦n da como alternativa un sistema mixto y que prosiga el retraso de la edad efectiva de jubilaci¨®n. Adem¨¢s, propone aplicar la capitalizaci¨®n a las pensiones, eliminar la solidaridad y redistribuci¨®n en el sistema, quitar el requisito de 15 a?os de cotizaci¨®n para acceder a pensi¨®n contributiva ("puede percibirse una pensi¨®n proporcionada desde el primer d¨ªa cotizado"), equiparar los reg¨ªmenes, ya que la pensi¨®n recibida por euro cotizado en los reg¨ªmenes especiales es superior a la del general, y dirigir las prestaciones de supervivencia (viudedad y orfandad) hacia el m¨¦todo del seguro obligatorio.

La experiencia de los ¨²ltimos a?os indica que las proyecciones de m¨¢s de 25 a?os tienen un nivel de error considerable. Juan Carlos Aparicio, ex ministro de Trabajo y uno de los art¨ªfices del Pacto de Toledo, cree que el c¨¢lculo a m¨¢s largo plazo es "escatol¨®gico", jugando con el doble sentido del t¨¦rmino: et¨¦reo y sucio.

En lo que coinciden todos los informes y expertos es en que ning¨²n pa¨ªs puede asumir una transferencia de renta de los activos a los pasivos que supere el 14% o el 15% del PIB. Espa?a, en estos momentos, tiene un gasto para el conjunto de las pensiones de la Seguridad Social, contributivas y no contributivas, y de los funcionarios del 9,3% del PIB. La edad media de retiro real est¨¢ en 63 a?os y solamente un 3,97% de las jubilaciones se han producido en personas con edades superiores a los 65 a?os, la mitad de ellos a los 66 a?os.

El objetivo de acercar la jubilaci¨®n real (63 a?os) a la edad legal (65) e incluso empezar a retrasarla ser¨¢ previsiblemente una de las recomendaciones de los partidos en la renovaci¨®n del Pacto de Toledo. En el borrador que les servir¨¢ de base para el debate que quieren cerrar antes de que termine esta legislatura, en junio pr¨®ximo, sugieren que se tenga en cuenta "todo el esfuerzo de cotizaci¨®n para calcular las pensiones" futuras.

En el seno de la Uni¨®n Europea, los pa¨ªses que calculan sus pensiones sobre toda la vida laboral son Alemania, Austria, B¨¦lgica, Luxemburgo, Suecia y Reino Unido. Asimismo est¨¢n en transici¨®n a aplicar el c¨¢lculo sobre toda la carrera profesional de cotizaciones Francia, Portugal y Grecia.

Si se adopta esa v¨ªa, ser¨ªa una continuaci¨®n del cambio iniciado en 1985, con el socialista Joaqu¨ªn Almunia como ministro de Trabajo, con una reforma que pas¨® de dos a ocho a?os el periodo de c¨¢lculo de las pensiones y que provoc¨® la quiebra de las relaciones entre la UGT y el PSOE, y la convocatoria de una huelga general por parte de CC OO. Por contra, la segunda fase se aplic¨® en 1997 con consenso entre el Gobierno del PP y ambos sindicatos, mediante una ampliaci¨®n paulatina del periodo de c¨¢lculo de 8 a 15 a?os.

El ¨²ltimo acuerdo firmado en 2001 entre el Gobierno, CC OO y la patronal CEOE (no suscrito por UGT) recoge este compromiso: "Se revisar¨¢ el sistema de c¨¢lculo de la base reguladora, de manera que se tenga en cuenta, de forma progresiva, el esfuerzo realizado por el trabajador a lo largo de su vida laboral". Las "partes firmantes" a?aden que "en el a?o 2003" tomar¨¢n "las medidas oportunas para que se adopte la forma m¨¢s id¨®nea para el c¨¢lculo de las prestaciones". Su aplicaci¨®n desat¨® una pol¨¦mica hace semanas y el ministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, zanj¨® el contencioso asegurando que no se abordar¨¢ en esta legislatura, que concluye en marzo del pr¨®ximo a?o. Previamente, los partidos deben decidir el calado de la pr¨®xima reforma para paliar las incertidumbres que pesan sobre el sistema p¨²blico de pensiones.