El almirante al mando de las tropas espa?olas asegura que est¨¢n al l¨ªmite de su capacidad

El panorama es ca¨®tico, y el problema m¨¢s grave con que se enfrentan los soldados espa?oles es la situaci¨®n sanitaria que padece la poblaci¨®n. "Estamos al l¨ªmite de nuestra capacidad", comenta en Um Qasr el almirante Juan Antonio Moreno Sussana, al mando de las tropas en esta zona; diariamente atienden a "unas 300 o 400 personas" en medio de las aglomeraciones que se forman a las puertas del hospital local, donde los militares espa?oles facilitan atenci¨®n m¨¦dica. Cuando puedan lo har¨¢n ya en el hospital de campa?a que est¨¢n montando en el campo de prisioneros y refugiados, donde hay unas 12.000 personas.

El almirante comentaba ayer en declaraciones a Onda Cero que los soldados hab¨ªan empezado a trabajar en el hospital de Um Qsar, poblaci¨®n de unos 35.000 habitantes. All¨ª tan s¨®lo hay un m¨¦dico, no hay atenci¨®n m¨¦dica y "cada vez viene m¨¢s gente del norte". "El problema m¨¢s grave que tenemos son las aglomeraciones que se forman en la puerta del hospital, lo que impide que nuestros m¨¦dicos trabajen con la calma necesaria. Hay todo tipo de heridas. Cuando las cosas son m¨¢s importantes trasladamos al enfermo al hospital del barco. Atendemos diariamente a unas 300 o 400 personas", a?adi¨® el almirante.

El hospital local, si es que se le puede dar este nombre, carece totalmente de organizaci¨®n, y el almirante asegura que "nosotros, por las condiciones del contingente que llevamos, s¨®lo podemos atender a la poblaci¨®n de esta zona; no podemos dar m¨¢s abasto. En el campo, entre refugiados y prisioneros, hay unas 12.000 personas. Estamos al l¨ªmite de nuestra capacidad".

Ser¨¢ ma?ana cuando los 900 soldados espa?oles, entre ellos 78 mujeres, que han sido desplazados al sur de Irak empiecen a poner a punto el primer hospital de campa?a que han trasladado en el buque Galicia y que servir¨¢ no s¨®lo para atender las necesidades de la poblaci¨®n civil, sino tambi¨¦n para hacerse cargo de los heridos de guerra. El hospital quedar¨¢ ubicado junto al campo de prisioneros y de refugiados m¨¢s grande de Irak, en el que se custodian ahora mismo m¨¢s de 9.000 prisioneros iraqu¨ªes, de los que la mitad son desertores del ej¨¦rcito de Sadam Husein. Seg¨²n fuentes norteamericanas, el campo podr¨ªa acoger a cerca de 30.000 personas al finalizar la guerra.

El hospital de campa?a est¨¢ preparado para contingencias de mayor trascendencia que para tratar catarros infantiles, intoxicaciones o dolores de espalda y cabeza; es un hospital en toda regla, con medios quir¨²rgicos de primera magnitud para atender heridos graves. Quiz¨¢s por eso, uno de los m¨¦dicos espa?oles no pudo articular palabra cuando atendiendo el primer d¨ªa en el edificio del hospital de Um Qsar, un hombre de unos 30 a?os que traslad¨® a su padre con un problema respiratorio le espet¨®: "Como no le salves te mato, y yo soy de los que mato".

Al margen de la actividad sanitaria, ayer, a las siete de la ma?ana, se inici¨® en unas escuelas destruidas el reparto de ayuda a la poblaci¨®n, que consiste en agua, galletas nutritivas y un elemento con combustible para poder calentar los alimentos.

El reparto se llev¨® a cabo junto a los l¨ªderes religiosos de la localidad tras tener que abandonar en dos ocasiones d¨ªas pasados la entrega de la ayuda humanitaria a la vista de los tumultos que se formaban. De no conseguir esta ma?ana la tranquilidad deseada por Moreno Susana, el reparto se pospondr¨¢ hasta la formalizaci¨®n de un gobierno local que establezca un sistema de control que evite las dram¨¢ticas situaciones vividas, con ni?os y mujeres aplastados, peleas y algarab¨ªas en las que algunos, no todos, apedrearon alg¨²n veh¨ªculo militar espa?ol.

Por otra parte, los militares espa?oles ya controlan la totalidad del per¨ªmetro del puerto viejo y han relevado a los brit¨¢nicos en las tareas de seguridad de la zona. Adem¨¢s, dentro de pocos d¨ªas se empezar¨¢ la contrataci¨®n de ciudadanos de Um Qsar para apoyar a los espa?oles en las tareas que les han sido encomendadas, especialmente las de reconstrucci¨®n de escuelas, que parece ser que es la primera de las reivindicaciones que han formalizado los comit¨¦s vecinales con los que el Ej¨¦rcito se ha reunido.

Al margen del hospital de campa?a, los quir¨®fanos del Galicia han atendido cuatro casos graves en las ¨²ltimas horas: una ni?a herida en la cabeza por la metralla de los misiles, otra m¨¢s de tres a?os atropellada, y dos hermanos de 16 y 17 a?os electrocutados, uno de los cuales falleci¨®.