Cae una red que introduc¨ªa africanos en la Pen¨ªnsula a trav¨¦s de Canarias

La polic¨ªa ha desarticulado una red marroqu¨ª que captaba en ?frica candidatos a emigrar hacia Europa, los trasladaba hasta las costas del S¨¢hara occidental, los embarcaba en patera hasta Fuerteventura, los ocultaba en pisos de la isla, los llevaba en embarcaciones hasta Lanzarote y Gran Canaria y los introduc¨ªa por avi¨®n en la Pen¨ªnsula. A muchos los manten¨ªa secuestrados hasta que sus familias pagaban los 2.000 euros del viaje.

Tiscamanita es el nombre de un pago rural situado en el municipio de Tuineje, en Fuerteventura. All¨ª llegan muchas de las pateras cargadas de inmigrantes irregulares que zarpan desde el S¨¢hara Occidental, y tambi¨¦n all¨ª descubri¨® la polic¨ªa una de las casas de seguridad de la red mafiosa. Por eso los agentes decidieron denominar Operaci¨®n Tiscamanita a uno de sus planes m¨¢s ambiciosos contra el tr¨¢fico de seres humanos. El trabajo ha terminado con la detenci¨®n de nueve marroqu¨ªes en Fuerteventura y ocho en Murcia (entre ellos el jefe de la organizaci¨®n), y con la entrega a las autoridades de Rabat de los nombres de las personas que operan en su territorio.

El hilo del que tir¨® la polic¨ªa para desenredar el ovillo fue una patera que apareci¨® abandonada en una playa de la isla en enero. Los agentes desplegaron una fuerte vigilancia en el aeropuerto, por si los inmigrantes que hab¨ªan llegado en ella intentaban saltar a la Pen¨ªnsula en avi¨®n. Su paciencia fue recompensada d¨ªas m¨¢s tarde, cuando detuvieron a cinco individuos que trataban de embarcar hacia Madrid. Cuatro petenec¨ªan al grupo de irregulares de la patera; el otro era uno de los mafiosos, y hab¨ªa sido encargado por la organizaci¨®n de acompa?arlos hasta su destino. Ese mismo d¨ªa fue detenido otro inmigrante irregular en una calle de Puerto del Rosario, la capital de Fuerteventura.

Los testimonios de los detenidos permitieron establecer que en la patera abandonada hab¨ªan llegado 22 marroqu¨ªes. Pero lo m¨¢s importante para los agentes fue descubrir que el trabajo de los mafiosos que los hab¨ªan trasladado desde el S¨¢hara no terminaba cuando los dejaban en la playa.

La red estaba formada por individuos que captaban en Marruecos y en el S¨¢hara Occidental personas deseosas de emigrar a la Pen¨ªnsula, previo pago de 2.000 euros. Ellos eran los encargados de trasladarlas hasta las playas situadas al norte de El Aai¨²n y embarcarlos hasta Fuerteventura.

En la costa canaria eran recibidos por otros miembros de la organizaci¨®n, que los llevaban en peque?os grupos a apartamentos que ten¨ªan alquilados en varios lugares de la isla. La mayor¨ªa estaban situados en la urbanizaci¨®n tur¨ªstica Nuevo Horizonte, muy cerca del aeropuerto.

En esos pisos de seguridad permenec¨ªan varios d¨ªas, hasta que los traficantes consideraban que la vigilancia se hab¨ªa aliviado y pod¨ªan ser trasladados sin peligro. El que los apartamentos llegaran a albergar hasta a 15 personas en siete metros cuadrados, seg¨²n el relato de un testigo, da idea de la magnitud del negocio. Los delincuentes reten¨ªan a quienes no hab¨ªan pagado todo su pasaje, se pon¨ªan en contacto con sus familias y amenazaban de muerte a los secuestrados si no abonaban el precio convenido.

Muchas veces, los inmigrantes eran traslados en ferry a Gran Canaria y Lanzarote, para despistar a la polic¨ªa. En los aeropuertos de estas islas o en el de la misma Fuerteventura embarcaban hacia Madrid. Desde all¨ª sol¨ªan ser llevados a Murcia, donde fue apresado el jefe del clan, Azzedine A. B.

La operaci¨®n fue realizada por agentes de Las Palmas, Murcia y Puerto del Rosario. Ocho de los detenidos han sido acusados de asociaci¨®n il¨ªcita, secuestro y delitos contra los derechos de los extranjeros.