El cubano Juan Padr¨®n se adentra en la II Guerra Mundial con vampiros
M¨¢s vampiros en La Habana es el ¨²ltimo largometraje de dibujos animados de Juan Padr¨®n (Matanzas, 1947), coproducido por el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematogr¨¢fica y Estudios ISKRA, Canal + y TVE. Se trata de la continuaci¨®n de una popular primera parte -Vampiros en La Habana-, cuya trama tiene lugar durante la Segunda Guerra Mundial, cuando la capital cubana es escenario de la lucha entre Hitler, Stalin y la mafia norteamericana por controlar el Vampiyaba, un producto que dar¨¢ a quien lo consiga un arma de guerra muy singular.
Padr¨®n, que ha realizado para Canal + varias series de v¨ªdeo y es el creador de Elpidio Vales, el personaje de animaci¨®n m¨¢s famoso en Cuba, propone esta vez una divertida aventura de vampiros, apta para ni?os y adultos, en la que aparecen personajes como el dictador Fulgencio Batista, el escritor Ernest Hemingway y tambi¨¦n Benito Mussolini y Al Capone al ritmo de un son desenfrenado. La m¨²sica es de Rembert Egues, y los actores cubanos Jorge Perugorr¨ªa y Luis Alberto Garc¨ªa pusieron las voces de algunos personajes.
"Mi historia con los vampiros", relata Padr¨®n, "comienza a principio de los a?os setenta con una serie de chistes que hac¨ªa para un peri¨®dico humor¨ªstico y que mostraba la vida infeliz de esas criaturas: que pasan todo el d¨ªa metidos en un ata¨²d, saliendo s¨®lo de noche, que no se pueden afeitar a derechas porque no se reflejan en los espejos, que no pueden ni ver el ajo... Luego algunas de esas caricaturas las adapt¨¦ a la animaci¨®n, y de ah¨ª surge la idea de hacer un largometraje: Vampiros en La Habana (1985)".
Aquella primera pel¨ªcula trataba de un cient¨ªfico vampiro radicado en Cuba que inventaba el Vampisol, una bebida que permit¨ªa a los vampiros vivir al sol, y estaba ambientada en 1933. "Lo probaba en su sobrino Pepe, y ¨¦ste ten¨ªa una vida normal, sin saber que era un vampiro. Entonces la mafia vampira de Chicago (La Capa Nostra), que viv¨ªa del negocio de las playas subterr¨¢neas para vampiros, vio amenazado su negocio; con lo que sus cong¨¦neres europeos quisieron fabricar la bebida ellos solos y hacerse un imperio".
Ahora, llegan los nazis. "A?os despu¨¦s, se me ocurri¨® que ser¨ªa un buen tema imaginar que los nazis usaban el Vampisol para crear bichos esp¨ªas y saboteadores, o de combate, que volaban y se infiltraban sin ser detectados entre los aliados", relata Padr¨®n. "El hijo de Pepe, Pep¨ªn, inventa a su vez el Vampiyaba, un Vampisol con guayaba m¨¢s poderoso. Entonces, otra vez vienen los de La Capa Nostra, los nazis y los sovi¨¦ticos a por el Vampiyaba. Es una trama m¨¢s complicada, una mezcla de pel¨ªcula de espionaje y aventuras, rociada de choteo cubano", define.
Babelia
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