"Mi poes¨ªa es la de la desmesura"
Josep Palau i Fabre (Barcelona, 1917) dej¨® de escribir poes¨ªa en los a?os cincuenta. Mientras lo hizo, utiliz¨® un tono intimista y sensual que chocaba con la dureza de la realidad durante la Guerra Civil y tambi¨¦n con las tendencias literarias de la ¨¦poca. Ese camino solitario le llev¨® al exilio en Par¨ªs, donde frecuent¨® a Artaud, Malraux, Camus, Octavio Paz y, sobre todo, a Picasso, convirti¨¦ndose con los a?os en uno de los mayores expertos en su obra.
PREGUNTA. ?Su versi¨®n en castellano de los Poemas del Alquimista son una transmutaci¨®n m¨¢s que una traducci¨®n?
RESPUESTA. Hay algunos poemas que son m¨¢s traducci¨®n y otros m¨¢s adaptaci¨®n o transmutaci¨®n. Cuando me parec¨ªa que la lengua castellana se me resist¨ªa o que la traducci¨®n casi literar que yo buscaba en el principio no era posible, entonces me obligaba a una transmutaci¨®n. Pero creo que el resultado ha sido m¨¢s o menos feliz, porque veo que la gente de habla castellana se lo lee bien, que no se encuentra con una lengua extra?a.
P. Durante muchos a?os, la lengua castellana fue, en cierta medida, enemiga. Usted fue un defensor del catal¨¢n durante el franquismo.
R. Yo crec¨ª en Barcelona en los a?os de la dictadura de Primo de Rivera, el castellano ha sido una lengua en la que me he formado y adem¨¢s yo he querido mucho la poes¨ªa castellana. Lo que pasa es que, con la prohibici¨®n del catal¨¢n en los a?os cuarenta y su persecuci¨®n, fue una cosa terrible. Una ¨¦poca, cuando yo ten¨ªa entre 21 y 28 a?os, en que no se pod¨ªa publicar en catal¨¢n. Yo viv¨ªa a contracorriente del r¨¦gimen de Franco y a contracorriente de la gente del interior de Catalu?a porque hab¨ªa la idea del senyi y de la mesura, mientras mi poes¨ªa es m¨¢s bien de desmesura.
P. Los alquimistas eran tambi¨¦n algo rebeldes y solitarios.
R. S¨ª, soy hijo ¨²nico y eso me hizo ser un solitario, y otras circunstancias en el entorno de mi familia acusaron esa soledad.
P. Me refer¨ªa m¨¢s a su trayectoria como poeta. Usted no se sum¨® a las modas literarias de la ¨¦poca. Contra la poes¨ªa testimonial y m¨¢s politizada prefiri¨® una poes¨ªa intimista.
R. Se practicaba la poes¨ªa comprometida y yo pensaba que ya hab¨ªa suficiente compromiso con la lengua. Y creo que era un peligro la poes¨ªa comprometida en el sentido de que el compromiso amagara o escondiera una inepcia o que sirviera para decir qu¨¦ era poes¨ªa y qu¨¦ no lo era. Eso ha pasado mucho en todo el arte comprometido.
P. Una actitud que gener¨® mucho rechazo.
R. Yo viv¨ª mucho a contrapelo, de mi familia, de mis contempor¨¢neos, incluso de la gente importante de mi pa¨ªs. Por suerte, tuve una beca del Gobierno franc¨¦s y fui a Par¨ªs, y all¨ª viv¨ª 15 a?os olvid¨¢ndome de este mundo aciago en el que me hab¨ªa tocado vivir. Hasta que las circunstancias me obligaron a volver.
P. La poes¨ªa de ese periodo es b¨¢sicamente amorosa...
R. Yo no dir¨ªa que es amorosa. Por desgracia o por fortuna, mi poes¨ªa no es amorosa.
P. Habla de relaciones con muchas mujeres...
R. ?Ah! Sin duda me gustan mucho las mujeres. Podr¨ªa decirse que es poes¨ªa sexual, sensual, pero el sentimiento del amor no est¨¢ casi nunca. El amor hacia la humanidad, s¨ª. Uno de mis primeros poemas se titula Mi primer amor, pero se refiere a algo del pasado. Hay poco del presente.
P. Bueno, es cierto que la sensualidad es m¨¢s fuerte que el sentimiento.
R. S¨ª, hay siempre una posici¨®n m¨¢s bien positiva frente a la vida, a pesar de los desastres.
P. Pese a no referirse a la realidad del momento, a la guerra y sus consecuencias, no es una actitud huidiza.
R. Hay una tradici¨®n catalana en ese sentido. Quiz¨¢ me influyeron, por suerte, Maragall, que es un intimista, y Salvat-Papaseit, un gran poeta que muri¨® joven. Se estaba muriendo de tuberculosis y cantaba a la vida. Salvat-Papasseit era amigo de mi padre y es uno de los poetas que he le¨ªdo m¨¢s. Es posible que me haya influido esa corriente, muy distinta del pesimismo castellano.
P. Esa poes¨ªa sensual, en catal¨¢n, era tambi¨¦n una forma de respuesta ante un regimen intolerante.
R. S¨ª, era una forma de protesta. Por ejemplo, yo tengo en teatro una serie de obras en torno al mito de Don Juan. Y lo digo en mi pr¨®logo de los a?os cuarenta, Don Juan no era s¨®lo el hombre que seduce, sino un hombre que romp¨ªa los moldes formales de la sociedad de aquel momento. El nacimiento de Don Juan es debido al choque de dos civilizaciones. El de la cristiana con la mahometana, el de la monogamia con la poligamia, eso es clar¨ªsimo para m¨ª. Pero el mito se hace universal, y la prueba es que lo recoge un Mozart o un Kierkegaard en Dinamarca, por tanto, lo puede usar un catal¨¢n.
P. Usted dice que la poes¨ªa es iniciaci¨®n. ?Para usted sigue si¨¦ndolo?
R. S¨ª, quiz¨¢ por eso no escribo m¨¢s poes¨ªa. Considero que podr¨ªa escribir cosas formales, pero ya no ser¨ªa iniciaci¨®n porque no ser¨ªan nacidas de mis entra?as, sino del aprendizaje. Pero creo que hay tanto o m¨¢s poes¨ªa en mi teatro.
P. El 8 de abril se cumplieron 30 a?os de la muerte de Picasso. En el poema El genio, usted dice: "No existe genio sin crimen". ?Cu¨¢l fue el crimen de Picasso?
R. Yo creo que en Picasso no hay crimen, aunque ahora se habla mal de Picasso, y creo que eso es horroroso. ?l era un hombre muy bueno. El complejo es m¨¢s bien de algunos de sus familiares. Hay muchos ejemplos de su generosidad. Al final de la Guerra Civil, por ejemplo, el Gobierno de la Rep¨²blica quer¨ªa hacer unos comedores para hu¨¦rfanos de guerra y ¨¦l dio una cantidad tan enorme, 200.000 libras esterlinas de la ¨¦poca, que los llamaron comedores Picasso. No s¨¦ si los llegaron a abrir. Fue en 1938.
P. Usted dice tambi¨¦n que la palabra puede ser tratada como materia pl¨¢stica.
R. Yo estoy muy cerca de la pl¨¢stica porque mi padre era pintor. De ni?o dec¨ªa que de mayor iba a ser pintor, a los 12, que pintor y poeta; despu¨¦s dije: poeta. Creo que eso me ha facilitado mucho el acceso a Picasso, que ¨¦l sea para m¨ª muy familiar, muy pr¨®ximo. Y ¨¦l se daba cuenta de eso.
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