El doble
Me llamo Cosme, soy actor de reparto y me gano la vida haciendo de provocador en programas de televisi¨®n relacionados con c¨¢maras ocultas. Mi vida es azarosa y temeraria. Muchas veces tengo que salir por pies, pero en demasiadas ocasiones acabo en un hospital. Ya me conocen en casi todos los servicios de urgencias de Madrid. Soy muy cobarde, un gallina, pero si se trata de asegurar el condumio de mis hijos pongo los huevos donde haga falta. No me queda otro remedio que ir de h¨¦roe por la vida. Mi especialidad son los disfraces.
Javier LR, director del programa para el que ahora trabajo, me someti¨® a una sesi¨®n de maquillaje de la cual sal¨ª convertido en Sadam Husein, tal cual. Todo el equipo se qued¨® at¨®nito. Me subieron a hombros, me exhibieron por los pasillos de la emisora y comprobaron, de paso, que se pod¨ªa dar el pego con fluidez: en la cafeter¨ªa, abarrotada, cundi¨® el silencio, una se?ora se puso hist¨¦rica, un grupo de mancebos no pudo contener la carcajada y al cabo de dos minutos todo el recinto era un mar de l¨¢grimas de risa. Hay muchos Sadam Husein desparramados por ah¨ª. Yo pod¨ªa ser uno de ellos, incluso el aut¨¦ntico. Me reun¨ª con los guionistas y me comunicaron en qu¨¦ consistir¨ªa mi pr¨®ximo trabajo: irrumpir el viernes en la Procesi¨®n del Silencio con la jeta del tirano iraqu¨ª pero con sotana de nazareno. Objet¨¦ que mi esposa pertenece a una cofrad¨ªa de se?oras con peineta que participa activamente en la citada procesi¨®n. Ellos dijeron que disfrazado de iraqu¨ª con bigote no me iba a conocer ni la madre que me pari¨®. Yo tragu¨¦ con todo por motivos econ¨®micos.
Esos bellacos del programa me la metieron doblada. Supuesto actor de la farsa, fui objeto de una de sus descabelladas provocaciones. Yo desfilaba con un cirio en la mano y con cara de Husein. A escasos dos metros, ajena supuestamente a mi presencia, desfilaba mi esposa con peineta y haciendo arrumacos con un nazareno encapuchado. Asest¨¦ un ciriazo al cofrade. La multitud me masacr¨®. Acab¨¦ en urgencias. Mi esposa era el gancho.
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