Fracasos previsibles
?Por qu¨¦ ha fracasado el plan Info XXI, el que iba a colocar a la sociedad espa?ola en cabeza de las econom¨ªas avanzadas europeas, seg¨²n las promesas de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y Josep Piqu¨¦ en 1999? La respuesta es que no se trataba propiamente de un plan, sino de un recurso propagand¨ªstico organizado para demostrar que el Ejecutivo ten¨ªa ideas avanzadas en materia de organizaci¨®n econ¨®mica y estaba dispuesto a situar a Espa?a en la senda de los pa¨ªses tecnol¨®gicamente avanzados. Es un recurso conocido: se anuncia una iniciativa herc¨²lea, con una gran aportaci¨®n presupuestaria, y se contabilizan los r¨¦ditos pol¨ªticos; despu¨¦s, si la iniciativa fracasa, que es el resultado m¨¢s probable porque nadie se ocupa de gestionarla, importa poco. Se busca un culpable -en el caso del AVE se ha llegado a hablar de sabotajes- o se hace otro plan, que es el caso del Info que se anunciar¨¢ despu¨¦s de Semana Santa, que tiene las mismas probabilidades de triunfar que el anterior.
La prioridad pol¨ªtica no es dotar a las empresas o al sistema educativo de m¨¢s capital tecnol¨®gico, sino presentar un d¨¦ficit cero
Si se entra en m¨¢s detalles, el fracaso del Info XXI se explica porque la prioridad de la Administraci¨®n espa?ola no es dotar a las empresas, al sistema educativo o al judicial de m¨¢s capital tecnol¨®gico que aumente su rentabilidad, sino cuadrar las cuentas y presentar sobre el papel un d¨¦ficit cero. Cuando se estrechan las condiciones presupuestarias, fen¨®meno que suele ocurrir dos o tres veces cada a?o, lo primero que se recorta es la inversi¨®n. As¨ª se explica que la inversi¨®n en capital tecnol¨®gico sea insuficiente, cuando no rid¨ªcula; que las v¨ªas de ferrocarril est¨¦n en condiciones lastimosas y proliferen los accidentes, o que las carreteras sean m¨¢s inseguras cada d¨ªa que pasa. Con esa prioridad, la maquinaria administrativa ahoga cualquier plan de inversi¨®n por articulado que est¨¦; y m¨¢s cuando, como el Info XXI, la gesti¨®n brilla por su ausencia.
Si la sociedad espa?ola quiere avanzar de verdad por el camino de la tecnolog¨ªa de la informaci¨®n y acrecentar su productividad por esta v¨ªa, las l¨ªneas pol¨ªticas por las que debe discurrir son las regionales. Al menos eso es lo que indican los precedentes conocidos en Espa?a. Los gobiernos auton¨®micos han demostrado mayor arrojo en la apuesta tecnol¨®gica y m¨¢s capacidad de gesti¨®n para ejecutarla. En este punto se deben citar los ejemplos de Extremadura o La Rioja. El caso extreme?o, por ejemplo, con su apuesta por el software libre -LinEx, desarrollo para Extremadura del sistema Linux- y su cicl¨®peo empe?o por instalar un ordenador por cada dos alumnos en las instituciones educativas de la autonom¨ªa, mejorar¨¢ probablemente la alfabetizaci¨®n tecnol¨®gica de las generaciones que ahora se est¨¢n formando en las escuelas e institutos. Aunque tropiece con la barrera evidente de la formaci¨®n de los profesores encargados de transmitir la nueva era digital, al menos es un esfuerzo que se puede medir y pesar, en inter¨¦s pol¨ªtico y en dinero.
Hay otra raz¨®n por la que es preferible a todos los efectos encarrilar la sociedad de la informaci¨®n por v¨ªas locales auton¨®micas. Las regulaciones del Gobierno central en los mercados de servicios -telefon¨ªa, gas, electricidad, derivados del petr¨®leo, informaci¨®n- han resultado hasta el momento poco flexibles. En todo momento y lugar han beneficiado a los operadores dominantes y han perjudicado a los consumidores. Resulta que para que la sociedad de la informaci¨®n tenga ¨¦xito es casi imprescindible que los consumidores de servicios tengan cierto poder en los mercados. Si no lo tienen, las probabilidades de universalizar los servicios mediante tarifas bajas, alta calidad y velocidad de transmisi¨®n son muy escasas. Este raquitismo es notable -por el momento- en Espa?a. A precios de conexi¨®n muy elevados les corresponde menos volumen de usuarios y menos control de calidad en los servicios.
Las cifras son muy expl¨ªcitas: Espa?a est¨¢ en el furg¨®n de cola de Europa en inversi¨®n en tecnolog¨ªa, en infraestructuras tecnol¨®gicas, en preparaci¨®n para Internet. Todos los organismos internacionales coinciden en situar a la sociedad espa?ola en los ¨²ltimos puestos de Europa en toda inversi¨®n potenciadora de la productividad y rentabilidad empresarial. M¨¢s all¨¢ de los circunloquios pol¨ªticos al uso, el Info XXI ha fracasado, pero no era previsible que triunfara. Turno para el siguiente plan.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Opini¨®n
- Sociedad informaci¨®n
- VII Legislatura Espa?a
- Nuevas tecnolog¨ªas
- Presidencia Gobierno
- Pol¨ªtica econ¨®mica
- Electr¨®nica
- Tecnolog¨ªa
- PP
- Legislaturas pol¨ªticas
- Partidos pol¨ªticos
- Inform¨¢tica
- Industria
- Medios comunicaci¨®n
- Econom¨ªa
- Ciencia
- Comunicaci¨®n
- Ministerio de Ciencia, Innovaci¨®n y Universidades
- Gobierno de Espa?a
- Gobierno
- Ministerios
- Administraci¨®n Estado
- Pol¨ªtica
- Administraci¨®n p¨²blica