El general Obasanjo gana en Nigeria entre denuncias de fraude

El presidente de Nigeria, Olusegun Obasanjo, de 66 a?os, tiene casi garantizada su reelecci¨®n con la mitad de las papeletas escrutadas. Seg¨²n el recuento oficial, Obasanjo logra el 66% de los votos, frente al 27% de su inmediato seguidor, Muhammadu Buhari. Seg¨²n los observadores locales, los comicios transcurrieron en relativa calma (seis muertos), pero con irregularidades significativas, sobre todo en el sur petrolero, donde la oposici¨®n denuncia un fraude masivo.

La llamada elecci¨®n de los cuatro generales, celebrada el s¨¢bado, parece encaminarse hacia una abrumadora victoria del ex general Obasanjo, cristiano yoruba, que ya fue elegido presidente en 1999 tras 15 a?os de dictadura. Su principal rival, el tambi¨¦n ex general Buhari, que gobern¨® el pa¨ªs en 1984 y 1985 con un pobre bagaje en derechos humanos, musulm¨¢n y partidario de la Ley Isl¨¢mica, es el gran derrotado. Los otros dos ex militares, Emeka Ojukwu, l¨ªder biafre?o, y Ike Nwachukwu, lograron pobres resultados. Y sobre ellos, el ex general Ibrahim Babangida, ex dictador, hacedor de reyes y uno de los hombres m¨¢s ricos de Nigeria. En 1999 apoy¨® a Obasanjo; esta vez ha guardado silencio.

Pese a la rotundidad de la victoria de Obasanjo, ¨¦sta no soluciona los grav¨ªsimos problemas de Nigeria, el pa¨ªs m¨¢s poblado de ?frica (61 millones ten¨ªan derecho a voto); es m¨¢s, representa una fotocopia precisa de la peligrosa divisi¨®n entre un norte musulm¨¢n (representado por Buhari) y el sur cristiano, a su vez dividido entre yorubas e ibos de la antigua Biafra. Sobre las presidenciales del fin de semana, como sobre las legislativas del anterior, planea el fraude. Todo indica que Buhari y su Partido de Todos los Nigerianos rechazar¨¢n los resultados.

Las mayores dudas sobre la limpieza electoral se centran en el Delta del N¨ªger, donde se encuentran las reservas petroleras del pa¨ªs, y en el llamado River State, donde ni siquiera hay resultados, informa Stuart Mole, miembro de la misi¨®n de observadores de la Commonwealth. En el Delta, nada partidarios de Obasanjo, a quien tildan de traidor, se han producido unos resultados inesperados. En muchos colegios, el actual presidente ha obtenido m¨¢s del 90% de los votos y en otros la participaci¨®n ha alcanzado el 100%. Hay denuncias de robo de urnas y falsificaci¨®n de papeletas, entre otras irregularidades. Los resultados oficiales finales se esperan para hoy.

En el Delta es donde Obasanjo se jugaba la reelecci¨®n. Ten¨ªa garantizado el voto de los yorubas del oeste y de la mayor¨ªa de los cristianos del sur y la derrota en el norte musulm¨¢n, donde ha conseguido resultados aceptables, nunca por debajo del 15%.

El jefe de campa?a de Obasanjo, Akin Osuntukun, dijo que estas elecciones representan un "comienzo real" y minimiz¨® las acusaciones de fraude: "Es la t¨ªpica mala reacci¨®n de los perdedores".

Los analistas locales sostienen que la presencia de ex generales en las elecciones es una r¨¦mora de las dictaduras y que ser¨¢n los comicios de 2007 los que den la oportunidad a una nueva clase pol¨ªtica.

Los retos de Nigeria son enormes y requieren el consenso de todos los partidos, algo que no ha sucedido en el primer mandato de Obasanjo: corrupci¨®n masiva, ausencia de cuadros, falta de una justicia independiente, definici¨®n constitucional de las tensiones ¨¦tnicas y religiosas, criminalidad y econom¨ªa, son s¨®lo los m¨¢s urgentes.