Sant Jordi trasciende la tradici¨®n de la venta de libros y rosas
Las obras de Terenci Moix, entre las m¨¢s buscadas
Miles de paseantes y un tiempo benigno, quiz¨¢ demasiado en algunos momentos, protagonizaron ayer la Diada de Sant Jordi en Catalu?a. Era el primer d¨ªa del libro y la rosa sin Terenci Moix, pero sus libros fueron algunos de los m¨¢s buscados en las 600 paradas montadas en las calles. M¨¢s de 200 escritores en laica peregrinaci¨®n despertaron, un a?o m¨¢s, un fulgurante fervor entre los ciudadanos.
La excusa son los libros y las rosas, pero lo cierto es que Sant Jordi se est¨¢ convirtiendo, cada vez m¨¢s, en una aut¨¦ntica manifestaci¨®n ciudadana. A los m¨¢s de 200 escritores que ayer se repartieron por toda Barcelona se le tiene que sumar el desembarco de instituciones, partidos, ONG, empresas, asociaciones, escuelas y facultades que aprovechan el tir¨®n popular para hacer campa?as o propaganda. Sin contar la tradicional chocolatada que ofrece el presidente de la Generalitat. Ayer fue la ¨²ltima en que el anfitri¨®n fue Jordi Pujol.
La jornada empez¨® para muchos en el hotel Regina. Foto de familia y desayuno. All¨ª, un veterano, Josep Maria Espin¨¤s, recordaba que el de ayer era su 49? Sant Jordi: "?C¨®mo ha cambiado todo este mundo! De las paradas semiclandestinas a toda esta organizaci¨®n...", dec¨ªa. Y aunque lleva casi dos a?os arrasando en las listas de ventas con La sombra del
viento, otro escritor barcelon¨¦s, Carlos Ruiz Zaf¨®n, que reside en Los ?ngeles, explic¨® que el de 2003 era su primer Sant Jordi firmando libros: "Me da la impresi¨®n de que se ha convertido en una feria para colocar la mercanc¨ªa".
Seg¨²n datos del Instituto Nacional de Estad¨ªstica conocidos ayer, el n¨²mero de t¨ªtulos editados en Espa?a creci¨® en un 6,8% en 2002 y lleg¨® a la cifra de 66.780: 57.174 libros y 9.606 folletos. Las tiradas medias siguieron descendiendo. En 2002 bajaron en un 2,1%, y se quedaron en 3.423 ejemplares por t¨ªtulo.
La novela de Ruiz Zaf¨®n fue una de las m¨¢s vendidas ayer. Tambi¨¦n, seg¨²n datos del Gremio de Libreros, El afinador de
pianos, de Daniel Mason; El para¨ªso en la otra
esquina, de Mario Vargas Llosa; El due?o de la
herida, de Antonio Gala, y Soldados de
Salamina, de Javier Cercas. ?ste, junto a David Trueba, director de la pel¨ªcula sobre la novela, empez¨® a firmar a primera hora. En la misma mesa de la FNAC, Antonio Gala se enfrentaba a su habitual cola de lectores. A su lado, el marciano Carlos Latre, que no paraba de firmar ejemplares de Bea, una becaria en Marte. En un momento dado, apret¨®n de manos entre los dos: Latre dio el tratamiento de "maestro" a Gala y ¨¦ste respondi¨® al imitador con un educado "disc¨ªpulo".
Situaciones extra?as
El D¨ªa de Sant Jordi da pie a situaciones extra?as. Como ver a la cantante Mar¨ªa Jim¨¦nez -que se trajo un tamp¨®n con la forma de unos labios para estampar en sus libros- al lado del l¨ªder de Esquerra Republicana, Josep Llu¨ªs Carod Rovira, firmando juntos en una caseta de El Corte Ingl¨¦s. Y m¨¢s all¨¢, Asha Mir¨®, autora del libro La filla del
Ganges. Este libro sobre su experiencia de ni?a adoptada fue uno de los m¨¢s vendidos en catal¨¢n. En esta lengua, los libreros tambi¨¦n destacaron El tema del
tema, de Quim Monz¨®; L'¨²ltim
tren, de Maria Merc¨¨ Roca; Plats i secrets de l'¨¤via
Remei, y la compilaci¨®n de mon¨®logos del equipo de Andreu Buenafuente, Qu¨¨ t'anava a dir? Buenafuente y los suyos instalaron tenderete propio. All¨ª, el traj¨ªn de buscadores de aut¨®grafos era constante. Rastreadores que no dejaron descansar ni un minuto a Santiago Carrillo y a Joaqu¨ªn Sabina.
M¨¢s pl¨¢cidos, pero sin parar, estaban autores como Javier Tomeo, Ignacio Mart¨ªnez de Pis¨®n, Manuel Rivas, Enrique Vila-Matas, Andr¨¦s Trapiello, Llu¨ªs-Anton Baulenas... Y Alfredo Bryce Echenique en su primer Sant Jordi tras su regreso a Barcelona. El autor de El huerto de mi amada celebr¨® que "en un mundo globalizado" queden "las costumbres familiares del libro y la rosa".
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