?Es hora de actuar!
Los autores sostienen que Europa debe hacer esfuerzos a nivel de presupuesto, de investigaci¨®n militar y espacial y de integraci¨®n de las fuerzas operacionales para mejorar su defensa.
Los acontecimientos del 11 de septiembre, seguidos por la intervenci¨®n en Afganist¨¢n y, m¨¢s recientemente, en Irak, han demostrado la necesidad de que Europa refuerce su defensa. La industria tiene la capacidad y preparaci¨®n para aportar su experiencia con el fin de conseguir este objetivo.
Los gobiernos y ciudadanos europeos son cada vez m¨¢s conscientes de lo que supone el nuevo reto para asegurar, colectivamente, la Defensa y Seguridad de nuestro continente, y contribuir de forma apropiada a la seguridad del mundo con Estados Unidos y otras naciones.
Para conseguir este objetivo es necesario que nuestras fuerzas dispongan de una capacidad mucho m¨¢s fuerte y s¨®lida, frente a las nuevas amenazas actuales y futuras. Una industria sostenible y eficiente aportar¨ªa y apoyar¨ªa esta capacidad.
Hay que solucionar pronto la diferencia de recursos y capacidad entre ambos lados del Atl¨¢ntico
En los ¨²ltimos a?os, la industria europea ha sufrido una importante reestructuraci¨®n con la creaci¨®n de BAE Systems, EADS y Thales como principales protagonistas en defensa con ofertas y perspectivas globales siempre en aumento. La fuerza impulsora detr¨¢s de la creaci¨®n de estas empresas ha sido la necesidad de consolidar los recursos, aprovechar grandes econom¨ªas de escala y finalmente proporcionar una capacidad integrada como contratistas principales. Se han dado pasos importantes y todav¨ªa hay espacio para una reestructuraci¨®n adicional en el ¨¢mbito de suministro de plataformas navales y en tierra.
Sin embargo, el progreso institucional equivalente en Europa en cuanto a pol¨ªtica de defensa y seguridad camina lentamente. Aunque seis pa¨ªses de la UE (Francia, Alemania, Reino Unido, Italia, Espa?a y Suecia) ya han reconocido la l¨®gica de armonizar algunas normas y criterios del mercado de defensa con una Carta de Intenciones (LoI), y cuatro pa¨ªses de la UE han transferido a OCCAR (Organizaci¨®n Conjunta de Cooperaci¨®n en materia de Armamento) la gesti¨®n de un gran n¨²mero de programas de colaboraci¨®n, se hace necesario llegar m¨¢s lejos. Estos logros no han alcanzado totalmente los objetivos fijados hace cinco a?os con ocasi¨®n de la iniciativa franco-brit¨¢nica en Saint-Malo.
Afortunadamente, se pueden ya vislumbrar se?ales positivas en el horizonte. En primer lugar, debido a las recientes operaciones militares y de mantenimiento de paz, como en Kosovo y Afganist¨¢n, los Estados miembros han reconocido que Europa carece de un importante n¨²mero de capacidades clave.
En segundo lugar, el Plan de Acci¨®n Europeo de Capacidades (ECAP), cuya funci¨®n es se?alar estas insuficiencias, ha comenzado ya su segunda fase con proyectos que se centran en el aumento de capacidades y centros de excelencia en ¨¢reas como CSAR (B¨²squeda y Rescate en Combate), UAVs (Veh¨ªculos A¨¦reos no tripulados) / UCAVs (Veh¨ªculos A¨¦reos de Combate no tripulados), reabastecimiento en vuelo, centro de operaciones y protecci¨®n contra amenazas nucleares, bacteriol¨®gicas y qu¨ªmicas.
Podr¨ªan considerarse m¨¢s iniciativas para mejorar la eficiencia e interoperabilidad, cada vez m¨¢s exigentes, del Combate A¨¦reo y las fuerzas navales y de tierra, entre las naciones europeas y con los Estados Unidos.
Otra posibilidad para mantener y aumentar el impulso ya iniciado son las iniciativas comunes para fortalecer las capacidades en Europa en cuanto a observaci¨®n estrat¨¦gica y t¨¢ctica, an¨¢lisis, y fusi¨®n de datos que capacidades cr¨ªticas para los gobiernos a la hora de gestionar situaciones de crisis o escenarios de guerra.
Paralelamente, los Estados miembros est¨¢n siguiendo iniciativas similares dentro del marco de la OTAN, a trav¨¦s del llamado Compromiso de Capacidades de Praga (PCC).
En ambos procesos, las naciones involucradas se comprometen a establecer unos requisitos operacionales lo m¨¢s comunes posible con calendarios compatibles, y est¨¢n estudiando implementar v¨ªas de adquisici¨®n m¨¢s innovadoras y asequibles; por ejemplo, a trav¨¦s de programas comunes, uni¨®n de recursos, coparticipaci¨®n en las funciones, leasing o soluciones a trav¨¦s de Iniciativas Financieras Privadas (PFI).
Es esencial transformar estos procesos en realidades concretas. Es m¨¢s necesario que nunca reforzar estas iniciativas con presupuestos apropiados que cubran las insuficiencias.
Durante muchos a?os, la inversi¨®n en defensa en Europa ha sido muy inferior a la de EE UU: 40.000 millones en Europa comparado con 100.000 millones de d¨®lares en EE UU. Adem¨¢s, las inversiones en Europa se hacen a trav¨¦s de diferentes autoridades, dispersando as¨ª los esfuerzos. Se han tomado iniciativas para desarrollar programas de cooperaci¨®n multi-naci¨®n, generalmente con ¨¦xito, pero se acerca el momento de tomar iniciativas m¨¢s coordinadas, alineando los gastos de inversi¨®n en defensa en la proporci¨®n adecuada (siendo el modelo apropiado el Reino Unido y Francia) y asumiendo una planificaci¨®n consistente y especificaciones de futuras capacidades acordadas en com¨²n.
Teniendo en cuenta la larga tendencia de investigaci¨®n y tecnolog¨ªa en Defensa y Seguridad, es imperativo reunir y fortalecer el esfuerzo europeo en este campo. Recientes declaraciones bilaterales de los gobiernos franc¨¦s, alem¨¢n y brit¨¢nico, y recomendaciones del Grupo de Trabajo de la Convenci¨®n de Defensa est¨¢n de acuerdo en se?alar la necesidad de crear una Agencia Europea de Armamento e Investigaci¨®n Estrat¨¦gica, fundada sobre la estructura existente en R&T, desarrollo y adquisici¨®n conjuntos. La creaci¨®n de esta agencia, impulsada por los pa¨ªses que realmente quieren progresar de inmediato, adoptar¨ªa una importancia estrat¨¦gica enorme para el futuro de la industria de defensa europea, ya que proporcionar¨ªa la plataforma m¨¢s integrada hasta ahora para la iniciaci¨®n y desarrollo de programas de defensa y seguridad a gran escala en toda Europa sobre la base m¨¢s cohesionada y rentable; una soluci¨®n en la que todas las partes saldr¨ªan ganando.
Es muy importante poner ¨¦nfasis en investigaci¨®n. El ¨¦xito actual de las industrias de defensa se basa, en gran medida, en la inversi¨®n en investigaci¨®n y tecnolog¨ªa en a?os anteriores. La salud a largo plazo de la industria de defensa europea depende cr¨ªticamente del aumento de estas inversiones. Es m¨¢s: la investigaci¨®n es cada vez m¨¢s importante a medida que la industria de defensa -cuya tecnolog¨ªa est¨¢ siempre en aumento- entra en un periodo de transformaci¨®n donde se pone un mayor ¨¦nfasis en la capacidad de redes, utilizando una superioridad de informaci¨®n unida a sistemas de ataque de precisi¨®n. Da que pensar saber que la magnitud o la diferencia presupuestaria transatl¨¢ntica a este respecto, en la que la provisi¨®n total de fondos de R& T en defensa en los EE UU supera la de Europa en un m¨²ltiplo de 8, mientras que en el campo de investigaci¨®n espacial y militar nos enfrentamos a un d¨¦ficit frente a EE UU de factor 15. Est¨¢ en juego, por tanto, la capacidad de las naciones europeas de realizar operaciones conjuntas con EE UU.
Tenemos que solucionar m¨¢s r¨¢pidamente la diferencia de recursos y capacidades existente entre los dos lados del Atl¨¢ntico para que se nos vea como un participante cre¨ªble en el marco internacional y un socio fiable de Estados Unidos. A la hora de la adquisici¨®n, la protecci¨®n de la base industrial y tecnol¨®gica de la defensa europea deber¨ªa ser un criterio de selecci¨®n tan expl¨ªcito como es el caso de Estados Unidos con su propia industria.
Apoyados en presupuestos coherentes, programas europeos reales, una visi¨®n pol¨ªtica s¨®lida y compromisos firmes, Europa puede mantener una seguridad garantizada de suministro de sistemas y servicios de defensa. ?sta es la ¨²nica forma de garantizar una seguridad aut¨®noma y una pol¨ªtica de defensa que Europa necesita y se merece considerando su peso pol¨ªtico y econ¨®mico. Esto tambi¨¦n abrir¨¢ el camino para que se produzca un s¨®lido di¨¢logo transatl¨¢ntico entre socios en un plano de igualdad. Nuestras empresas tienen numerosas experiencias con socios americanos; no tememos ninguna diferenciaci¨®n en t¨¦rminos de capacidades t¨¦cnicas o industriales, pero necesitamos el firme apoyo de nuestros gobiernos europeos para anticipar y aportar fondos al desarrollo de futuras capacidades en beneficio de unas relaciones transatl¨¢nticas armoniosas y de cooperaci¨®n en materia de defensa y seguridad.
Finalmente, no se cuestiona la inherente capacidad tecnol¨®gica y conocimiento europeos ni las estructuras industriales del continente. Lo que ha faltado hasta hoy es el compromiso de producir resultados. Sencillamente, ahora es el momento de actuar aumentando los esfuerzos presupuestarios, armonizando nuestros requisitos e integrando nuestras fuerzas operacionales.
P. Camus y R. Hertrich son consejeros delegados de la Compa?¨ªa Europea de Defensa Aeron¨¢utica (EADS); M. Turner y D. Ranque lo son de las empresas electr¨®nicas para defensa aeron¨¢utica Bae Systems y Thales, respectivamente.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.