El desasosiego y el asombro cotidiano de estar vivo
"Aquel a?o el oto?o lleg¨® pronto. / Llovi¨® en junio, hizo mucho fr¨ªo en julio. / El viento derrib¨® los almiares, / los cuervos se ocultaban en las cercas. // Junto al camino hab¨ªa tres fresnos. / Los tres perdieron sus hojas, / las semillas cayeron al suelo encharcado. / En agosto eran tres formas desnudas bajo la lluvia, / tres signos algebraicos olvidados en una pizarra. // No hubo verano para ellos, / ni un solo abejorro zumb¨® entre sus hojas, / ning¨²n ni?o trep¨® a sus ramas altas. // Tres fresnos desnudos junto al camino. / No hubo verano para ellos".
El poema Tres fresnos que da t¨ªtulo al libro del mismo nombre de Eduardo Jord¨¢ refleja la voz que recorre toda la obra. Son tres fresnos que, en palabras del autor, "estaban frente a la granja de Crossmolina, en el condado de Mayo, en el oeste de Irlanda". All¨ª pas¨® el escritor balear afincado en Sevilla "un verano ya demasiado lejano".
TRES FRESNOS
Eduardo Jord¨¢
Ediciones Pen¨ªnsula
61 p¨¢ginas. 8 euros
"Dos sentimientos contrapuestos han inspirado este libro, compuesto entre el oto?o del 2000 y el oto?o del 2002. Por un lado, el desasosiego y la fatiga de la edad madura. Por otro, el asombro cotidiano por el hecho de estar vivo. Supongo que esta oposici¨®n podr¨¢ explicar las oscilaciones que se producen en los poemas, a veces de forma abrupta, entre un estado de ¨¢nimo sombr¨ªo y otro mucho m¨¢s esperanzado. Esta tensi¨®n, imagino, es la que marca de un modo definitivo la edad madura. Uno sabe que ya le va quedando poco tiempo y que las fuerzas van menguando, pero tambi¨¦n sabe que la felicidad de cada d¨ªa, cuando llega, es en s¨ª misma un milagro incomparable", escribe Jord¨¢ en las notas que cierran el libro.
"Ya no hay otro paisaje, otro destino. / Llueve sin parar sobre charcos y tumbas, / sobre perros sin due?o, sobre ¨¢rboles / que han perdido las hojas y los frutos. / Y las horas se pierden en recuerdos. / Y todas las mujeres son intrusas. / Y las ciudades pasan como andenes. / Y la vida se va, no, ya se ha ido", concluye uno de los poemas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.