Los homosexuales amargan la jornada de la candidata

La calle de Fuencarral era ayer poco despu¨¦s de las once de la ma?ana un hervidero de coches y de gente merodeando por los comercios. En el n¨²mero 37, adem¨¢s de la algarab¨ªa que caracteriza al barrio de Chueca, hab¨ªa se?ales de que algo iba a pasar. Una veintena de personas, casi todos homosexuales, aguardaban la llegada de Ana Botella, que, acompa?ada de la consejera de Servicios Sociales, Pilar Mart¨ªnez, iba a visitar un centro de apoyo a gays, lesbianas y transexuales.

Cuando Botella descendi¨® de su coche el grupo de homosexuales levant¨® su pancartas y alz¨® sus voces. "Hip¨®crita, a ver si te sale un hijo igual", le grit¨® uno de los presentes. La candidata sonri¨® y no par¨® de hacerlo hasta que se adentr¨® en el portal. Eso s¨ª, antes de dar los cuatro pasos que separan la acera del edificio, escuch¨® m¨¢s insultos. Los escoltas que acompa?aban a Botella la rodearon para protegerla, a la vez que se abr¨ªan paso a duras penas. Al fondo, una pancarta de dos lesbianas: "Somos pareja hace 10 a?os, somos una familia".

Cuando Botella logr¨® llegar al primer piso del edificio, escuch¨® durante casi 45 minutos los problemas que un centenar de homosexuales plantean a diario en ese centro. "?Cu¨¢l es vuestro trabajo?", pregunt¨® la candidata a los empleados de la oficina. "Somos psic¨®logos y tratamos de ayudar a los homosexuales y transexuales tanto de manera individual como a trav¨¦s de grupos de trabajo".

Botella se sorprendi¨® ayer de que muchos gays "salieran del armario" cumplidos los 30 a?os y del caso de un chaval que lleg¨® un d¨ªa al centro relatando que sus padres, al saber que no era heterosexual, le hab¨ªan quitado el m¨®vil, la conexi¨®n a Internet y vigilaban sus salidas de casa. "Nos cont¨® que le hab¨ªan llevado a un psiquiatra para que se curase", a?adieron.

Botella, tras escuchar a los profesionales, no vari¨® su discurso y evit¨® pronunciarse sobre el matrimonio entre homosexuales y la adopci¨®n de ni?os por ¨¦stos. "Eso de la familia es un concepto muy amplio, habr¨ªa que ver cada caso....", indic¨®.

De nuevo en la calle, la candidata escuch¨® m¨¢s insultos y, ya dentro del coche, fue seguida por los concentrados, aprovechando que la v¨ªa estaba atascada. Un escolta entonces se volvi¨® a un joven suramericano y le espet¨®: "T¨² vete a votar a tu pa¨ªs". Al final, un polic¨ªa municipal permiti¨® que el coche oficial se saltase un sem¨¢foro para dejar atr¨¢s la tensa ma?ana.

Trinidad Jim¨¦nez, candidata del PSOE, expres¨® ayer su rechazo por los incidentes.: "Independientemente de compartir o no las ideas de otros candidatos, quiero que todos tengan el mayor de los respetos".