'Con las dos manos'
El Museo de Adra (Almer¨ªa) acoge una muestra de Eduardo Chillida Belzunce
"T¨² Eduardo, da igual que pintes con la boca o con la nariz, porque, para ser un maestro, t¨² s¨®lo tienes que pintar durante toda tu vida". Eso fue lo que Eduardo Chillida, el universal escultor fallecido el pasado verano, le dijo a su joven hijo que, con tan s¨®lo 18 a?os, parec¨ªa tener truncados sus sue?os art¨ªsticos. Eduardo Chillida Belzulce sobrevivi¨® a un grav¨ªsimo accidente de moto que le mantuvo en coma durante un mes y medio y lo apart¨® temporalmente de su gran pasi¨®n y af¨¢n: el arte.
Eduardo Chillida Belzunce, con tan s¨®lo cinco a?os, sent¨ªa fascinaci¨®n por el dibujo y la escultura. A los 14 realiz¨® su primer grabado en el taller de su hermano Ignacio y ya en 1984 recibi¨® de Antonio L¨®pez algunas clases en el C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid. En 1985, la carrera de la joven promesa sufri¨® un rev¨¦s y tambi¨¦n una parada forzosa. "Cuando sal¨ª del coma empec¨¦ a andar otra vez. Se me qued¨® paralizada la parte derecha del cuerpo y la izquierda de la cara. Desde entonces, he venido luchando siempre contra la par¨¢lisis", explic¨® el autor, que en 1988 realiz¨® su primera exposici¨®n tras el accidente.
La exposici¨®n que ma?ana abrir¨¢ sus puertas en el Museo de Adra, Con las dos manos. 1970-2003 aglutina las obras del artista desde su primera juventud, realizadas con la mano derecha, y su obra m¨¢s reciente, realizada con la izquierda.
"A nosotros nos ha hecho much¨ªsima ilusi¨®n este trabajo. Ha sido todo un reto que incluye desde la primera escultura que ¨¦l hizo con s¨®lo seis a?os hasta lo ¨²ltimo. Pero la muestra tambi¨¦n contiene obras de colecci¨®n, de la madre de Eduardo y muchos amigos que han cedido piezas para traerlas hasta Adra. Desde luego, resume todo el arte y toda la trayectoria de Eduardo y s¨®lo resta que la gente le guste", explic¨® la esposa del artista, Susana ?lvarez Sanmart¨ªn.
El autor asinti¨® ante el comentario de su mujer, a la que reconoce como "la verdadera impulsora de esta exposici¨®n y la que verdaderamente se lo ha currado en estos ¨²ltimos seis meses".
Ninguno de los dos disimul¨® la ilusi¨®n y el cansancio por el esfuerzo realizado en los ¨²ltimos meses. El cuidado cat¨¢logo de la muestra, de 143 p¨¢ginas, incluye textos de Pedro Sancrist¨®bal, vicepresidente de la Asocicaci¨®n Espa?ola de Cr¨ªticos de Arte; su madre, Pilar Belzunce; y del director del Instituto Valenciano de Arte Moderno, Cosme de Bara?ano, entre otros.
La muestra recoge un total de 103 piezas, mayoritariamente cuadros que, por exigencia del artista, han obligado a la direcci¨®n del Museo a pintar las paredes de blanco. Pero el recorrido de la exposici¨®n lleva al visitante a contemplar tambi¨¦n litograf¨ªas, piedras pintadas, grabados, cer¨¢micas, esculturas de alabastro, bronce y terracota y su producci¨®n m¨¢s reciente sobre tela o piedra.
"Yo me alimento del trabajo. Es lo que me da todo. Cuando pasa un mes y veo que han salido cuatro cuadros m¨¢s y dos esculturas pintadas me siento bien. Pinto siempre que vaya al cualquier parte. Lo necesito", explica el artista en las horas previas al estreno de su trabajo con el p¨²blico andaluz.
El cr¨ªtico de arte Pedro Sancrist¨®bal, que estar¨¢ presente en la inauguraci¨®n de la muestra, ma?ana a las 21.00, defini¨® al artista: "?l es libre de teor¨ªas, de ense?anzas y magisterios formales; sin ataduras o pertenencia a grupos o escuelas. En fin, simplemente libre. Sus deseos surgen a borbotones desde las tripas, como les sucede a todos los Chillida". Su obra podr¨¢ verse en Adra hasta el 15 de junio.
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