Frustraciones y homenajes

La gala por el D¨ªa Internacional de la Danza result¨® accidentada a pesar de una cuidadosa planificaci¨®n por parte de sus organizadores. La responsabilidad del desaguisado fue de la Comunidad de Madrid, que censur¨® y mutil¨® la actuaci¨®n de uno de los participantes, el core¨®grafo mexicano residente en Espa?a Alberto Garc¨ªa, director de la compa?¨ªa El Curro DT, que mostr¨® una conmovedora escena de Espa?a de tinieblas y amapolas, donde habla del exilio, sus dolores y heridas. El otro detalle feo fue que no hubo ni un paso de ballet cl¨¢sico.

Aquello iba de homenajes, y los primeros en ponerse en esa l¨ªnea, durante la gala celebrada anteanoche en el teatro Alb¨¦niz de Madrid, fueron Chevy Muraday, Antonio Calero, Nicolas Rambaud y Orlando Ortega, que mediante la asociaci¨®n del cad¨¢ver exquisito imitaron a William Forsythe hasta un punto embarazoso, m¨¢s que en la letra coreogr¨¢fica, en los recursos esc¨¦nicos (luz, vestuario, apoyo sonoro, ritmos).

Entre otros, destac¨® Cesc Gelabert con dos peque?as piezas muy elaboradas en la l¨ªnea y en estilo, particulares y afiladas en su geometr¨ªa y en su din¨¢mica, a veces rupturista y a veces de una curiosa poes¨ªa de la elevaci¨®n y los impulsos. Poco entusiasm¨® el conjunto Talent Danza, liderado por Antonio Najarro, que hizo un fragmento de Tango flamenco, facil¨®n y cercano a la revista o a las coreograf¨ªas de televisi¨®n, con un gusto chirriante en los vestidos, a pesar de la buena preparaci¨®n t¨¦cnica de sus bailarines, especialmente Alo?a Alonso.

Tambi¨¦n bailaron Sol Pic¨®, Ana Noya y Eduardo Lao; Mar¨ªa Pag¨¦s hizo una sole¨¢ particular y el ¨²ltimo puesto estuvo con justicia reservado a Jos¨¦ Antonio, director de la Compa?¨ªa Andaluza de Danza, que puso en escena su paso a dos Golpes da la vida, acompa?ado en escena por un joven talento del flamenco andaluz actual: Rafael Campallo, todo energ¨ªa, planta y goce en el desplante. Este d¨²o dram¨¢tico, elocuente y equilibrado, es un relato sucinto del choque generacional, de la ruptura de la umbilicalidad. El joven y el hombre maduro se encuentran y se separan de manera en¨¦rgica y desgarrada. Golpes da la vida recuerda en su densidad a otro memorable d¨²o masculino creado por Jos¨¦ Antonio hace a?os, las Romeras que bordaba junto a Candy Rom¨¢n.

Antonio Gades

El actor Juan Diego Botto (que no luc¨ªa la pegatina del "No a la guerra", sino una camiseta con este lema a todo lo ancho del pecho), haciendo gala de una voz de terciopelo y captando al p¨²blico desde sus primeras palabras, ley¨® el final de Bodas de sangre, de Federico Garc¨ªa Lorca, e introdujo as¨ª el homenaje a Antonio Gades, que este a?o recibi¨® la placa de reconocimiento a toda una vida y una obra dedicada a la danza. Antes, Guillermo Heras hab¨ªa recibido el Zapato Rojo, un galard¨®n que concede la Asociaci¨®n Cultural por la Danza a quienes han contribuido al desarrollo de este arte. Al final, el p¨²blico aplaudi¨® generosamente a Gades y a todos los artistas reunidos sobre el escenario.