Enemigos de la democracia
La comparecencia de Magdalena ?lvarez, consejera de Econom¨ªa, en el Parlamento andaluz para informar sobre las retribuciones del equipo directivo de Cajasur, aunque fue a puerta cerrada, ha trascendido a la opini¨®n p¨²blica. Su contenido, en lo sustancial, era ya conocido, ampliamente difundido y comentado por escandaloso, por tanto la p¨®liza de Castillejo de 2,9 millones de euros, su retribuci¨®n anual de 474.000, las sustanciosas dietas de 240 euros por asistir al cine, al teatro, a conciertos y hasta a misa, que cobran algunos can¨®nigos miembros del consejo de administraci¨®n, y todo lo dem¨¢s, con la comparecencia de la consejera ha pasado a ser una informaci¨®n de car¨¢cter oficial. La respuesta de los empleados de Castillejo, antes, cuando se hizo p¨²blico en los medios de comunicaci¨®n, y ahora en el Parlamento, ha sido poner en duda la legalidad de la inspecci¨®n llevada a cabo por el Gobierno andaluz, pero no han negado la veracidad de la informaci¨®n con datos y documentaci¨®n, luego es verdad todo lo que se ha dicho, incluido el oscurantismo y el uso clientelar que rodea la gesti¨®n de la obra social. Esta es la primera conclusi¨®n que conviene dejar clara para no perdernos en el barullo. Tambi¨¦n conviene dejar claro que todas estas, llam¨¦mosle, irregularidades est¨¢n siendo investigadas por la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n.
En un sistema de libertades, la informaci¨®n es uno de los pilares fundamentales, de ah¨ª que las instituciones y entidades de car¨¢cter p¨²blico deban ser transparentes para los ciudadanos, y las administraciones p¨²blicas deben velar para que sea as¨ª. Pero Castillejo, sus can¨®nigos y sus directivos, se empe?an en aparecer como enemigos de la democracia, seguramente porque saben que en una situaci¨®n en la que hubiese una mayor participaci¨®n social en la gesti¨®n, no podr¨ªan hacer lo que est¨¢n haciendo. "Una caja es m¨¢s eficaz cuanto m¨¢s alejada est¨¦ del intervencionismo p¨²blico", dec¨ªa hace unos d¨ªas el director general de Cajasur. Cabe preguntarse para qui¨¦n es m¨¢s eficaz, por lo que hemos conocido parece ser que es para los que la gestionan. La prueba m¨¢s evidente de su animadversi¨®n a la participaci¨®n institucional y social est¨¢ en los nuevos estatutos que han aprobado y el inicio del proceso de aplicaci¨®n que han llevado a cabo con una inusitada celeridad. Los datos hablan por s¨ª solos: el cabildo catedralicio aumenta su presencia del 35% al 46,6%, los municipios pasan de un 27,5% a un 16,6%. En el consejo de administraci¨®n el cabildo se garantiza el 50% de los miembros, la Diputaci¨®n pierde su derecho como entidad fundadora. Se acaba as¨ª de un plumazo con la aparente pluralidad que exist¨ªa y se establece un control m¨¢s f¨¦rreo de Castillejo y sus can¨®nigos. Han descubierto su verdadero rostro, el del autoritarismo, el ¨²nico que les permite hacer lo que quieran sin que nadie les incordie.
En esta maniobra contra la democracia en Cajasur, el PP es un c¨®mplice necesario y ha pactado con Castillejo la introducci¨®n en la Ley Financiera de contenidos espec¨ªficos para posibilitar lo que se ha hecho. "Nos hemos acogido con quien nos quiere", ha dicho el sacerdote-presidente; al parecer los dirigentes del PP comparten con ¨¦l los mismos criterios contra el principio democr¨¢tico que debe presidir la constituci¨®n de los ¨®rganos de gobierno y de paso le dan la en¨¦sima bofetada a la autonom¨ªa de Andaluc¨ªa, quit¨¢ndole parte de sus competencias sobre Cajasur. En la estrategia que ha montado el t¨¢ndem Castillejo-PP todo vale, la confrontaci¨®n con Ayuntamientos, Diputaci¨®n y Junta, el menosprecio al Parlamento, la justificaci¨®n de los casos escandalosos que han quedado al descubierto. Cuesta trabajo creerlo, pero esto est¨¢ pasando.
Es de agradecer que se haya descorrido un poco el tupido velo y hayamos tenido la oportunidad de conocer las nefastas consecuencias que trae el ejercicio de un poder incontrolado. De ah¨ª vienen las prisas para huir del control de la Junta y no se descubran m¨¢s detalles escandalosos. Pero con lo que ya sabemos nos hacemos una idea de lo que puede esconderse, aunque tambi¨¦n es seguro que Cajasur seguir¨¢ dando sorpresas.
El PSOE ha adoptado una postura clara: ajustar a la legalidad el funcionamiento de la entidad y luchar porque no se le sustraigan competencias. El PP tambi¨¦n tiene una postura clara: proteger a Castillejo y hacer depender Cajasur de Madrid. Las dem¨¢s fuerzas pol¨ªticas, especialmente en C¨®rdoba, tambi¨¦n deber¨ªan adoptar una postura sin ambig¨¹edades. En este caso las orillas est¨¢n muy definidas: o se est¨¢ con la defensa del funcionamiento democr¨¢tico y la transparencia en la gesti¨®n de Cajasur o se est¨¢ con Castillejo y el PP.
Herminio Trigo fue alcalde de C¨®rdoba y es miembro de la ejecutiva regional del PSOE.
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