Bien, pero insuficiente
Los datos de la Encuesta de Poblaci¨®n Activa (EPA) para el primer trimestre del a?o han supuesto una cierta sorpresa, especialmente en lo que se refiere a la creaci¨®n de empleo. En mi opini¨®n, tales datos deben ser tomados con cautela, pues parecen incorporar un grado elevado de erraticidad, en este caso al alza, dentro de los m¨¢rgenes normales de fiabilidad de cualquier encuesta.
Como se ve en el gr¨¢fico superior izquierdo, durante 2001 y 2002 el ritmo de crecimiento del empleo mostr¨® una tendencia a la baja, de forma coherente con la desaceleraci¨®n del crecimiento de la econom¨ªa. Sin embargo, los datos mensuales de las afiliaciones a la Seguridad Social de los primeros meses de este a?o ya indicaron una ligera mejor¨ªa respecto a los meses precedentes. No es del todo extra?o, pues, que la EPA haya confirmado dicha mejor¨ªa. Ahora bien, lo que sorprende es sobre todo la magnitud del aumento del empleo: la tasa de variaci¨®n interanual pas¨® del 1,6% en el cuarto trimestre del pasado a?o al 2,3% en el primero del actual, lo que para un solo trimestre es demasiado. M¨¢s a¨²n, el crecimiento intertrimestral, elevado a tasa anualizada y calculado sobre la serie desestacionalizada, se eleva al 3,8%. Si suponemos que no se ha producido una ca¨ªda de la productividad por ocupado, calculen los lectores a qu¨¦ ritmo deber¨ªa haber crecido el PIB para que estos datos de empleo fueran coherentes. Los indicadores de producci¨®n y demanda, sin embargo, no confirman una aceleraci¨®n apreciable del PIB, tampoco una desaceleraci¨®n, digamos que se mantiene la misma tasa observada a finales del pasado a?o, es decir, entorno al 2%. Puede haber, por tanto, una mejora del empleo, pero no de la magnitud que indican los ¨²ltimos datos de la EPA.
Los indicadores de producci¨®n y demanda no confirman una aceleraci¨®n apreciable del PIB
En cualquier caso, sigue siendo sorprendente que en una coyuntura como la actual, de d¨¦bil crecimiento econ¨®mico, siga cre¨¢ndose tanto empleo. Las razones principales son la moderaci¨®n salarial -gracias a la cual, las empresas mantienen saneadas sus cuentas de resultados y no se ven obligadas a recortar empleo-, la mayor flexibilidad en el uso de la mano de obra introducida en las sucesivas reformas laborales, especialmente la de 1994, y sobre todo el fen¨®meno de la inmigraci¨®n. Los inmigrantes proporcionan abundante y barata mano de obra, presta a ser utilizada en condiciones que los espa?oles no aceptar¨ªan. Ello hace que se cree empleo que en condiciones normales no se crear¨ªa y explica tambi¨¦n el fuerte ritmo de avance de la poblaci¨®n activa, muy superior al de la poblaci¨®n en edad de trabajar (gr¨¢fico central). Pero tambi¨¦n estos inmigrantes ocupan muchos puestos de trabajo que antes ocupaban los nacionales o que podr¨ªan ocupar los j¨®venes y mujeres que buscan empleo por primera vez. El caso es que no se crea empleo para todos, y por eso aumenta el paro (gr¨¢fico derecho). No caben, pues, complacencias por el hecho de que se alcancen r¨¦cord hist¨®ricos. La inmigraci¨®n es un hecho muy positivo, pero plantea el reto de que ahora hace falta crear mucho m¨¢s empleo que antes. Si se quiere absorber la ola de inmigrantes y la incorporaci¨®n de los nuevos demandantes de empleo espa?oles habr¨¢ que elevar el potencial de crecimiento de la econom¨ªa e introducir reformas en el mercado laboral. Seguramente en esto estemos casi todos de acuerdo. Entonces, ?por qu¨¦ no las hacemos?
?ngel Laborda es director de coyuntura de la Fundaci¨®n de las Cajas de Ahorros Confederadas para la Investigaci¨®n Econ¨®mica y Social (FUNCAS).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.