'Supergigi' cierra con llave
Buffon, un gran portero con meteduras de pata pol¨ªticas no intencionadas
Pudo haber elegido el lanzamiento de disco, como su madre, Mar¨ªa Estela, una de las mejores atletas italianas de los a?os 70. O el de peso, como su padre, Adriano, que fue campe¨®n nacional j¨²nior de la especialidad. Con su estatura (1,91 metros), incluso podr¨ªa haber emulado a sus hermanas, Ver¨®nica y G¨¹endolina, internacionales en voleibol. Pero, con esos envidiables antecedentes gen¨¦ticos para el deporte, Gianluigi Buffon (Carrara, 1978) se empe?¨® en seguir los pasos de su t¨ªo abuelo, Lorenzo, un reputado guardameta que milit¨® en el Milan y el Inter y que alcanz¨® la internacionalidad a finales de los a?os 50.
La porter¨ªa del Juventus, el equipo defensivamente m¨¢s s¨®lido de la Liga italiana, se ha caracterizado en los ¨²ltimos decenios por tener inquilinos de la talla de Dino Zoff, Stefano Tacconni o Angelo Peruzzi. Gigi Buffon, como es conocido cari?osamente por los aficionados, es ahora su propietario y cuenta que a los 12 a?os decidi¨® dejar de jugar como centrocampista para pasarse a la porter¨ªa deslumbrado por la actuaci¨®n de su gran ¨ªdolo, el camerun¨¦s Tommy N'Kono, en la Copa del Mundo de Italia 90. Desde entonces ha sido precoz en todo. Debut¨® en la Primera Divisi¨®n a los 17 a?os, en el Parma, su primer club profesional, ante el Milan. De ese d¨ªa recuerda que no le metieron ning¨²n gol y que, con los nervios, se olvid¨® de hacerse la foto con sus compa?eros. Un detalle menor porque ya nadie volvi¨® a acordarse del brasile?o Taffarel, el portero del conjunto parmesano en los primeros y exitosos a?os 90.
De sus siete temporadas en el Parma quedan un buen pu?ado de an¨¦cdotas y alg¨²n pecado de juventud. En 1999, las c¨¢maras de televisi¨®n recogieron una celebraci¨®n de un gol en la que Buffon mostraba una camiseta con la inscripci¨®n "Boia chi molla" ("Al verdugo con el que afloje"), un dicho popular toscano convertido ahora en el grito de guerra de algunos grupos filofascistas. Buffon explic¨® que su acci¨®n carec¨ªa de intencionalidad pol¨ªtica. Pero en 2000 volvi¨® a tener problemas similares al pretender utilizar el dorsal 88, un n¨²mero que en la jerga neonazi se identifica con el saludo "Heil, Hitler". Representantes de la comunidad jud¨ªa en Roma pusieron el grito en el cielo y Buffon lo cambi¨® por el 77 y trabaj¨® con una asociaci¨®n contra la drogodependencia para lavar su imagen. La opini¨®n p¨²blica acab¨® disculpando sus meteduras de pata, producto m¨¢s que nada del desconocimiento.
Para entonces ya se hab¨ªa consolidado como la gran promesa en la porter¨ªa de la selecci¨®n nacional. Llegaba el Campeonato de Europa de 2000 y se sab¨ªa titular, pero una lesi¨®n en un hombro dej¨® el camino libre a Francesco Toldo, un joven cuyas grandes intervenciones llevaron a Italia a la final. Desde entonces, los tifosi discuten cu¨¢l de los dos debe ser el titular: Buf-fon lo fue en el Mundial de 2002.
A ambos, eso s¨ª, se les abrieron pronto las puertas de los equipos grandes: Toldo dej¨® al Fiorentina para fichar por el Inter. Y Buffon se convirti¨® en el portero m¨¢s caro al ser elegido para sustituir en el Juventus al discutido Van der Sar a comienzos del curso pasado. La campa?a finaliz¨® con Buffon reverenciado por la cr¨ªtica y con el scudetto en las vitrinas del club. En el ejercicio actual ya lo ha salvado en varios partidos con paradas ag¨®nicas, de ¨¦sas que desmoralizan a los rivales. Con una sobresaliente envergadura y un f¨ªsico el¨¢stico, es el guardameta italiano que mejor aguanta erguido los mano a mano. Poco dado a los adornos gratuitos y con un aceptable juego de pies y mucha personalidad, tambi¨¦n es consciente de que por delante de ¨¦l se encuentran veteranos defensores como Ferrara, Montero o Thuram, que festejan la seguridad y sangre fr¨ªa de su Supergigi. Y es que Buffon puede presumir de que ha detenido penaltis a Baggio y Ronaldo: con el Parma, en dos ocasiones, aunque el brasile?o tambi¨¦n le marc¨® un magn¨ªfico gol desde fuera del ¨¢rea.
El guardi¨¢n de la porter¨ªa mejor cuidada del f¨²tbol italiano -el Juventus solo ha recibido 22 goles en 31 partidos de la Liga- se define como "un portero a medio camino entre lo cl¨¢sico y lo moderno". Hoy tratar¨¢ de cerrar con llave al Madrid la puerta de acceso a la final de la Champions.
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