Sloterdijk critica el af¨¢n del hombre actual por simular unas necesidades que ya no tiene

La primera entrega de Esferas (Siruela) se subtitula 'Burbujas' y tiene m¨¢s de 560 p¨¢ginas. La segunda parte, Logos, y la tercera, Espumas, son tambi¨¦n vol¨²menes extensos. Es la obra m¨¢s ambiciosa de Peter Sloterdijk (Karlsruhe, 1947), el heterodoxo fil¨®sofo alem¨¢n que estuvo ayer en Madrid para presentarla en una rueda de prensa. M¨¢s adelante, dialog¨® sobre su obra en el Instituto Goethe con Isidoro Reguera e Ignacio G¨®mez de Lia?o. Para Sloterdijk, el hombre actual no lucha ya contra la necesidad para ser libre, sino que, siendo libre, simula sus ataduras.

"Las viejas ideas del humanismo ya no sirven para contar lo que nos pasa", dijo Peter Sloterdijk. "Los seres humanos han aprendido que desde el siglo XIX viven en un mundo que se ha descrito de forma err¨®nea. Bruno Latour ha definido el humanismo como la ideolog¨ªa del hombre desnudo, y sin embargo hoy sabemos que el hombre est¨¢ vestido y que vive acompa?ado de m¨²ltiples objetos". Para el fil¨®sofo alem¨¢n, el hombre no est¨¢ solo entre los hombres. "Convive con las piedras, las plantas, los animales, las armas, las m¨¢quinas, los dioses, los jefes de Estado, los esp¨ªritus m¨¢s variados, y de todo eso hay que dar cuenta".

De la teolog¨ªa a la m¨²sica pop, del arte a los descubrimientos gen¨¦ticos, de los viejos conceptos filos¨®ficos a nuevos t¨¦rminos y expresiones que pretenden definir otra realidad, Sloterdijk se mueve en el terreno del pensamiento con una saludable libertad que no respeta g¨¦neros ni los grandes discursos acad¨¦micos. Su capacidad pol¨¦mica ha enfurecido a los grandes popes de la filosof¨ªa alemana, como Habermas, y la cr¨ªtica suele destacar la originalidad y transparencia de su escritura.

Su ensayo m¨¢s conocido, Cr¨ªtica de la raz¨®n c¨ªnica, que Siruela acaba de reeditar, es el texto filos¨®fico m¨¢s vendido en Alemania desde La decadencia de Occidente, de Spengler, coment¨® su actual editor en Espa?a, Jacobo Siruela. En Esferas pretende filosofar a partir de lo m¨¢s cercano, el espacio, y su lema, como escribe en la introducci¨®n, es: "Mant¨¦ngase alejado quien no est¨¦ dispuesto de buen grado a elogiar la transferencia y a rebatir la soledad".

"La visi¨®n cl¨¢sica del hombre es la de alguien subyugado por las necesidades que busca la libertad", dijo Sloterdijk. "Lo que ocurre hoy, sin embargo, es que los hombres viven en libertad, incluso con ciertos lujos, y se imponen simular unos padecimientos que no tienen.Esta comedia de la necesidad es la gran ideolog¨ªa de nuestro tiempo. As¨ª que ese hombre rico y feliz s¨®lo tiene dos opciones: o suicidarse o dedicarse a correr maratones. La pasi¨®n por el deporte es uno de los s¨ªntomas m¨¢s elocuentes de nuestra actual sociedad. Y los espa?oles podr¨ªan preguntarse por qu¨¦ antes tuvieron tantos santos y hoy tienen tan buenos corredores de marat¨®n".

Sloterdijk contest¨® a preguntas muy variadas. Dijo que el hombre hoy ya "ha terminado su cursillo de nihilismo", que ¨¦ste forma ya parte de lo que somos. Reivindic¨® el saber teol¨®gico para acercarse al presente y se?al¨® que no piensa en el individuo aislado, sino en el que entra en relaci¨®n con el otro, en la pareja. Record¨® la "maravillosa altivez" de Hanna Arendt y reconoci¨® su profunda deuda con Robert Musil y Hermann Broch. Pensando en ¨¦ste, habl¨® del sonambulismo como de una forma efectiva de salir del c¨ªrculo cerrado del sujeto y el objeto, y acceder a otras realidades.