Guadix, entre Granada y el hast¨ªo
Los accitanos, sobre todo los j¨®venes, se muestran poco esperanzados en que las elecciones supongan cambio alguno
"Tengo 19 a?os, es la primera vez que puedo votar y veremos si voto. A los pol¨ªticos no le interesamos nada". Mar¨ªa Angustias Molero tiene la oportunidad de votar por primera vez y se lo est¨¢ pensando. Esta chica, que trabaja de dependienta todo a 100, no es de los j¨®venes que parece que pasa de todo; de hecho, su indignaci¨®n aumenta a medida que opina sobre la situaci¨®n de los j¨®venes en Guadix (Granada). "Nac¨ª en Guadix y aqu¨ª quiero quedarme, pero lo veo dif¨ªcil", dice Molero, que se queja de que en este municipio "no hay ni una sola industria en la que colocarse; s¨®lo tiendas y agricultura". La consecuencia para los j¨®venes, concluye, es marcharse: "Hay que mirar por tu futuro y aqu¨ª no lo hay". Seg¨²n un estudio del PP, de cada cuatro j¨®venes que salen a estudiar o trabajar fuera, s¨®lo vuelve uno.
Los j¨®venes en Guadix no parecen conformes con su pueblo. No s¨®lo tienen un futuro dif¨ªcil. Tambi¨¦n el presente les incomoda. Dicen que la ciudad no les ofrece ni buenos sitios para salir de copas. Esta joven cuenta que para divertirse los s¨¢bados se tiene que ir con su novio "a Baza o a Granada". A 55 kil¨®metros de autov¨ªa de Granada y a 45 de Baza, Guadix est¨¢ condicionada por la cercan¨ªa a una capital que lo tiene casi todo y a una ciudad de igual n¨²mero de habitantes pero cuya mayor distancia de la capital le justifica algunos equipamientos extra que no tiene Guadix. En su lucha por un hospital, Baza lo tuvo primero; en su lucha por un conservatorio de grado medio, Baza lo consigui¨® antes. Es el sino de Guadix: Baza se lleva las mejores instalaciones y Granada, las personas.
La capital est¨¢ a algo m¨¢s de media hora de coche, por lo que mucha gente que trabaja en Guadix vive en Granada. Miguel Pedraza, candidato por IU, estima que el 80% de los funcionarios viaja desde Granada cada d¨ªa. Eso significa que "cobran y gastan all¨ª". Adem¨¢s, ese capital humano no acaba de implicarse en la ciudad.
Una visita al mercado de abastos da idea de que las cosas no est¨¢n muy animadas. Poca gente de compras a mediod¨ªa y varios puestos cerrados. Francisco Casado Rodr¨ªguez ha regentado durante 30 a?os una de las carnicer¨ªas del mercado. "Este pueblo apenas ofrece trabajo. Antes hab¨ªa una f¨¢brica azucarera pero la cerraron. Ahora no hay industria", dice. Seg¨²n cuenta Casado, muchos accitanos siguen emigrando a trabajar en Baleares, Catalu?a o en la aceituna en Ja¨¦n.
Antonio Avil¨¦s, actual alcalde por el PSOE, reconoce que el principal problema del pueblo es la falta de empleo: "Hemos buscado inversiones y vamos a hacer un campo de golf con 1.200 viviendas anejas, dos grandes hoteles y un gran pol¨ªgono industrial. Se van a crear muchos puestos de trabajo". Y sigue: "El nuevo hospital estar¨¢ listo en dos o tres a?os y traer¨¢ otros 250 trabajos". A algunos accitanos, sin embargo, lo del campo de golf y los hoteles les parece algo lejano y lo del hospital es una exigencia del pueblo desde hace d¨¦cadas y cuya venta electoral, a estas alturas, est¨¢ devaluada.
Sebasti¨¢n P¨¦rez, candidato del PP, recuerda que el pol¨ªgono ya lo prometieron hace cuatro a?os. Tanto P¨¦rez, como Mar¨ªa Angustias Molero, la joven que no sabe si va a votar o no, recuerdan otra promesa que qued¨® en nada: una f¨¢brica de autobuses en la ciudad. Algunos fueron incluso a recibir cursos a Barcelona. No se ha puesto ni un ladrillo.
La sensaci¨®n que dan comerciantes y viandantes es que todos est¨¢n cansados de sus pol¨ªticos, resignados a que todo siga igual y hartos de que nadie ofrezca un futuro distinto. A lo sumo, algunos creen que el PSOE "puede perder la mayor¨ªa absoluta", algo que no ha ocurrido en toda la historia democr¨¢tica de la ciudad.
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