Terrorismo y cooperaci¨®n

Aznar ha propuesto a la ONU que la ayuda a los pa¨ªses pobres para la lucha contra el terrorismo se contabilice como cooperaci¨®n al desarrollo. Aunque a los miembros del Consejo de Seguridad esto les habr¨¢ parecido pintoresco, a los que seguimos la pol¨ªtica del PP en cooperaci¨®n no nos sorprende.

De hecho, contin¨²a la tendencia de este Gobierno a contabilizar como cooperaci¨®n al desarrollo partidas tan ajenas a la misma como, por ejemplo, las de promoci¨®n cultural de Espa?a en el extranjero.

As¨ª, el 80% de la cooperaci¨®n educativa de Espa?a con Marruecos se consume en el mantenimiento de 11 colegios de lujo a los que asisten hijos de espa?oles y de las ¨¦lites marroqu¨ªes. Esto es para el PP ayudar al desarrollo de un pa¨ªs en el que la mitad de la poblaci¨®n es analfabeta y tres de cada 10 ni?os est¨¢n sin escolarizar.

Pero ni con esta "contabilidad creativa" puede el Gobierno maquillar la realidad. Si en algo se distingue la pol¨ªtica de cooperaci¨®n al desarrollo del PP es en el incumplimiento sistem¨¢tico de los compromisos internacionales de Espa?a en la materia.

Lo que deber¨ªa ser un esfuerzo del 0,7% del PNB se ha mantenido en torno al 0,25%. El 20% deber¨ªa dirigirse a sectores sociales b¨¢sicos, pero Espa?a dedica menos del 10%. Y en lugar de dirigir un 0,15% del PNB a los pa¨ªses m¨¢s pobres, Espa?a se mantiene la ¨²ltima de la lista con un invisible 0,02%.

Una vez m¨¢s nuestro Gobierno retuerce la l¨®gica e invierte los t¨¦rminos. Es la ayuda al desarrollo lo que deber¨ªa contabilizarse como lucha contra el terrorismo, y no al rev¨¦s, porque reduce las posibilidades de que masas de desesperados se sumen a las bandas de asesinos.