La dif¨ªcil paz de los derrotados
?rabes e israel¨ªes expresan en Toledo su escepticismo sobre la Hoja de Ruta, ¨²ltimo plan de paz para Oriente Pr¨®ximo
"Es posible que la paz de los valientes de la que hablaron Rabin y Arafat se convierta en la paz de los derrotados, ya que, en t¨¦rminos pol¨ªtico-estrat¨¦gicos, los palestinos han sido derrotados por Sharon". Esta frase, lanzada en la tarde de ayer por el ex ministro israel¨ª de Exteriores Shlomo Ben Ami, situ¨® en un contexto preciso muchos matices de un vivo debate, en el que personalidades del mundo ¨¢rabe y jud¨ªo vinieron a coincidir al mostrar escepticismo sobre las posibilidades de ¨¦xito del proceso de paz relanzado con la ayuda de la Hoja de Ruta y al calor de la guerra de Irak, sin dejar por ello de valorar el plan como imprescindible.
Hubo una clara excepci¨®n, la de Efra?m Halevy, ex director del Mosad, los servicios secretos de Israel, decidido a dar la cara optimista con el argumento de que no se han cumplido los augurios de un aumento del terrorismo o una rebeli¨®n de las masas ¨¢rabes, y con una recomendaci¨®n. "Hay dos posibilidades", dijo: "Llorar, lamentarse del pasado, acusar a otros o perfilar nuevos modelos de cooperaci¨®n. Creo que esta segunda es la mejor, pero no podemos impon¨¦rsela a nadie".
La guerra de Irak no ha desencadenado un aumento del terrorismo ni una rebeli¨®n ¨¢rabe
"Todos los acuerdos de paz en Israel llegaron tras una guerra" record¨® Shlomo Ben Ami
El resto de los diez oradores que intervinieron en la parte central del debate Irak, el d¨ªa despu¨¦s, organizado por la Fundaci¨®n para las Relaciones Internacionales y el Di¨¢logo Exterior y la Fundaci¨®n Ortega y Gasset, manifestaron dudas, inquietudes e incertidumbres que adquirieron plena perspectiva cuando uno de los participantes en el seminario plante¨® a Ben Ami la razonable cuesti¨®n de si, a la vista de los enormes da?os econ¨®micos y sociales que el conflicto palestino ha causado a Israel en los ¨²ltimos a?os, no ser¨ªa mejor hablar de una derrota simult¨¢nea de los dos bandos.
"El problema es que el Cuarteto formado por EE UU, la UE, la ONU y Rusia est¨¢ esperando el visto bueno israel¨ª, a que Sharon asienta. ?ste es el verdadero problema", precis¨® Imad al Faluji, parlamentario palestino y ex ministro de Comunicaciones.
Ben Ami le hizo eco con este comentario: "Es imposible hacer acuerdos israelo-palestinos sin romper el brazo a alguien, y posiblemente a las dos partes, pero est¨¢ por ver si Bush hijo va a emplear en esa tarea toda la contundencia que despleg¨® su padre" para llegar a la Conferencia de Madrid, hace 11 a?os.
Las cr¨ªticas formuladas a la Hoja de Ruta por el israel¨ª, protagonista de la ¨²ltim¨ªsima fase de aquel proceso, fueron mucho m¨¢s amplias. Dijo que ¨¦sta incluye "todas las falacias de los acuerdos de Oslo", sus mismas "ambig¨¹edades constructivas", en terminolog¨ªa de Henry Kissinger, sobre las grandes cuestiones, como delimitaci¨®n de territorios o retorno de refugiados. Tambi¨¦n consider¨® poco realista pensar, como muchos dirigentes israel¨ªes, que las reivindicaciones palestinas vayan a cambiar tras el nombramiento de Abu Mazen como primer ministro, y avanz¨® una hip¨®tesis: que Sharon suspender¨¢ la negociaci¨®n cuando se cree el Estado provisional palestino, con la esperanza ilusoria de transformar el conflicto en un simple litigio de fronteras.
Osama el Baz, poderoso consejero del presidente egipcio, Hosni Mubarak, advirti¨® de que "un acuerdo no equilibrado ser¨ªa una fuente de inestabilidad que se expandir¨ªa por el Mediterr¨¢neo y otras zonas del mundo".
Tanto Al Fajuli como otro alto funcionario palestino, Mohamed Shtayyeh, destacaron que es la primera vez en la historia que su naci¨®n acepta una propuesta de paz sin peros ni condiciones. El segundo introdujo luego el factor de las elecciones estadounidenses de septiembre de 2004 para explicar que "Sharon no cree mucho en la determinaci¨®n de Bush" y que, por eso, de la Hoja de Ruta no puede esperarse demasiado.
Manuel Mar¨ªn, portavoz de Exteriores del PSOE, como moderador del debate, plante¨® la cuesti¨®n de si a la vista de esos problemas y premuras, no ser¨ªa mejor separar totalmente el proceso de paz de la posguerra en Irak para evitar dificultades adicionales. Abdel Monem Said, director del Centro Al Ahram de El Cairo, destac¨® la presencia de 350.000 soldados estadounidenses en Irak como "una provocaci¨®n para la regi¨®n, se mire como se mire". Aharon Klieman, profesor de la Universidad de Tel Aviv, advirti¨® de que Oriente Pr¨®ximo tiene energ¨ªas suficientes como para "frustrar las ambiciones de los que quieren intervenir en la regi¨®n desde fuera". Al Fajuli rechaz¨® cualquier v¨ªnculo entre los dos asuntos.
Ben Ami consider¨® esa posici¨®n poco realista, porque, dijo, Bush nunca se habr¨ªa ocupado de Oriente Pr¨®ximo si no hubiera tenido necesidad de contentar a aliados como el Reino Unido y Espa?a por su apoyo en Irak. "Todos los acuerdos de paz en Israel llegaron tras una guerra" a?adi¨®.
Una primera mesa redonda sobre la crisis en las instituciones internacionales de este coloquio, que fue inaugurado por la ministra de Exteriores, Ana Palacio, registr¨® una coincidencia entre el portavoz de Exteriores del PP, Gustavo de Ar¨ªstegui, y los dem¨¢s oradores, el portavoz socialista en el Parlamento Europeo, Enrique Bar¨®n, el ex ministro franc¨¦s de Exteriores Hubert V¨¦drine y el ex jefe del Foreign Office brit¨¢nico Robin Cook. El consenso se dio en torno a la propuesta de reforma de la ONU hecha por V¨¦drine sobre tres ejes: ampliaci¨®n del Consejo de Seguridad, dando entrada a India, Jap¨®n, Brasil y quiz¨¢s Sur¨¢frica; supresi¨®n del derecho de veto cuando haya problemas de poblaciones en peligro y redefinici¨®n de conceptos obsoletos como el de protectorado, que ahora se aplican en Irak.
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