Mejoras para compensar el cemento

Ser pionero tiene su precio. Las moles de cemento es el que paga Torremolinos por haber liderado el boom tur¨ªstico de los a?os 70, cuando a¨²n era una barriada malague?a. Ahora que los visitantes buscan algo m¨¢s que sol y playa, los empresarios del monocultivo del que vive el municipio tratan de garantizar su competitividad mediante la mejora de sus establecimientos. El esfuerzo se refleja en cifras. Seg¨²n la asociaci¨®n que agrupa a los hoteleros (Aehcos), el 80% de los hoteles de la localidad se ha reformado.

Miguel Sierra, que lleva 30 a?os sirviendo pesca¨ªto en su restaurante de La Carihuela, resume esa convicci¨®n empresarial: "Habr¨ªa que echar abajo lo que se hizo mal en los ?70, los bloques, las moles; pero no se puede ir hacia atr¨¢s, sino hacia adelante y eso es mejorando lo que hay". Torremolinos es el municipio que m¨¢s camas y ocupaci¨®n tiene de la provincia. S¨®lo en plazas regladas dispone de 26.683, la mitad de su poblaci¨®n.

Vecinos y empresarios coinciden en que el pueblo ha crecido demasiado. Algunos proponen que se haga un estudio de la carga urban¨ªstica que puede soportar y otros reprochan que el avance del cemento se haya mantenido bien entrados los ?90, cuando ya se sab¨ªa que hab¨ªa que huir de la masificaci¨®n y apostar por el turismo de calidad. No falta quien atribuya los excesos constructivos de los ¨²ltimos a?os m¨¢s que a una planificaci¨®n urban¨ªstica a la necesidad del Ayuntamiento de asegurarse ingresos para dar servicios a una poblaci¨®n flotante que durante todo el a?o cuatriplica los 46.683 habitantes empadronados y que en agosto puede llegar a los 350.000. El consistorio siempre ha reclamado -y no ha conseguido- la catalogaci¨®n de municipio tur¨ªstico, una figura que le permitir¨ªa recibir compensaciones para afrontar esa realidad.

Manuel Villafaina mont¨® su chiringuito hace 34 a?os, cuando en la zona que ocupa la urbanizaci¨®n de Playamar la ca?a de az¨²car llegaba hasta la arena. Ha visto el crecimiento desaforado de la localidad, pero cree que todav¨ªa se puede remediar el desaguisado: "Parar la construcci¨®n, hacer alg¨²n hotel de cinco estrellas [del que carece el municipio] y crear los complementos de calidad para ese hotel. Torremolinos necesita m¨¢s zonas verdes, un campo de golf, un puerto deportivo". No teme a una recesi¨®n del turismo, como ocurri¨® en los a?os 1992 y 1993. "Siempre que los empresarios garanticemos calidad, servicio y precio, y las administraciones aseguren limpieza y seguridad, no vamos a tener problemas", cree Villafaina, vicepresidente de la Asociaci¨®n de Empresarios de Playas.

El turista que llega a Torremolinos es de poder adquisitivo medio y medio alto; fundamentalmente brit¨¢nico y nacional. Los empresarios detectan un crecimiento del turismo residencial. La poblaci¨®n tambi¨¦n ha aumentado: un 58% entre 1991 y 2001. S¨®lo el 12% de los habitantes son oriundos del municipio; un 21%, extranjeros y el 52%, de M¨¢laga.

El Ayuntamiento tambi¨¦n ha hecho un esfuerzo por mejorar las infraestructuras con la construcci¨®n del auditorio, el Palacio San Miguel y la piscina ol¨ªmpica; obras de las que disfrutan fundamentalmente los residentes. Se echa en falta m¨¢s infraestructura para el turista, ¨²nico sost¨¦n de la econom¨ªa local. Los empresarios reivindican que sea enfocada a un turismo de calidad, de lo que adolece el municipio, famoso por su oferta de sol, playa y, como no, de su delicioso pesca¨ªto.