Clos y el garb¨ª

Sigo viendo cosas que vosotros, extraterrestres, no podr¨ªais imaginar.

Ayer mismo, un centenar de personas, entre las que se contaba el menda, inaugur¨® la famosa plaza del F¨°rum. Como lo oyen. Esa plaza, en cuya programaci¨®n se conf¨ªa para llevar hasta el Bes¨°s a cinco millones de espectadores, ha tenido desde septiembre pasado cuatro directores: el cineasta Manuel Huerga, la gestora Dolors Blanch -estuvo en el cargo dos meses: en la actualidad se responsabiliza del ¨¢rea de promoci¨®n-, el productor Cuqui Pons y ahora el periodista Eric Hauk, si es que sigue en el puesto desde la ¨²ltima vez que habl¨¦ con ¨¦l, el viernes pasado.

Bibliotecas y centro cultural del Born aparte, Clos hizo un s¨®lido argumentario de por qu¨¦ la reforma urban¨ªstica forma parte de los propios contenidos del F¨°rum que Pag¨¨s har¨ªa bien en escuchar (siempre puede pedir que le pasen la cinta). "Aqu¨ª estamos en lo que ser¨¢ un espacio p¨²blico sobre una depuradora de aguas", destac¨®. "Y all¨ª detr¨¢s est¨¢ la planta incineradora, y m¨¢s all¨¢ la t¨¦rmica. Todos estos equipamientos ya no los podemos instalar 15 kil¨®metros m¨¢s arriba o m¨¢s abajo, hemos de convivir con ellos". Cumbre de la Tierra de R¨ªo manda.

La manera de discursear de Clos se dir¨ªa tambi¨¦n toda ella de algod¨®n: nebulosa, de l¨ªmites imprecisos. Pero de vez en cuando hay que convenir que proporciona buenas im¨¢genes. Por ejemplo, cuando el alcalde repas¨® la "manera especial" que Barcelona tiene de abrazar el mar -una vez superado el odio freudiano que le ten¨ªa en ¨¦poca predemocr¨¢tica- a trav¨¦s de sus ramblas: la Porta de la Pau al final de La Rambla, el Port Ol¨ªmpic al cabo de la calle de Marina, la playa de la Mar Bella al final de la rambla del Poblenou y ahora el F¨°rum al final de la rambla de Llull.

Soplaba un garb¨ª sostenido que levanta en derredor una polvareda ambarina. "?ste es un viento que gira con el sol", declaraba el alcalde, en exclusiva para este diario. La met¨¢fora estaba servida: demasiados cambios de direcci¨®n en esta plaza, demasiado polvo molesto y sin sustancia enturbiando la visi¨®n de futuro. Y sin embargo la nave va: dice un compa?ero del diario, navegante como Clos, que el garb¨ª es uno de los mejores vientos de la zona para hacerse a la mar.

Ayer muchos de los asistentes al mitin descubr¨ªan las obras del F¨°rum, quedaban pasmados por su potencia y convencidos de que el evento saldr¨ªa adelante de una u otra manera. Entre ellos, el patr¨®n de Focus, Daniel Mart¨ªnez, a pesar de que a¨²n no ha firmado el contrato del espect¨¢culo inaugural de verdad, el que dirigir¨¢ el ex furero Hansel Cerezo el 9 de mayo de 2004 en ese mismo sitio. Cabe suponer que el contrato de ayer s¨ª lo hab¨ªa firmado: Focus se encargaba de la producci¨®n del mitin, del mismo modo que por Sant Jordi mont¨® en la plaza de Catalunya la carpa para dar a conocer el F¨°rum a la ciudadan¨ªa.

Pero el n¨ªveo Clos parece estar muy por encima de tan min¨²sculos aconteceres y muy metido en su propia met¨¢fora. Concluido el parlamento, los apretones de manos, los canap¨¦s y las cervezas, el alcalde y los periodistas se embarcaban junto al Bes¨°s en el Orson, un catamar¨¢n de grandes dimensiones, rumbo al Port Ol¨ªmpic. No les segu¨ª: prefer¨ª quedarme con la imagen desde tierra del candidato empu?ando la rueda del tim¨®n, un cl¨¢sico ya de las elecciones barcelonesas. El barco traz¨® una elegante curva y enfil¨® la bocana del puerto de San Adri¨¤. Este patr¨®n parece haberse conchabado con el garb¨ª.