"Mi viola y yo somos pioneros"

Ha llevado la viola al poder. Youri Bashmet (Rostov, Ucrania, 1953) es el gran reivindicador, el mayor cruzado de este instrumento presente en todas las orquestas, pero despreciado por los solistas y muchos compositores, que no lo han considerado digno de ser protagonista y de merecer piezas espec¨ªficas como el viol¨ªn o el violonchelo. Ha actuado el martes en Madrid, en el ciclo de Juventudes Musicales, junto a Los Solistas de Mosc¨². Y ha hablado de ese artefacto de cuerda que le inspira y para el que ya le han escrito 53 conciertos dedicados por diferentes m¨²sicos contempor¨¢neos. "Mi viola y yo somos pioneros", asegura Bashmet.

Pero en el siglo XX la cosa cambi¨®. "Se han escrito muchos conciertos. Y compositores como Shostak¨®vich o Bart¨®k ya la hab¨ªan reivindicado a principios del XX. Yo estoy orgulloso de haberlo hecho. Ya no me siento solo", afirma. Luego describe su sonido. Dicen que el chelo y el viol¨ªn son lo m¨¢s parecido a la voz humana, al hombre y la mujer. ?Y la viola? "La viola es unisex. Ni hombre, ni mujer. Tiene el sonido del cosmos, suave, filos¨®fico, y creo que por eso se aprecia tanto en esta ¨¦poca presente".

Un instrumento de nuestro tiempo, pero que Bach ya describi¨®: "Seg¨²n ¨¦l, con la viola se sent¨ªa el coraz¨®n de la polifon¨ªa". Y Mozart lleg¨® a tocarla como solista. "S¨ª, le gustaba mucho y yo he tenido el privilegio y la emoci¨®n de tocar su propia viola en Salzburgo", asegura Bashmet. Precisamente, estos dos compositores, con el Concierto para dos violines y orquesta y la Sinfon¨ªa concertante, m¨¢s Schubert, concretamente el cuarteto La muerte y la doncella, es lo que han interpretado en Madrid. Tres obras maestras en un programa. "No lo hago a menudo, es demasiado cansado", se?ala Bashmet.

Le acompa?an Los Solistas de Mosc¨², su orquesta. "La form¨¦ y la disolv¨ª hace a?os. Nos divorciamos y dije que no quer¨ªa otra. Pero luego la viuda de Sviatoslav Richter me dijo que ten¨ªa que volver a hacerla, y como es como una madre para m¨ª, tuve que cumplir. Llevamos 10 a?os juntos y vamos muy bien. La orquesta se llama Los Solistas de Mosc¨² porque unos viven en la ciudad y otros viven solos, as¨ª que es todo completamente real".

La sombra de Richter ha perseguido a muchos m¨²sicos de su generaci¨®n como un ejemplo implacable. Bashmet le recuerda. "Era un gran m¨²sico, muy honesto, trabajaba incansablemente para conseguir los resultados que persegu¨ªa. Ensayaba cinco horas al d¨ªa, y si uno dedicaba ocho horas al estudio, al d¨ªa siguiente s¨®lo se sentaba dos, o al rev¨¦s", afirma. Pero sobre todo ten¨ªa la madera individual y libre del int¨¦rprete, que, seg¨²n Bashmet, tiene que llevarse con peso: "Cuando subo a un escenario con orquesta me fijo en que detr¨¢s de mi nunca hay un grupo de m¨²sicos que desean ser como yo, por eso debo esforzarme el doble", asegura.