El ensayo general de Zapatero
La campa?a electoral del 25-M se est¨¢ convirtiendo en un ensayo general con todo cara a las parlamentarias de 2004 para Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero y para el Partido Socialista. Pase lo que pase, estas elecciones son casi un regalo para el l¨ªder de los socialistas porque le est¨¢n permitiendo hacer un cursillo acelerado de liderazgo pol¨ªtico, algo importante para alguien como ¨¦l, que solo lleva dos a?os al frente de su partido y que no hab¨ªa protagonizado anteriormente grandes batallas electorales. Ahora no cabe duda de que llegar¨¢ a 2004 bastante fogueado y experimentado.
El camino lo marc¨® desde los primeros d¨ªas de la campa?a el propio presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, deseoso de dar a estos comicios locales y auton¨®micos un tono casi de presidenciales. Zapatero se uni¨® al modelo sobre la marcha y lo est¨¢ siguiendo d¨ªa a d¨ªa, utiliz¨¢ndolo casi como un tubo de ensayo en el que perfilar programas, mensajes y talantes que probablemente tendr¨¢ que repetir dentro de un a?o.
Ahora no cabe duda de que el l¨ªder socialista llegar¨¢ a 2004 bastante fogueado y experimentado
El dirigente socialista parece ir dise?ando su propia estrategia y hay que reconocer que ha conseguido introducir en la campa?a, machaconamente, dos grandes temas: la inseguridad ciudadana y la vivienda. Es verdad que Aznar ha impuesto, por su parte, el gran tema del terrorismo, en el que los socialistas no quieren separarse ni un cent¨ªmetro, pero tambi¨¦n lo es que el presidente del Gobierno y PP en su conjunto se ven obligados asimismo casi todos los d¨ªas, y con bastante disgusto, a entrar en la agenda socialista
Lo que m¨¢s le importa al PSOE y a Zapatero es cimentar su nueva imagen y, paralelamente, desgastar la del PP. Y es cierto que el dirigente socialista imprime un tono mucho m¨¢s moderno y animado a sus m¨ªtines y actos electorales que en las dos ¨²ltimas campa?as del PSOE. Desde el detalle de un v¨ªdeo centrado no en la amenaza de d¨®berman sino en el sentido del humor, hasta la aparici¨®n de grupos rockeros razonablemente buenos que entretienen la espera mientras llegan al escenario los oradores, el PSOE est¨¢ manteniendo en esta campa?a una imagen bastante m¨¢s din¨¢mica y atractiva que la que ten¨ªa en el a?o 2000.
Zapatero se esfuerza especialmente en colocar al PP en un fondo "viejo". Arremete contra lo que considera la "campa?a del miedo" de Aznar e intenta contraponer un mensaje mucho m¨¢s confiado, casi alegre, con frecuentes risas y bromas. La idea es llevar a los electores la sensaci¨®n de que el PP es arcaico y soberbio, que est¨¢ "pasado". Y ese objetivo aparece en pr¨¢cticamente todos los m¨ªtines socialistas. Unos son mejores que otros (Zapatero no ha conseguido todav¨ªa el tono uniforme de los pol¨ªticos profesionales y quienes le siguen mitin a mitin reconocen que algunos d¨ªas ha estado "espeso"), pero en general se aprecia esa voluntad de transmitir fuerza y ¨¢nimo y de conectar con amplias capas de j¨®venes y profesionales que intuye pueden estar irritados con el PP. "Naturalidad frente a la afectaci¨®n popular", parece ser el lema oculto que se repiten entre ellos mismos.
Seg¨²n pasan los d¨ªas, Rodr¨ªguez Zapatero va acentuando el car¨¢cter "presidencial" de su campa?a. En los ¨²ltimos m¨ªtines ha arremetido contra Aznar -"estoy harto de Aznar"- y, sobre todo, ha pedido directamente el voto socialista, en general, no ya para ganar estas municipales, sino para acabar con el gobierno de los populares. Los objetivos municipales amenazan con desaparecer casi completamente de sus discursos, relegados a un simple apoyo personal al candidato local. Cierto que lo mismo est¨¢ pasando en las campa?as de los dem¨¢s partidos, pero est¨¢ claro que en el caso del PSOE y del PP el fen¨®meno es muy notable.
Otra cosa que se nota inmediatamente en los m¨ªtines del PSOE, por primera vez en bastantes a?os, es que hay mucha gente joven que parece conectar bien con los llamamientos a la solidaridad, la paz internacional y el trabajo social que prodiga el dirigente socialista. Suele ser entonces cuando se oyen m¨¢s aplausos y m¨¢s gritos de "presidente, presidente". "Somos el partido de la gente que no lo tiene todo, como los del PP", bromea Zapatero, y los j¨®venes le jalean. "El PSOE est¨¢ de vuelta", proclamaba, encantado, un dirigente local. "Ahora ya solo falta saber qui¨¦n ser¨¢ nuestro oponente, porque todav¨ªa es secreto de Estado".
En zonas con amplia tradici¨®n nacionalista, Rodr¨ªguez Zapatero procura tambi¨¦n dejar claro que no comparte la idea de una Espa?a uniforme que, seg¨²n ¨¦l, solo defiende Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y que est¨¢ acarreando muchos m¨¢s problemas de lo que algunos creen. Normalmente, propone una idea de diversidad, ajustada a la Constituci¨®n e insiste en la vuelta atr¨¢s que supone el PP.
El ensayo general, cara a 2004, sigue adelante. Vale para entrenar al candidato, pero tambi¨¦n para entrenar a la organizaci¨®n del PSOE. Esta es una ocasi¨®n extraordinaria, la primera, para comprobar de verdad el estado del partido, organizaci¨®n por organizaci¨®n, localidad por localidad, tras el brutal batacazo de la mayor¨ªa absoluta del PP en 2000.
El balance, seg¨²n los responsables del PSOE, est¨¢ siendo satisfactorio y de hecho parece que existe realmente una fuerte movilizaci¨®n interna. Tal vez asombra un poco que la campa?a descanse casi exclusivamente en el secretario general y que otros miembros de la ejecutiva nacional est¨¦n pr¨¢cticamente ausentes. "Y si no lo est¨¢n, es como si lo estuvieran, porque nadie se entera de lo que hacen", se queja un dirigente local. Decididamente las elecciones del 25-M se est¨¢n convirtiendo en un simulacro de elecciones generales. Se supone que cuando llegue el momento, todo el mundo ya sabr¨¢ d¨®nde ponerse. Pero, de momento, parece que s¨ª, que es cierto que el PSOE "est¨¢ de vuelta".
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