La dignidad recuperada
El PSN vuelve a presentar, tras 20 a?os sin poder hacerlo, una candidatura en Olazagut¨ªa
Nada es casual. Tampoco las amenazas e insultos en pasquines que ensuciaron las calles de Olazagut¨ªa el d¨ªa en que Mari Carmen L¨®pez Cavia cit¨® a los medios de comunicaci¨®n en el pueblo, a finales de abril. Y no era la primera vez.
L¨®pez Cavia tiene 39 a?os, dos hijos y un gran compromiso. Es una mujer activa, buena conversadora y tiene las ideas muy claras. Es la candidata del PSN-PSOE a la alcald¨ªa de esa localidad del valle navarro de Sakana, un municipio industrial donde los socialistas gobernaron en el primer mandato democr¨¢tico, pero en el que desde 1983 no hab¨ªan vuelto a poder presentar una candidatura por el miedo a ETA y su entorno.
"No hay mal que cien a?os dure", bromea Mari Carmen. "Es un paso muy importante para m¨ª. Estaba perdiendo la dignidad", agrega. "Cuando no se puede hablar sin mirar hacia atr¨¢s, cuando hay miedo a reconocer las propias ideas, incluso a que te vean hablando con una socialista, como ocurre en este pueblo, es que la dignidad est¨¢ desapareciendo y s¨®lo queda una salida, tirar para adelante", explica.
L¨®pez naci¨® en Valladolid y reside en Olazagut¨ªa desde 1983. "No he perdido mis ra¨ªces, pero Navarra es tambi¨¦n mi tierra", subraya. Divorciada, contrajo de nuevo matrimonio con el ahora segundo candidato en su lista. El consistorio tiene mayor¨ªa de la disuelta Batasuna y el alcalde es, paradojas de la vida, su cu?ado.
Cuando explica sus proyectos, a esta auxiliar de enfermer¨ªa, monitora sociocultural, v¨ªctima en su d¨ªa de malos tratos y presidenta de una asociaci¨®n que lucha contra la violencia conyugal, los proyectos le surgen a borbotones. Habla de la vivienda para evitar que los j¨®venes se vayan del pueblo; del medio ambiente, afectado por la actividad del complejo industrial de la planta de Cementos Portland; de crear espacios c¨ªvicos y de ocio para los mayores y para una juventud "olvidada" o de la necesidad de erradicar la "contaminaci¨®n visual", el educado eufemismo con el que designa las omnipresentes pintadas y murales ensalzando a los terroristas que llenan las calles del pueblo.
Pero por encima de sus planes de gesti¨®n, L¨®pez Cavia es uno m¨¢s de los s¨ªmbolos nacientes que jalonan un espacio gobernado hasta ahora por la izquierda abertzale.
Las intimidaciones pretenden evitar que su ejemplo cunda, que otras personas venzan el miedo. Es la primera vez que Mari Carmen est¨¢ en una lista. Sabe que desde ahora deber¨¢ vivir con escolta, pero tiene claro que su vida no cambiar¨¢. "Ha sido un compromiso meditado, libre. Seguir¨¦ hablando con la gente, paseando por unas calles que debemos recuperar para la libertad y el progresismo", dice convencida de que los socialistas volver¨¢n a pisar fuerte en la localidad, veinte a?os despu¨¦s.
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