El Senado de EE UU accede a eliminar temporalmente el impuesto sobre dividendos
La rebaja fiscal supone 350.000 millones de d¨®lares frente a los 550.000 que pide Bush
El Senado de Estados Unidos ha accedido, tras intensa discusi¨®n y por la m¨ªnima, a eliminar el impuesto sobre los dividendos, pero s¨®lo temporalmente. En teor¨ªa, el gravamen volver¨¢ a ser como el vigente a partir de 2007. El proyecto de la C¨¢mara alta rebaja en 350.000 millones de d¨®lares las cargas fiscales de los estadounidenses en 10 a?os y debe acomodarse ahora con otro recorte de 550.000 millones aceptado por la C¨¢mara de Representantes, que, en cambio, propone una carga del 15% sobre dividendos. George Bush, que ped¨ªa 550.000 millones y la total eliminaci¨®n del impuesto, hizo saber ayer que seguir¨¢ batallando en a?os futuros por la desaparici¨®n del gravamen.
El presidente Bush empez¨® el a?o reclamando un recorte de 726.000 millones, hasta el a?o 2013, en los impuestos que pagan los norteamericanos, dentro de un paquete de est¨ªmulo de la econom¨ªa sostenido sobre la tesis de que una menor carga fiscal alentar¨ªa la inversi¨®n y la creaci¨®n de empleo. Econom¨ªa d¨¦bil y desempleo son obst¨¢culos serios en la carrera hacia la reelecci¨®n que concluir¨¢ en noviembre de 2004. La pieza central de su plan era la eliminaci¨®n de los impuestos sobre dividendos, con un coste de 396.000 millones de d¨®lares.
En Estados Unidos est¨¢ lejos de haber unanimidad pol¨ªtica y econ¨®mica sobre la relaci¨®n causal entre recortes de impuestos y est¨ªmulo econ¨®mico, mientras es mayoritario el temor a las consecuencias de un desbocamiento del d¨¦ficit. Los recelos en el Congreso quedaron de manifiesto en marzo, cuando la C¨¢mara alta decidi¨® no ir m¨¢s all¨¢ de 350.000 de rebaja y la C¨¢mara baja, aun siendo m¨¢s transigente con Bush, opt¨® por mantener el tope del recorte en 550.000 millones.
El presidente se resign¨® y en abril declar¨® que necesitaba "al menos" 550.000 millones para estimular la econom¨ªa y crear empleo. Los representantes accedieron a la cantidad, pero la pasada semana le negaron la eliminaci¨®n del impuesto sobre dividendos. Rebajaron la tasa m¨¢xima para dividendos y para ganancias del capital hasta el 15%, desde los actuales 38,6% y 20%.
Los senadores republicanos condenaron la flexibilidad de sus correligionarios, advirtiendo sobre la grave amenaza para el futuro control presupuestario de la concesi¨®n de 550.000 millones. Se enrocaron en sus 350.000 millones, pero tras acalorados debates y barrocas negociaciones llegaron a una enmienda que rebajaba el impuesto sobre dividendos a la mitad en este a?o, lo eliminaba en los tres ejercicios sucesivos y lo restauraba plenamente en la declaraci¨®n de 2007. El Senado estaba divido en 50-50 -con los dem¨®cratas argumentando no s¨®lo sobre el riesgo del d¨¦ficit, sino sobre la injusticia de eliminar un impuesto que beneficia al capital- y fue el vicepresidente, Dick Cheney, con su voto de calidad como presidente del Senado, quien deshizo el empate.
En el paquete de ambas C¨¢maras se mantienen otros recortes propuestos por Bush -el adelanto del previsto sobre la renta de individuos, elevar hasta 1.000 d¨®lares las ayudas por hijo, eliminar la penalizaci¨®n fiscal a los hogares con dobles ingresos, desgravaci¨®n por inversi¨®n en bienes de capital en las pymes-, pero el tratamiento de los dividendos seguir¨¢ siendo controvertido.
A pesar de no conseguir plenamente su objetivo, Bush aplaudi¨® al Senado por incluir "todos los componentes" de su plan original. Los dem¨®cratas calificaron de absurda e irresponsable la eliminaci¨®n gradual y temporal del impuesto sobre dividendos, que tambi¨¦n provoc¨® recelos en algunos republicanos. Lo que temen unos y otros es que, llegado 2007, lo que ahora es eliminaci¨®n provisional se convierta en permanente. Bush hizo saber que seguir¨¢ luchando por ello. Un c¨¢lculo del Centro de Prioridades Presupuestarias y Pol¨ªticas, de inclinaci¨®n dem¨®crata, estima que, de ser as¨ª, el recorte del Senado a diez a?os ser¨ªa de 660.000 millones.
Las discrepancias entre los proyectos del Senado y de la C¨¢mara de Representantes obligan a un comit¨¦ mixto a buscar un acuerdo. El presidente pidi¨® a los congresistas urgencia en la resoluci¨®n de sus diferencias. Quisiera tener el presupuesto a la firma para finales de mes. Lo m¨¢s probable es que la situaci¨®n se arrastre hasta final del verano.
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