El misterio de las armas de destrucci¨®n masiva
EE UU no encuentra rastro del armamento que fue esgrimido como la amenaza a eliminar por medio de la guerra
Estados Unidos y el Reino Unido, con el apoyo de Espa?a, rechazaron, a mediados de marzo pasado, la alternativa de dar m¨¢s tiempo -varios meses- a los inspectores de Naciones Unidas para verificar si exist¨ªan armas de destrucci¨®n masiva en Irak. El argumento: Sadam Husein jam¨¢s aceptar¨ªa desarmarse. El 5 de febrero de 2003, el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, comparti¨® con los miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, en una sesi¨®n p¨²blica, presuntas pruebas recopiladas por servicios de inteligencia de varios pa¨ªses sobre la existencia de esas armas. Dos meses despu¨¦s de iniciada la invasi¨®n de Irak y 40 d¨ªas despu¨¦s de la ca¨ªda de Bagdad, despu¨¦s de un n¨²mero considerable de falsos rumores, no hay un solo rastro sobre unas armas que fueron esgrimidas como la amenaza a eliminar por medio de la guerra.
Un informe brit¨¢nico sobre el arsenal iraqu¨ª ten¨ªa 19 p¨¢ginas plagiadas de un art¨ªculo
El 5 de febrero, Colin Powell intent¨® sin ¨¦xito convencer al Consejo de Seguridad
"Lo recuerdo bien. Eso ocurri¨® en la ¨²ltima semana de febrero. Si la memoria no me falla, ¨¦ramos cuatro embajadores o quiz¨¢ puede que cinco. La Embajada del Reino Unido ante Naciones Unidas nos dijo que varios agentes del servicio de inteligencia de su pa¨ªs estaban dispuestos a explicarnos en Nueva York lo que sab¨ªan sobre las armas de destrucci¨®n masiva. Fuimos a la misi¨®n y all¨ª, delante de un mapa, nos dieron una lecci¨®n. Los programas de fabricaci¨®n de armas de destrucci¨®n masiva est¨¢n localizados en varios puntos del pa¨ªs. Y estaban funcionando", record¨® el pasado s¨¢bado 17, en una conversaci¨®n telef¨®nica con EL PA?S, uno de los embajadores presentes. "La verdad es que entonces sonaba convincente. Ahora pienso que nos enga?aron como a chinos", a?adi¨®.
Toda la batalla propagand¨ªstica de las armas de destrucci¨®n masiva comenz¨® el martes 5 de febrero. Ese d¨ªa, el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, acudi¨® a una reuni¨®n de nivel ministerial del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para exponer algunas de las informaciones de que dispon¨ªa la Administraci¨®n de Bush.
Powell, con el director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), George Tenet, a su espalda, dijo: "No les puedo decir todo lo que sabemos. Pero lo que puedo compartir con ustedes, combinado con lo que todos sabemos de estos a?os, es muy grave...La conducta de Sadam Husein y su r¨¦gimen est¨¢ encubriendo sus esfuerzos de fabricaci¨®n de armas de destrucci¨®n masiva".
Powell empez¨® con un claro golpe de efecto: una grabaci¨®n. Sobre una gran pantalla, mientras se o¨ªa un di¨¢logo en ¨¢rabe de dos supuestos oficiales -un coronel y un brigadier general- de la Guardia Republicana iraqu¨ª, se proyectaba la traducci¨®n en ingl¨¦s.
Al parecer, el lenguaje, m¨¢s o menos cr¨ªptico, demostraba, seg¨²n Powell, que se hab¨ªan quitado "cosas" el 26 de noviembre de 2002 de determinados sitios porque pod¨ªan ser halladas por los inspectores de la ONU, quienes reanudaban al d¨ªa siguiente, 27 de noviembre de 2002, el proceso de verificaci¨®n.
"Cada afirmaci¨®n, colegas m¨ªos, est¨¢ basada en fuentes, s¨®lidas fuentes. ?stos no son asertos. Lo que les estamos dando son hechos y conclusiones sostenidos en s¨®lido trabajo de inteligencia". El secretario de Estado insisti¨® en que los iraqu¨ªes estaban cambiando la localizaci¨®n de las armas de destrucci¨®n masiva para evitar que fueran halladas por los inspectores.
"Tambi¨¦n tenemos fotos obtenidas por sat¨¦lite que lo prueban. Los materiales prohibidos han sido trasladados de varias f¨¢bricas de armas de destrucci¨®n masiva. Estas fotos son a veces dif¨ªciles de interpretar para una persona media, dif¨ªcil para m¨ª".
Sobre una gran pantalla apareci¨® una diapositiva que mostraba, seg¨²n Powell, una f¨¢brica de municiones para armas en Taji. "?sta es una de las 65 plantas que hay en Irak. Sabemos que ¨¦sta almacenaba municiones qu¨ªmicas. De hecho, aqu¨ª es donde los iraqu¨ªes han llevado cuatro proyectiles con munici¨®n qu¨ªmica", dijo.
Uno de los cap¨ªtulos a los que dedic¨® gran espacio Powell fue el de las armas qu¨ªmicas y biol¨®gicas. Habl¨® de gas mostaza, ¨¢ntrax y del gas nervioso VX.
"Una sola gota de VX en la piel matar¨¢ en minutos", se?al¨® a una c¨¢psula imaginaria que pod¨ªa contener el gas.
Seg¨²n explic¨®, Sadam Husein nunca justific¨® qu¨¦ hab¨ªa pasado con los 550 proyectiles de artiller¨ªa con gas mostaza, las 30.000 municiones vac¨ªas y otras armas para aumentar sus existencias hasta 500 toneladas de agentes qu¨ªmicos.
Y, poco despu¨¦s, pas¨® al plato fuerte: las armas nucleares. Colin Powell dijo: "Sadam Husein ya posee dos de los tres elementos clave para construir la bomba nuclear. Tiene a los cient¨ªficos necesarios y un dise?o de bomba".
La presentaci¨®n fue larga. Ante los ministros pasaron "las varias docenas de misiles Scud" que todav¨ªa posee Irak, "con un alcance de 650 a 900 kil¨®metros", el dise?o de aviones con una autonom¨ªa de vuelo de 500 kil¨®metros, con piloto autom¨¢tico y sin necesidad de repostar gasolina, ideales para usar en un ataque con armas qu¨ªmicas y biol¨®gicas, la existencia de al menos siete laboratorios m¨®viles que produc¨ªan armas qu¨ªmicas y biol¨®gicas. Y, por fin, las conexiones, lejanas e indirectas, si cab¨ªan, entre Sadam Husein y la organizaci¨®n terrorista de Osama Bin Laden, Al Qaeda, responsable de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington.
Powell se apoy¨® en un informe que, al parecer, hab¨ªan elaborado los servicios de inteligencia brit¨¢nicos. El documento, hecho p¨²blico el lunes 3 de febrero por la oficina del primer ministro, Tony Blair, se llamaba "Irak: su infraestructura de ocultaci¨®n, enga?o e intimidaci¨®n".
La noche del jueves 6, un d¨ªa despu¨¦s de la sesi¨®n del Consejo de Seguridad, el Canal 4 de Noticias de la televisi¨®n brit¨¢nica revel¨® que 19 p¨¢ginas del informe hab¨ªan sido plagiadas de tres diferentes art¨ªculos publicados hac¨ªa varios a?os. El 10 de Downing Street, la sede del primer ministro, reconoci¨® los hechos. El documento hab¨ªa sido recopilado, se disculp¨®, por personal de menor nivel.
El Consejo de Seguridad no qued¨® convencido con la informaci¨®n de Powell. La Administraci¨®n de Bush aport¨® m¨¢s supuestas pruebas. Un contrato por el cual Sadam Husein hab¨ªa adquirido uranio enriquecido a un pa¨ªs africano. Se trataba de N¨ªger. La Agencia Internacional para la Energia At¨®mica (AIEA) verific¨® los documentos aportados.
Los funcionarios que suscrib¨ªan con su firma los documentos mercantiles hac¨ªa tiempo que hab¨ªan abandonado sus cargos en las fechas en las que supuestamente se celebraron los contratos. El jefe de la AIEA, Mohamed el Baradei, inform¨® al Consejo de Seguridad de que los contratos eran falsos. Ni Powell ni nadie de la Administraci¨®n de Bush refut¨® a El Baradei.
La guerra, promovida con el argumento de que, si no se le depon¨ªa, Sadam Husein pod¨ªa ser el que atacara primero, comenz¨® el 20 de marzo de 2003 y la ca¨ªda de Bagdad tuvo lugar el 8 de abril. Durante las hostilidades surgieron rumores de que se hab¨ªan encontrado algunos dep¨®sitos de armas qu¨ªmicas. Eran pesticidas. M¨¢s tarde, un presunto laboratorio m¨®vil pareci¨®, por fin, resolver el misterio. No eran armas qu¨ªmicas.
Fue en este contexto de sequ¨ªa en el que el 21 de abril Judith Millar, especialista del peri¨®dico norteamericano The New York Times en el tema de las armas de destrucci¨®n masiva, revel¨® lo que calificaba como el m¨¢s importante descubrimiento de indicios sobre el tema. Seg¨²n dec¨ªa, un ex cient¨ªfico iraqu¨ª hab¨ªa informado a un grupo de militares norteamericanos -el Equipo M¨®vil de Explotaci¨®n Alfa- que Sadam hab¨ªa mandado destruir las armas d¨ªas antes del comienzo de la invasi¨®n, y de que una parte se hab¨ªa enviado a Siria. Y, adem¨¢s, dec¨ªa, el dictador iraqu¨ª hab¨ªa mantenido contactos con Al Qaeda.
La fuente de la informaci¨®n, seg¨²n se dejaba constancia, era militar, ya que la unidad especializada no permit¨ªa a la periodista hablar con el pretendido cient¨ªfico iraqu¨ª. Antes de enviarla al peri¨®dico, desde Irak, la periodista, seg¨²n dec¨ªa, hab¨ªa sometido la informaci¨®n a la censura de la unidad militar. Desde entonces el peri¨®dico no ha vuelto a referirse al asunto. El equipo de especialistas, por su parte, ha devaluado la noticia.
El pasado jueves, en una entrevista con el programa Today en Radio 4, de la BBC brit¨¢nica, Jack Straw, el responsable del Foreign Office, preguntado si el fracaso en hallar las armas de destrucci¨®n masiva o indicios sobre ellas en Irak acaso no era un asunto de crucial importancia, dijo: "No creo que sea de crucial importancia. Est¨¢ por ver si somos capaces de encontrar o no un tercio de un cami¨®n cisterna de gasolina en un pa¨ªs que es el doble del tama?o de Francia. Nosotros no hemos ido a la guerra por una raz¨®n concreta. Fuimos a la guerra sobre la base de pruebas que estuvieron totalmente a disposici¨®n de la comunidad internacional".
"He le¨ªdo las declaraciones de Straw. Y me han recordado la reuni¨®n que mantuvimos aquel d¨ªa de febrero pasado en la misi¨®n brit¨¢nica de Nueva York", dijo el embajador que particip¨® en el encuentro con miembros de los servicios de inteligencia brit¨¢nicos. El embajador brit¨¢nico ante la ONU, Jeremy Greenstock, sugiri¨® aquella reuni¨®n, pero no particip¨® en ella.
"Eran tres. Uno de ellos parec¨ªa un cura irland¨¦s experto en teolog¨ªa, otro ten¨ªa aspecto de joven ejecutivo, y hab¨ªa una mujer muy joven que se limit¨® a tomar notas. Los dos hombres nos explicaron en el mapa d¨®nde estaban cada una de las plantas de producci¨®n de armas qu¨ªmicas", record¨® el pasado s¨¢bado el embajador consultado por EL PA?S. Y a?adi¨®: "Es interesante. Recuerdo que, al comenzar la presentaci¨®n, uno de ellos nos dijo que a ellos no les interesaba lo que fu¨¦ramos a votar en el Consejo de Seguridad. Lo ¨²nico que les importaba, subrayaron, es que supi¨¦ramos que lo de las armas de destrucci¨®n masiva era verdad".
Otro de los embajadores que asistieron fue m¨¢s expeditivo: "Vi¨¦ndolo retrospectivamente, fue todo un montaje".
La semana pasada, el equipo de especialistas que buscaba armas de destrucci¨®n masiva abandon¨® Irak y regres¨® a Estados Unidos. Mientras tanto, la Administraci¨®n de Bush ha rechazado la posibilidad de que los inspectores de la ONU reanuden su trabajo en Irak.
El ex ministro Robin Cook, que dimiti¨® como l¨ªder parlamentario laborista, declar¨® el pasado viernes: "Siempre sostuve que las armas que pod¨ªa poseer Sadam no eran una amenaza para el Reino Unido. Pero pens¨¦ que alguna cosa ten¨ªa. Lo curioso es que no hayan encontrado nada. Al menos, deber¨ªan dejar volver a los inspectores de Naciones Unidas para aclarar todo esto", dijo.
El cheque en blanco de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar
La noche del jueves 13 de febrero de 2003, el presidente del Gobierno espa?ol, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, atraves¨® la puerta de entrada de Antena 3 Televisi¨®n a paso seguro. Ocho d¨ªas despu¨¦s del informe de Colin Powell sobre la presunta ocultaci¨®n de las armas de destrucci¨®n masiva por parte de Irak, presentado ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas el mi¨¦rcoles 5, las cosas parec¨ªan estar suficientemente claras.
Aznar contest¨® algunas preguntas del periodista Ernesto S¨¢enz de Buruaga, consejero delegado de Antena 3, y manifest¨® su deseo de que "el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y la legalidad internacional sea la que, en su caso, tome las ¨²ltimas decisiones".
"Yo le quiero decir", subray¨® el presidente del Gobierno, "que el regimen iraqu¨ª tiene armas de destrucci¨®n masiva...
"?De eso est¨¢ usted seguro?", pregunt¨® S¨¢enz de Buruaga.
"Puede estar usted seguro y pueden estar seguras todas las personas que nos ven que les estoy diciendo la verdad. El r¨¦gimen iraqu¨ª tiene armas de destrucci¨®n masiva, tiene v¨ªnculos con grupos terroristas y ha demostrado a lo largo de su historia que es una amenaza para todos. Justamente ah¨ª existe la dureza de las responsabilidades que asumir....No estoy pensando lo que a m¨ª me gustar¨ªa hacer, sino lo que tengo que hacer. Pensando, ?en qu¨¦? Pensando en la seguridad de Espa?a, pensando en la seguridad de los espa?oles y del mundo".
El entrevistador sigui¨®:
"Presidente, ?no cree que tengamos mayor riesgo, participando en la guerra, de una amenaza como ¨¦sta?"
"Al contrario, cuando los riesgos se eliminan, se abren desde luego con mucha m¨¢s seguridad los caminos de la paz... Yo no quiero un mundo en el que tengamos que vivir bajo la amenaza de armas biol¨®gicas, de armas qu¨ªmicas, de terroristas, de armas de destrucci¨®n masiva, que puedan ser utilizadas contra nosotros. No quiero que mi pa¨ªs -ni que mis compatriotas ni que el mundo- lo viva, porque realmente ser¨¢ un mundo terrible".
La entrevista fue seguida por 3.285.000 espectadores, o un 19,9% de la audiencia total. Adem¨¢s, al d¨ªa siguiente, la mayor¨ªa de los medios de comunicaci¨®n se hicieron eco de las palabras del presidente del Gobierno. Fue, en aquel momento, una apuesta fuerte.
Fuentes solventes indicaron que la ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, que particip¨® en la reuni¨®n del Consejo de Seguridad del 5 de febrero, transmiti¨® a Aznar la impresi¨®n de que Powell hab¨ªa eliminado cualquier duda que pod¨ªa subsistir. Pero Aznar se ocup¨® de ver en La Moncloa, con sus propios ojos, la intervenci¨®n de Powell.
Ana Palacio no llevaba un discurso escrito para esa sesi¨®n. Algunas ideas ten¨ªa en mente. Pero decidi¨® dejar todo a un lado, Powell, con sus diapositivas y grabaciones, e improvis¨® lo que uno de sus colegas, que la segu¨ªa atentamente, llam¨® "un ca?onazo". Al hablar despu¨¦s de otros ministros que expresaron sus dudas ante los argumentos de Powell, la ministra espa?ola agradeci¨® al secretario de Estado norteamericano su esfuerzo y calific¨® las presuntas pruebas aportadas como "inquietantes".
Con todo, la prueba de convicci¨®n de Powell llov¨ªa, para el Gobierno espa?ol, sobre mojado. Por ejemplo, el 18 de septiembre de 2002, cuando Espa?a todav¨ªa no era miembro del Consejo de Seguridad de la ONU, Mariano Rajoy, vicepresidente primero, denunci¨® en el Congreso de los Diputados el incumplimiento de las resoluciones por parte de las autoridades iraqu¨ªes "por la especial naturaleza de las armas, ya sean qu¨ªmicas, biol¨®gicas o nucleares".
Rajoy a?adi¨®: "Irak conserva buena parte de su potencial militar y hay indicios de que no dudar¨ªa en utilizarlo una vez m¨¢s en la forma que juzgase conveniente". Para el vicepresidente, seg¨²n diversas fuentes, "Irak conserv¨® parte de sus armas de destrucci¨®n masiva, qu¨ªmicas y bacteriol¨®gicas tras la guerra del Golfo, y desde entonces esos arsenales han aumentado y podr¨ªan hacerlo tambi¨¦n en breve, incluso en el terreno de las armas nucleares, de contar con alg¨²n tipo de colaboraci¨®n exterior. En los ¨²ltimos cuatro a?os se ha ido rearmando".
En medio del gran debate sobre la autorizaci¨®n del uso de la fuerza en Irak que solicitaban Estados Unidos, Reino Unido y Espa?a al Consejo de Seguridad, a trav¨¦s de la llamada segunda resoluci¨®n (aparte de la 1.441 del 8 de noviembre de 2002), Aznar compareci¨® el 5 de marzo en el Congreso de los Diputados. Aquello que los inspectores de la ONU, con su jefe Hans Blix a la cabeza, consideraban temas para investigar, Aznar lo present¨® como pruebas concluyentes contra el r¨¦gimen iraqu¨ª, en l¨ªnea con Powell.
El presidente del Gobierno, pues, comenz¨® por el tema nuclear. "Irak", dijo, "ha intentado reiteradamente en los ¨²ltimos a?os hacerse con tubos de aluminio de alta calidad, aptos para enriquecer uranio. Adem¨¢s, ha intentado adquirir ilegalmente stocks de este mismo mineral". Y a?adi¨®: "Irak ha venido investigando la utilizaci¨®n en la guerra bacteriol¨®gica de ¨¢ntrax, ricino y otros agentes biol¨®gicos de forma r¨¢pida y en cantidades operativas, pudiendo tener ya en aquel momento [1999] 26.000 litros de los citados agentes bacteriol¨®gicos y 38.000 litros de toxina botul¨ªmica. Sadam Husein tampoco ha dado cuenta de 1,5 toneladas de agente VX. Debe se?alarse que una sola gota de ese agente basta para matar a una persona".
Hace pocas semanas, en una entrevista con la TVI de Portugal, al hablar sobre Irak, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar expres¨® su total seguridad de que la coalici¨®n de fuerzas ocupantes terminar¨¢ por hallar las misteriosas armas de destrucci¨®n masiva.
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