La cultura como imagen de marca

"En estos ¨²ltimos cuatro o cinco a?os, cuando hemos salido fuera para hacer promoci¨®n de la ciudad, siempre ha sido con la bandera de 'Barcelona es cultura", explica Pere Duran, director general de Turismo de Barcelona. "Es l¨®gico porque cuando preguntamos a los turistas qu¨¦ es lo que m¨¢s valoran de la ciudad los primeros puestos siempre est¨¢n relacionados con la cultura". De hecho, en la encuesta del pasado a?o la oferta arquitect¨®nica recib¨ªa una puntuaci¨®n del 9,2% y la cultural, del 8,6%. Son unos indicadores que en los ¨²ltimos a?os est¨¢n haciendo que pol¨ªticos y empresarios empiecen a valorar la importancia econ¨®mica de la cultura, m¨¢s all¨¢ de su funci¨®n social y cohesionadora para los ciudadanos.

La apuesta por la colaboraci¨®n con el sector privado empieza a querer ser imitada

"No se puede hacer cultura para turistas porque entonces pierde toda su autenticidad y deja de tener inter¨¦s", indica Eduardo Delgado, director de la Fundaci¨®n Interarts, quien asegura que se est¨¢ empezando a hablar ya de una "culturataxa", la versi¨®n cultural de la ecotaxa, que permitir¨ªa revertir en la mejora de los servicios el desgaste que origina el turismo masivo. Delgado indica que "el gasto por habitante en cultura a¨²n sigue siendo muy bajo en Barcelona en comparaci¨®n con otras ciudades de la Uni¨®n Europea". Seg¨²n datos de 1999, Barcelona gastaba 60 euros por habitante, m¨¢s que la media de las ciudades del ¨¢rea metropolitana, que s¨®lo era de 26 euros por persona. Con todo, aquel mismo a?o y seg¨²n un estudio de Interarts, el porcentaje del presupuesto municipal dedicado a cultura era de un 2,2%, m¨¢s bajo que el de Amberes (3,7%), Karlsruhe (4,9%), Manchester (6,2%) o Estrasburgo (19,9%). Delgado indica, sin embargo, que "se la est¨¢ empezando a tomar como ejemplo ya que en Barcelona el sector privado tiene gran importancia y ¨¦ste es un modelo que les interesa estudiar a pa¨ªses que est¨¢n desmantelando su sistema p¨²blico de ayudas".

La apuesta por la colaboraci¨®n con el sector privado -especialmente en el ¨¢rea de espect¨¢culos y tambi¨¦n en el apoyo a iniciativas de colectivos emergentes- ha sido una de las grandes bazas de estos ¨²ltimos cuatro a?os desde el Instituto Municipal de la Cultura (Icub). Con todo, ha habido un notable aumento del 46,6% del presupuesto entre 1999 y 2002, y se ha puesto el ¨¦nfasis en las grandes prioridades de la ciudad, como el plan de bibliotecas (se ha pasado de 18 a 27 centros), la ampliaci¨®n del Museo Picasso o las rehabilitaciones realizadas en el Mar¨¦s y en el de Historia de la Ciudad.

En cualquier caso, la cultura no se mide s¨®lo en t¨¦rminos de audiencia sino tambi¨¦n de producci¨®n y de industrias culturales. Segimon Borr¨¢s, secretario del Gremio de Editores de Catalu?a, no quiere ni o¨ªr hablar de la supuesta p¨¦rdida de fuelle de la industria editorial catalana frente a la de Madrid. "Desde el punto de vista empresarial y econ¨®mico, Catalu?a representa en el mundo editorial entre el 58% y el 60% del conjunto del Estado, por lo que la comparaci¨®n es absurda", afirma, si bien indica que agradecer¨ªan un mayor apoyo municipal en la organizaci¨®n de salones y ferias y en el apoyo a las librer¨ªas.

Los creadores piden, a su vez, un mayor espacio de participaci¨®n en los proyectos y una pol¨ªtica de ayudas a la producci¨®n. "Barcelona est¨¢ muy cara por el tema inmobiliario, y a los artistas les resulta muy dif¨ªcil conseguir talleres", indica Florenci Gunt¨ªn, secretario de la Asociaci¨®n de Artistas Visuales, que tambi¨¦n pide un aumento del presupuesto para

el Museo de Arte Contempor¨¢neo de Barcelona, "que no llega ni a la mitad del que tiene el IVAM de Valencia".

"Nos hemos convertido en buenos receptores de creaciones internacionales, pero tenemos todav¨ªa que articular alg¨²n mecanismo para conseguir que el trabajo de nuestros creadores, que cada vez es mejor, se conozca en el extranjero o incluso en el resto de Espa?a", indica Ramon Muntaner, delegado de la SGAE en Catalu?a. Tambi¨¦n reclama una mayor conciencia sobre la importancia econ¨®mica de la cultura, el ocio y el espect¨¢culo: "Somos la cuarta industria en importancia en el PIB nacional, y esto exige m¨¢s recursos".