Aburrimiento
Antes de que el debate televisivo de los candidatos al Ayuntamiento de Barcelona me dejara profundamente dormido, tuve tiempo de darme cuenta de dos cosas: que en este pa¨ªs los debates pol¨ªticos se han degradado mucho, y que es muy dif¨ªcil dirigirse a todo el mundo.
La confrontaci¨®n televisiva puede ser un factor muy positivo de revitalizaci¨®n democr¨¢tica. Para ello se necesitan pol¨ªticos con ideas y con coraje, dispuestos a correr los riesgos de enfrentarse con el adversario. En nuestra democracia predominan los pol¨ªticos que s¨®lo aceptan debatir con formatos r¨ªgidos, que apenas dejan espacio para las r¨¦plicas, con preguntas establecidas de antemano, que garantizan dosis ingentes de ret¨®rica vac¨ªa, y con rid¨ªculos anuncios publicitarios como intervenci¨®n final. Este ejercicio de teleaburrimiento habla mucho de nuestros d¨¦ficit democr¨¢ticos. Los pol¨ªticos deber¨ªan asumir como parte de su sueldo la discusi¨®n abierta con sus adversarios.
En un formato tan cerrado, las intervenciones son de dos tipos: las que quieren dirigirse al p¨²blico en general y las que hablan para un sector concreto. El alcalde saliente, con todos los pron¨®sticos a su favor, habla para todo el mundo. Sin nadie que le achuche, acaba hablando para nadie. Probablemente es lo que sus asesores buscan. No correr ning¨²n riesgo. Los que tienen expectativas limitadas van directamente a su particular granero de votos: Fern¨¢ndez D¨ªaz busca el voto del miedo, repite los esl¨®ganes y no hace acuse de recibo cuando le llaman xen¨®fobo. Imma Mayol explota el territorio verde donde sabe que reina sin oposici¨®n, y adem¨¢s lo defiende bien. Portabella, como todos los de Esquerra, est¨¢ empezando a creerse que su partido va camino de ascender al nivel de los grandes. Esto es bueno porque sin ambici¨®n no se va a ninguna parte, pero tiene el efecto negativo de que en algunas fases se le va la mano en la ret¨®rica y las frases hechas. A Trias no le han explicado que no se pueden ganar unas elecciones sin hacer el pleno del voto de los tuyos y hace una campa?a de izquierda social m¨¢s que de centro derecha nacionalista. No se pueden quemar etapas. Que aprenda de Aznar. Cuando ¨¦ste se ve en apuros se lanza sobre la derecha derecha, la de la patria unida y el odio al separatismo. Y remonta. S¨®lo se gana cuando todos los de casa est¨¢n contigo. El m¨ªtico centro cae despu¨¦s, por su propio peso.
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